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Monday, September 19, 2011

Un "té de hojas" como desayuno en los hospitales cubanos

Un "té de hojas" como desayuno en los hospitales cubanos

Una nueva estadística de salud enorgullece al gobierno cubano, pero la
realidad vivida denuncia la malnutricion y las pobres condiciones
hospitalarias.

martinoticias.com 19 de septiembre de 2011


Ante el asombro de quienes han experimentado un ingreso en un hospital
cubano, Cuba ha sido registrada recientemente como uno de los países
con más bajo nivel de desnutrición intra-hospitalaria en Latinoamérica.

La información anunciada en un diplomado sobre sustentación clínica en
la provincia de Sancti Spíritus, asegura además, que el nivel
nutricional de los cubanos que ingresan en centros de atención
secundaria es mayor que el de los pacientes de naciones
industrializadas, publicó el diario oficialista Granma.

Para Guillermo Espinosa, enfermero santiaguero con años de experiencia,
el menú diario de los pacientes ingresados, habla por sí solo.

"Diariamente en los hospitales infantiles se les da un pan de 40 gramos,
que no está acompañado una proteína fuerte, y un vaso de leche. En los
hospitales de adultos no se les puede dar leche, solo la dan para los
que tienen dieta en su tratamiento. El desayuno de adultos es un té de
hojas con un pan de 40 gramos, hasta la merienda que le pueden dar un
refresco o un dulce."

"En el almuerzo es arroz, un potaje de chícharos, un huevo hervido y no
hay ensalada. Tienen que aportar más de 630 gramos de calorías a un
individuo, pero no alcanza. La carne roja no se da en los hospitales,
solo en algunos casos críticos. En la comida dan sopa, que hacen con la
misma sustancia donde hierven la carne o huesos de cerdo o de res, arroz
blanco y una proteína, puede ser huevo frito o hervido."

Espinosa explica que según lo establecido los pacientes ingresados deben
consumir dos veces por semana proteína vegetal, el huevo deben
garantizarlo tres veces por semana y el pollo: una vez a la semana,
"principalmente lo dan los fines de semana que es cuando vienen los
acompañantes".

"O sea le dan 90 gramos de pollo a la semana, o sea un muslito
chiquitico. Si usted va a estar ahí un mes ingresado, come 4 veces un
pedazo de pollo para poder satisfacer sus necesidades nutricionales."

La doctora venezolana Monserrat Rodríguez, especialista en Nutrición
Integral y Holística, comenta sobre la dieta promedio en los hospitales
cubanos: "No está balanceada, a menos que el paciente haya decidido ser
un vegetariano extremo, y de todas maneras no está balanceada".

"Eso va a conducir a una recuperación lenta del cuerpo y probablemente
la persona va a seguir teniendo secuelas por una desnutrición crónica.
Lo que pasa es que nuestro cuerpo tiene mecanismos de adaptación incluso
para las condiciones más hostiles."

Sopa, carne y jugo son alimentos que de antemano el familiar sabe que
tendrá que proveer al enfermo bajo su cuidado. "La mayoría de los
pacientes llevan sus alimentos a los hospitales, además de las sábanas,
el ventilador y todas las cosas que les hacen falta para tener
aceptables condiciones de ingreso," cuenta Espinosa.

El Doctor en Medicina, Julio A. Monet, precisa que "muchas personas
temen ingresarse o llevar un riguroso tratamiento médico en un hospital
por temor a la mala alimentación, pues eso empeora a los pacientes ya
sean niños o adultos. Los mismo nutriólogos les dicen a los familiares
que traten de traerles algo de sus casas para compensar un poco más la
dieta".

Espinosa apunta que muchas veces los ingresos son de 72 horas,
necesarias para definir el estado del paciente y "los mandan a su casa a
recuperarse, precisamente porque no hay medios para sostener eso".

La pobre alimentación se hace extensiva hasta el personal médico,
"durante la guardia de casi 24 horas de un médico, les ponen un pescado
hervido con una sopa de pescado y así viven, salvo que un paciente les
lleve algo de cariño o ellos salgan un momento a comprar algo", asegura
Espinosa.

Por cada área de salud en los centros hospitalarios existe un dietista o
licenciado en alimentos, encargados de evaluar a los pacientes según su
enfermedad y orientar el tipo de dieta requerida. Pero el menú de los
pacientes depende de muchos otros factores, como la disponibilidad de
alimentos en el almacén y la elaboración.

