Fidel Castro cumple 84 años y frena gestión de su hermano Raúl
Por JUAN O. TAMAYO
jtamayo@elnuevoherald.com
Un Fidel Castro obviamente repuesto celebra su 84to. cumpleaños el
viernes, oficialmente fuera del gobierno pero con poder de veto sobre
los planes de su hermano Raúl para hacer reformas económicas y mejorar
las relaciones con Estados Unidos.
Esto está claro según analistas en Cuba y el extranjero que han visto a
Fidel hacer una decena de insólitas apariciones públicas tras una
enfermedad casi fatal en el 2006 que lo mantuvo alejado del escenario
público.
Lo que está menos claro es cómo se equilibra la balanza de poder entre
Fidel y Raúl, en medio de informes sobre tensiones entre ambos e
indicios de que la sucesión del mayor al menor de los Castro está lejos
de estar establecida.
Fidel, que se ha declarado "totalmente'' recuperado de su crisis de
salud, parece haber recobrado parte de su peso y lucía lúcido e
inclusive conversador en sus recientes apariciones aunque, en ocasiones,
pareció cansado y cometió algunos errores en sus comentarios.
A diferencia de meses anteriores, cuando fue visto frecuentemente
caminando por su vecindario al oeste de La Habana, ahora Fidel camina
con la ayuda de un guardaespaldas que lo toma del brazo.
Sin embargo, sigue siendo el icónico líder de una revolución que ha
gobernado a Cuba en las últimas cinco décadas, así como primer
secretario del Partido Comunista de Cuba. Raúl, de 79 años, sucedió a
Fidel como presidente en el 2008 pero sigue siendo el segundo secretario
del partido.
"El poder permanece en las manos de Fidel Castro porque todavía encabeza
el partido que, según la Constitución, es la fuerza dirigente superior
de la sociedad y el Estado'', observó Vladimiro Roca, un disidente
habanero e hijo de uno de los fundadores del Partido Socialista Popular,
nombre del partido comunista antes de la revolución.
El cardenal cubano Jaime Ortega dijo a funcionarios de Estados Unidos
durante sus recientes visitas a Washington que Fidel mantiene poder de
veto sobre asuntos claves, según un analista cubano que pidió el
anonimato para proteger sus fuentes.
No es así, aseguró Armando F. Mastrapa, que dirige un blog sobre los
problemas político-militares de Cuba, wwww.cubapolidata.com. Mastrapa
alega que Raúl estimuló a Fidel a que regresara a la luz pública para
mostrar que el nuevo gobierno tiene pleno control.
"No hay duda de que Raúl y sus acólitos tienen el control total del
país. Fidel ya no es controlador en jefe sino, más bien, el controlado
en jefe'', afirmó.
Otros analistas creen que los hermanos han establecido un "cogobierno'',
con Fidel enfocado en los temas internacionales. Raúl estaría encargado
de los temas domésticos, aunque siempre bajo la mirada del hermano mayor.
Cualquiera que sea el balance de poder entre los Castro, las recientes
apariciones de Fidel han suscitado interés por el momento y el contexto
en que se producen, aunque sus comentarios se han concentrado en la
amenaza de una guerra nuclear en Irán y en la península coreana.
Su primera aparición se produjo el 7 de julio en el Centro Nacional de
Investigaciones Científicas en La Habana, el mismo día en que Ortega
anunció que Raúl había aprobado liberar a 52 presos políticos. En
público, Fidel nunca se ha referido a la liberación de los presos, la
mayor desde 1998.
El 26 de julio, Fidel depositó una ofrenda floral en el monumento al
héroe nacional José Martí, en La Habana, al mismo tiempo que Raúl estaba
en la ciudad de Santa Clara celebrando el acto oficial por el inicio de
la revolución. Raúl no habló en el acto pese a las muchas expectativas
de que se referiría a algunas reformas económicas.
El 7 de agosto, Fidel se dirigió a una sesión especial de la Asamblea
Nacional del Poder Popular --que había solicitado--, en su primer acto
oficial de gobierno desde el 2006.
Aunque vistió ropa deportiva en sus primeras apariciones, posteriormente
Fidel empezó a utilizar chaqueta y pantalones de su tradicional verde
olivo, aunque sin insignias militares.
