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Tuesday, May 03, 2011

Cacos pillados

Cacos pillados
Tuesday, May 3, 2011 | Por Reinaldo Emilio Cosano Alén

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) – Nadie se explicaba cómo los
autores del reciente robo en la protegida iglesia católica del exclusivo
barrio residencial Tarará, a veinte kilómetros al este de la capital
habían logrado introducirse en el templo. Más increíble parecía que
hubieran burlado la vigilancia cuando salieron, cargados con el botín de
su fechoría: tres ordenadores portátiles y dinero.

Se especuló sobre la complicidad de algún custodio, pero la pista
principal la aportó lo estrecho del espacio por donde penetró uno de los
ladrones, y varias huellas dactilares. Cortaron con segueta el grueso
barrote de hierro de la reja de una ventana de la cocina. Parecía
imposible que por tan reducido hueco cupiera un adulto, y se pensó que
había un niño metido en el robo.

Las sospechas recayeron en Alexis, un enclenque monaguillo de dieciocho
años, persona de confianza del sacerdote dominicano Quiridio. Alexis
cabía perfectamente por el hueco. Detenido e interrogado, no demoró en
confesar y denunciar a sus cómplices, miembros de un grupo musical
integrado también por jóvenes, casi todos ex presidiarios.

Los malhechores se ganaron la confianza del párroco de la iglesia San
José, en La Habana, por su aparente bondad y la música, y con alguna
frecuencia alegraban la parroquia. El flacucho Alexis introdujo a sus
amigos en la comunidad eclesial de Tarará, y su presencia se hizo
habitual allí. También los vigilantes hicieron buenas migas con el
grupo, y le permitían la libre entrada y salida.

"Los perversos saben que en las iglesias hay bienes y dinero de
donaciones, que despiertan la codicia. No miden consecuencias para
saquear. Así es la pérdida de valores que padecemos, unido esto a la
escasez material. Todo incita a los maleantes a cometer fechorías de
este tipo", dijo Jacinto Menéndez, feligrés de 78 años, residente en Tarará.

"Si los ladrones son sorprendidos en el momento de cometer el delito, es
posible que hubieran asesinado al sacerdote. Esta gente es capaz de
cualquier cosa, hasta matar" –expresó la señora Dulce Miranda, asidua a
la iglesia, y recordó el asesinato del cura español Eduardo, cuando se
dirigía al aeropuerto en su auto para recoger una donación para su
iglesia en la aduana. También el asesinato de Mariano, sacerdote
español, el 13 de febrero de 2009 en una iglesia de Guanabacoa,
asesinado por una enfermera del hospital Hermanos Ameijeiras, tras
apropiarse del dinero depositado en la caja fuerte.

cosanoalen@yahoo.com

http://www.cubanet.org/articulos/cacos-pillados/

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