Comentarista oficial critica actitud servil de cubanos hacia los extranjeros
Publicado el Domingo, 29 Abril 2012 06:55
Por Café Fuerte	
Un conocido comentarista de la prensa oficial fustigó este domingo a los 
cubanos "neoserviles" que adulan y sobrevaloran a los visitantes 
extranjeros, y consideró que los anunciados cambios en la política 
migratoria del país deben servir para levantar la autoestima nacional.
"Ciertos neoserviles han proliferado en estos años de apertura y auge 
turístico, confundiendo al país con un retablo o con cierto bazar del 
olvido y el provecho. Ante el visitante se deshacen en lisonjas y 
adulaciones. Unos, pillos, porque buscan febrilmente su agosto; otros, 
ignorantes, porque viven hechizados y creen que quien desembarca o 
aterriza es un ser alado, que vive en una troposfera de riquezas y 
complacencias", escribió el periodista José Alejandro Rodríguez en una 
columna publicada este domingo en el diario Juventud Rebelde.
Deformación neocolonizada
Rodríguez criticó la "deformación neocolonizada" del concepto de 
hospitalidad en contraste con el sentido cordial con que los cubanos 
abrazan solidariamente a cualquier extraño.
"Esos obnubilados no distinguen matices en quienes bajan de aviones y 
cruceros", apuntó el comentarista.
En el 2011, Cuba recibió 2.7 millones de turistas, el mayor crecimiento 
en más de una década. De ellos, unos 400 mil fueron visitas familiares 
de residentes en Estados Unidos.
Entre enero y marzo de este año el crecimiento ha sido de un 5.3 por 
ciento con relación al año anterior.
El artículo también se refirió a las instituciones públicas que se han 
sumado a la "tendencia neoservil", ejerciendo una política de doble 
rasero que le exigen al cubano  normativas para acceder a ciertos sitios 
mientras adoptan una sumisión permisiva hacia el foráneo.
Rodríguez ironizó además la conducta de los cubanos que mitifican todo 
lo que esté allende el mar y ven en sus propios familiares emigrados 
"una filial de la Cruz Roja Internacional".
Desnudando a los tíos
"Empiezan a 'desnudar' al tío o a la prima ya en la terminal aérea: esto 
es mío, esto es mío, sin sopesar lo que cuesta", relató el articulista.
Al referirse a los cambios anunciados en la política migratoria del 
país, Rodríguez dijo que prefiere verlos como una oportunidad para 
levantar la autoestima nacional, no como una vía para destapar la 
vulnerabilidad.
El gobierno de Raúl Castro planifica desde hace más de dos años una 
nueva política migratoria que facilitaría los trámites para viajar a los 
cubanos y, a su vez, permitiría el acceso al país a miles de balseros y 
otras personas que salieron ilegalmente del país. Se espera que el 
anuncio de las medidas sea para mediados de este año.
"Al final, la lección es que Cuba no puede vivir en una campana de 
cristal, y debe poner a prueba audazmente sus virtudes y valores como 
sociedad, abriéndose y preparándose para cuanto fenómeno nos llegue del 
mundo", concluyó el texto.
Rodríguez, un veterano periodista de la prensa escrita, es autor de una 
popular columna donde responde e investiga temas que le sugieren los 
lectores a través de cartas y mensajes electrónicos.
A continuación, CaféFuerte reproduce íntegramente el artículo de Rodríguez.
SERVIR, NO SERVIL
Por José Alejandro Rodríguez
Sucedió hace ya unos cuantos años, y todavía complace recordarlo: el 
rubicundo turista tenía revuelto el ADN vándalo cuando se desplomó 
desfachatadamente sobre un sofá en el lobby del hotel Plaza, al extremo 
de poner los pies calzados con unos sucios Adidas sobre el damasco y 
reírse satisfecho de su osadía.
«Viene a hacer aquí lo que en su país no puede», comentó alguien 
acremente. De inmediato, un joven empleado del hotel, con exquisito 
inglés y flema insólita para sus genes yorubas y andaluces, le solicitó 
educada pero firmemente que respetara el mobiliario y las buenas costumbres.
Cuando el procaz paliducho se incorporaba, más de un cubano testigo se 
sintió reivindicado en esa filosa frontera de la autoestima nacional. A 
fin de cuentas, la memoria es peligrosa: a solo metros, en el Parque 
Central, y salvando las distancias en connotaciones y épocas, la misma 
soberbia empujó en 1949 a ebrios marines yanquis a encaramarse sobre la 
estatua del supremo cubano y orinarla.