"Muchas veces llegan los productos al almacén y nos son llevados a los
pacientes, se quedan por ahí. Ahí es donde existe la corrupción, por las
necesidades creadas por este mismo gobierno. Todo el mundo se coge un
pedacito en el almacén y todo el mundo cuadra la documentación para su
salida y no llega arriba al que está esperando," señaló Espinosa.

Monet indica además que alimentos como la carne roja se desvía al
mercado negro, en los almacenes solo quedan productos básicos y escasos
para suplir las necesidades nutricionales de los pacientes.

En el mencionado artículo de la prensa cubana, los expertos se salvan de
la culpa al aclarar que "la mayoría de los problemas con la dieta en la
Isla responde a perjudiciales hábitos alimentarios arraigados en amplios
sectores de la población".

"La primera educación te la da la familia y si la familia no tiene los
medios para darte un hábito alimenticio adecuado desde que tú eres
pequeño, cómo vas a tenerlo al crecer," se pregunta Espinosa.

"Las personas ahora mismo de desayuno te comen un pan tostado y no
tienen leche, tiene que tomarse un buchito de café para proveer de un
poco de energía al cuerpo y poder seguir adelante el día."

Los padecimientos que más afectan a los cubanos están estrechamente
relacionados con la alimentación, tal es el caso de la diabetes
mellitus, los infartos del miocardio y la hipertensión arterial.

Espinosa apunta que "el tratamiento fundamental de un diabético, que no
sea insulinodependiente, es la dieta. En los centros para diabéticos
enseñan cómo se pone la insulina, cuál es la dieta, pero no existe un
lugar donde vayan a buscarla."

Las dietas médicas constituyen una de las alternativas para reforzar la
alimentación de las personas aquejadas por enfermedades crónicas. La
documentación firmada por doctores permite a los enfermos comprar la
famosa "carne de niño" o el "pollo de diabético" según la cartilla de
racionamiento.

"Esas dietas son como un cumplido con el paciente, te dan toda la
información necesaria, te hacen todos los exámenes complementarios, pero
depende de la distribución del MINCIN que tú seas beneficiados con
ella", aclara Guillermo Espinosa.

Esta deficiente alimentación ha incidido negativamente por años en el
desarrollo físico de las nuevas generaciones de cubanos.

"Ahora (a los adolescentes) en la secundaria básica le dan esa merienda,
o sea 345 gramos de proteína con 40 gramos de pan y un vaso de yogurt
para un almuerzo y están desde las 8 de la mañana hasta las 4 y media de
la tarde en la escuela. Los padres tienen que ir a llevarles algo, los
que puedan, los que están trabajando no pueden hacerlo. Y si vas el
preuniversitario es la misma situación," comenta el enfermero.

"Antes existían muchachos muy altos, ahora para encontrar un muchacho
alto hay que buscarlo con lupa. La población cubana no es alta y no es
por las características genéticas, es por la alimentación."

Acerca de las consecuencias de una nutrición deficiente durante años, la
nutrióloga Rodríguez explica que "lo primero que pasa es que el sistema
inmunológico está deprimido como si estuviéramos enfrente de un paciente
con enfermedad autoinmune. Esa condición puede hacer que la persona
tenga más tendencia a desarrollar enfermedades crónicas, por ejemplo
diabetes, porque les están dando carbohidratos complejos y alimentos que
los llenan pero realmente no los nutren.

Agrega que "si la mujer embarazada no tiene los requerimientos que
necesita, el producto de ese embarazo va a ser un niño que ya viene con
una deficiencia y una desventaja muy grande".

"Los verdaderos números nunca se saben pero sería interesantísimo ver
cuáles son las verdaderas estadísticas de enfermedades crónicas y como
se han ido aumentando a medida de que este deterioro de la persona que
viven en Cuba ha ido pasando por falta de alimentación y por abusos de
muchos otros tipos," concluye Rodríguez.

El doctor Monet recuerda el temor del gobierno cubano a revelar los
problemas relacionados con la salud y desprestigiar así una de las
llamadas "conquistas de la revolución" y reafirman que no hay
desnutridos pero "sí los hay".

http://www.martinoticias.com/noticias/Un-te-de-hojas-como-desayuno-en-los-hospitales-cubanos-130138163.html

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