ECONOMÍA
Luminarias al sol
HÉCTOR REYES | Santa Clara | 8 Ago 2014 - 8:45 am.
El alumbrado público de Santa Clara se mantiene encendido de día
también. Son señales del derroche y amenazan con apagones venideros.
Santa Clara es una ciudad iluminada. No solo por su universidad que
simboliza la luz; ni por sus artes que la convierten en una de las más
cultas de Cuba; tampoco por las estrellas beisboleras de uno de los
mejores equipos de la Liga. Santa Clara es una ciudad iluminada, porque
hasta de día, sus farolas se mantienen encendidas.
En una ciudad que parecía un juego de luces intermitentes por los
continuos apagones que pretendían ahorrar energía eléctrica en los años
duros del llamado periodo especial, y donde se hicieron costosas
inversiones de equipos electrodomésticos para no derrochar la necesaria
"corriente". En Santa Clara, farolas del alumbrado público en las
principales calles y avenidas, alumbran de día. Toda una ironía eléctrica.
Hace varios años que existe el problema. Luces callejeras que continúan
encendidas aún pasado el amanecer. Más de una docena de lámparas
evidencian la falta de seriedad y la negligencia que el Gobierno
municipal, la Empresa Eléctrica y la Empresa de Servicios Comunales
exponen en cuanto a la solución de un asunto que no perece muy
importante, pero que tiene un trasfondo económico y social.
"Las luminarias son de fabricación china", comenta Carlos Rodríguez,
técnico de la Empresa Eléctrica "y llevan acopladas un sensor
fotovoltaico que debe apagarse automáticamente con el sol. Estos
sensores fallan mucho y su arreglo es costoso, entonces no funcionan y
las luces se prenden durante el día".
Según Esteban Pulido, directivo de la Empresa de Servicios Comunales,
"la energía consumida la pagamos por dos razones. Porque estas luces
están en las calles. Y porque Comunales es como un saco roto, y aquí
viene a parar todo". Y aclaró que "el monto del importe depende del
precio del petróleo, y se gastan mensualmente unos 335 Megawats de los
400 planificados con el Gobierno".
Igualmente, la energía eléctrica consumida se pierde, así como el
combustible que la generó. Y aunque el presupuesto circule, es Liborio
el que paga la mayor parte, en dinero, problemas y cortes de energía.
Carlos Rodríguez comenta que "aún no se ha cortado energía a ningún
circuito barrial producto de este gasto de las luminarias". Pero… si
llegaran tiempos de crisis, ¿volverán los apagones?
"Quien se encargaba de apagar las luces en los diferentes circuitos era
un trabajador de la Empresa de Servicio Comunales o alguien del Comité
de Defensa de la Revolución (CDR). Cuando llegaron estas modernas
lámparas se esperó que funcionaran bien y se eliminaron todos los cables
bajantes, por lo que ahora es imposible poner a alguien", comenta la
asistente del director de la Empresa Eléctrica Provincial.
A todo esto se suma que vecinos y entidades tampoco tienen conciencia
del gasto energético, y mantienen encendidas, de día, luces de jardines
y salones. Es normal encontrar, a media mañana, que las luces de un club
nocturno continúan funcionando como si estuviera empezando la noche de
boleros. Cierto, todos pagan sus cuotas, pero el gasto es innecesario y
el combustible se agota irreversiblemente.
El tema se ha debatido, pero no se le ha dado solución. La radio local
dedicó toda una investigación para nada. Mientras tanto, más de una
docena de estas farolas iluminan la ciudad diurna. Las calles
santaclareñas evidencian derroche y negligencia, y sobre los ciudadanos
pende el peligro de los apagones.
Source: Luminarias al sol | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1407354112_9838.html
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