Wednesday, July 27, 2011 | Por Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -Con poco entusiasmo, el General
Raúl Castro, subió ayer, en Ciego de Ávila, a la tribuna del acto
público más importante de la liturgia castrista, el del 26 de julio, y
guardo silencio, cediendo el protagonismo a José Ramón Machado Ventura.
La intención de esos actos, que se celebran cada año desde 1959, es
recordar el fallido asalto armado perpetrado por las fuerzas castristas
a unos cuarteles del Ejército Nacional, en 1953. El incidente provocó
decenas de muertos entre militares y asaltantes.
Como para recordarnos que "el enemigo acecha", el lunes 25, durante la
noche previa al acto, la televisión oficial proyecto el film
Patty-Candela, de Rogelio Paris, sobre un supuesto plan de la CIA, para
atentar contra las vidas de Fidel Castro, en La Habana, y Raúl Castro,
en Santiago de Cuba, durante sendos actos del 26 de julio de 1961, que
ambos presidirían respectivamente en esas ciudades.
Según cifras oficiales, sesenta mil avileños, y seguramente ciudadanos
llevados de otras provincias cercanas como Sancti Spiritus y Camagüey,
amanecieron concentrados en la plaza Máximo Gómez, donde el partido
comunista realizó el acto político, celebrado bajo extremas medidas de
seguridad. Previamente, según informaron observadores prodemocráticos
locales, se habían realizado redadas en la ciudad y las casas de varios
disidentes y opositores demócratas permanecían custodiadas por miembros
de las paramilitares brigadas de respuesta rápida y la policía política.
El mensaje enviado por el Presidente venezolano, Hugo Chávez, leído por
un al principio del espectáculo, fue otro ejemplo de la permanente
intromisión del venezolano en los asuntos internos de Cuba. Luego, el
breve texto leído de manera atropellada por el jefe de los comunistas en
la provincia, dejo lista la escena, para que Machado Ventura leyera las
palabras centrales del espectáculo.
Machado, que en octubre cumplirá 81 años, y a quien algunos comparan con
el Cardenal Richelieu por la notable influencia que tiene en el gobierno
de los hermanos Castro y el control que ejerce sobre el aparato
burocrático comunista, leyó un discurso breve e insípido, que
sobrevaloró el VI Congreso comunista y adelantó poca información, sobre
la próxima Conferencia Nacional del Partido. También evadió profundizar
sobre las posibles nuevas leyes, que serán aprobadas por el Parlamento
oficial en el próximo mes de agosto, supuestamente un momento
importante, de cara a la tendencia que desarrollan y al llamado "proceso
de actualización económico".
Como ya se ha convertido casi en rutina, Machado criticó a los
comunistas de base y al pueblo, responsabilizándolos por no cumplir con
los lineamientos emanados del gobierno. Anuncio además un Pleno del
Comité Central que deberá realizarse en los próximos días, sin precisar
la fecha ni los temas de discusión.
El espectáculo político terminó con la misma grisura con que comenzó,
solamente con escasas y aisladas muestra de entusiasmo del público
asistente, especialmente de los militares.
Mientras los cubanos continuamos esperando por el vaso de leche que nos
prometió Raúl Castro hace ya cuatro años, durante su discurso del 26 de
Julio de 2007, el General no abrió la boca en esta ocasión.
No comments:
Post a Comment