Lo peor del día del sofá en el hotel Plaza fue el remache: sonó a 
retortijones del alma el ruego de un genuflexo cubano, para quien Hatuey 
era solo una cerveza; el mismo que compartía extasiado con varios 
turistas, como si retrocediera en la máquina del tiempo y se postrara 
ante Diego Velázquez: «¡Caballeros, es un yuma! ¿Cómo lo van a tratar 
así, si viene "de afuera"?»
Ciertos neoserviles han proliferado en estos años de apertura y auge 
turístico, confundiendo al país con un retablo o con cierto bazar del 
olvido y el provecho. Ante el visitante se deshacen en lisonjas y 
adulaciones. Unos, pillos, porque buscan febrilmente su agosto; otros, 
ignorantes, porque viven hechizados y creen que quien desembarca o 
aterriza es un ser alado, que vive en una troposfera de riquezas y 
complacencias.
Esos mucamos le permiten al de afuera lo que no perdonan a sus hermanos. 
Son caricatura o deformación neocolonizada de la hospitalidad y el 
sentido cordial y abierto con que abraza el cubano solidariamente a 
cualquier extraño, venga de donde venga y esté donde esté.
«De afuera»: lo fijó sagazmente el dramaturgo Héctor Quintero en los 
tempranos años 80, en una de sus sarcásticas comedias representadas en 
aquel Teatro Musical que apenas vive en la escena del recuerdo. De 
afuera: algo así como una exhalación de todo lo perfecto, ordenado y 
superior, para algunos compatriotas canijos que jamás entenderán la 
vindicación martiana de «Nuestra América».
Esos obnubilados no distinguen matices en quienes bajan de aviones y 
cruceros: como si, entre muchos visitantes virtuosos y dignos, hasta 
solidarios y amorosos de Cuba desde el respeto, no se infiltraran 
ciertos groseros buscavidas que recuerdan aquellos personajes de quinta 
categoría alistados en los galeones de la Conquista, para buscar 
riquezas a cualquier precio.
Al abordar este fenómeno, no debe obviarse que Cuba permaneció años 
cerrada al turismo foráneo y con el dólar penalizado a lo interno. Y 
cuando se abrió esa compuerta, urgidos por la crisis económica, 
prevalecieron compartimentaciones y relegaciones hacia el nacional, que 
por suerte van desapareciendo. Ahora el nuevo y serio problema es que 
tengas o no los recursos para hospedarte en un buen hotel o comprar en 
las TRD.
Tampoco se puede olvidar, para no repetirlo, que ciertas instituciones 
públicas le han hecho el juego a esta tendencia neoservil cuando, en una 
política de doble rasero, le exigen al cubano ciertos atributos y 
normativas para acceder a no pocos sitios; en contraste con la sumisión 
permisiva con que tratan al foráneo.
De la cerrazón bruscamente a la apertura, inevitablemente hay quienes 
mitifican todo lo que esté, allende el mar, sobre todo hacia las 
latitudes «nortecinas». Y hasta ven en sus propios familiares emigrados, 
cuando pisan suelo, una filial de la Cruz Roja Internacional. Empiezan a 
«desnudar» al tío o a la prima ya en la terminal aérea: esto es mío, 
esto es mío, sin sopesar lo que cuesta.
Los anuncios de cambios y flexibilizaciones en la política migratoria 
del país, aun con los desafíos que traigan a la sociedad cubana, 
prefiero verlos como oportunidades para levantar la autoestima nacional 
y no destapes para la vulnerabilidad. A fin de cuentas, si el cubano 
viaja más, podrá ver más de cerca cómo está el mundo, y también 
aquilatar por contraste buenas cosas de su país.
Al final, la lección es que Cuba no puede vivir en una campana de 
cristal, y debe poner a prueba audazmente sus virtudes y valores como 
sociedad, abriéndose y preparándose para cuanto fenómeno nos llegue del 
mundo. Nuestras fortalezas, que son bastantes y sui géneris, valdrán más 
sin muros ni escotillas, que no sean la dignidad de quien predica 
servir, y no lo servil.
http://cafefuerte.com/cuba/noticias-de-cuba/1800-comentarista-oficial-critica-actitud-servir-de-cubanos-hacia-los-extranjeros
 
 
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