Raúl, refiriéndose al parecer a los informes de tensiones entre ambos,
utilizó 14 veces la palabra "unidad'' en su discurso del 1ro. de agosto
ante la Asamblea Nacional.
"La unidad entre revolucionarios y entre la dirección de la revolución y
la mayoría del pueblo es nuestra más importante arma estratégica'',
afirmó Raúl. "Aunque le duela a nuestros enemigos, nuestra unidad es hoy
más sólida que nunca''.
El día después de que Fidel se dirigió a la Asamblea, el periódico
Granma publicó en primera plana una foto de los hermanos hablando
durante la sesión especial, aunque la transmisión televisiva del evento
mostró que apenas tuvieron contacto.
El mismo Fidel negó que todavía tuviera cualquier poder oficial en una
entrevista esta semana con la cadena Telesur, de Venezuela.
"Lo mío es decir las cosas y los acontecimientos para que cada cual
decida. Tú debes comprender que los compañeros [en el gobierno] no son
gente que deba llevar del dedo, de la mano, a hacer las cosas. Lo que
quiero es que piensen''.
En el fondo del regreso de Fidel a la escena pública parece haber un
deseo de preservar dos elementos claves de su legado que su hermano
pudiera debilitar: una economía de tipo soviético estrictamente
controlada por el gobierno, y una visceral hostilidad hacia Washington.
Domingo Amuchástegui, ex analista del Ministerio de Interior de Cuba que
ahora vive en Miami, señaló: "Yo diría que la totalidad de las personas
en Cuba esperan, desean, reclaman los cambios de los que se ha venido
hablando, y que todo el mundo coincide en que el factor más importante
de oposición interna no es otro más que Fidel Castro''.
Aunque Fidel ha advertido repetidas veces que el "imperio''
norteamericano pudiera iniciar una guerra nuclear, Ortega comentó la
semana pasada a The Washington Post que Raúl sigue profundamente
interesado en mejorar las relaciones con Washington.
"La última batalla de Fidel Castro tiene por objetivo atajar el buen
tono que cada vez con mayor celeridad adquieren las relaciones del
gobierno cubano con Estados Unidos'', escribió Norberto Fuentes, quien
por largo tiempo fuera miembro del círculo íntimo de los hermanos Castro
y que ahora vive en Miami.
Cualquier cambio importante en la dirección de la política cubana
tendría que ser aprobado por un Congreso del Partido Comunista de Cuba.
Raúl anunció que se celebraría uno en el segundo semestre del 2009 pero
luego se pospuso indefinidamente. El 1ro. de agosto dijo que una
comisión estaba preparando la sesión, pero no precisó fechas.
"Para fines del año pasado todo el mundo contaba con que Fidel Castro se
hubiera muerto. Mientras Fidel Castro viva no se hace congreso porque el
primero que no lo va a permitir es Fidel Castro'', afirmó Roca.
Diferencias entre los hermanos Castro han sido reportadas ocasionalmente
desde los años 50, con Raúl siempre cediendo a las decisiones de Fidel
y, en ocasiones, retirándose luego de mal humor a remotas partes del país.
Los observadores, sin embargo, indican que informes no confirmados
procedentes de la isla, donde la elite del poder opera en un casi
absoluto secreto, sugieren una dura lucha.
Según uno de esos informes, el año pasado los seguidores de Fidel
denunciaron la corrupción de un estrecho aliado de Raúl, Rogelio
Acevedo, presidente del Instituto de la Aviación Civil. En represalia,
los aliados de Raúl denunciaron la corrupción de un viejo protegido de
Fidel, el empresario chileno Max Marambio.
"Fidel, por su parte, sabe que, de lograrlo, Raúl no solo va a
consolidar su gobierno sino que, de hecho, activa el peligro de barrer
con todo vestigio de su legado'', escribió Fuentes en un artículo
publicado en la página de internet Cubaencuentro.com.
Los obstáculos de Fidel al gobierno de su hermano son peligrosos, añadió
Fuentes en el artículo titulado Próximo golpe de estado.
"Por mucho menos que eso'', escribió, "ellos --los dos-- han fusilado a
mucha gente''.
http://www.elnuevoherald.com/2010/08/12/v-fullstory/782071/comienzan-celebraciones-en-cuba.html
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