de Zapata cuando visiten Cuba
Miércoles 11 de Agosto de 2010 14:31 Agencias
El ex preso político Antonio Ramón Díaz Sánchez, consideró este
miércoles que si las dirigentes socialistas españolas Leire Pajín y
Elena Valenciano "ignoran la existencia de una oposición" cubana cuando
viajen a la Isla el 31 de agosto próximo, estarán aceptando "las reglas
del juego totalitario" del gobierno de los Castro, informó EFE.
Leire Pajín, secretaria de organización del gobernante Partido
Socialista Obrero Español (PSOE), y Elena Valenciano, responsable de
Política Internacional, tienen previsto entrevistarse en Cuba con
miembros del régimen y con dirigentes del Partido Comunista, pero no con
disidentes.
Díaz Sánchez, uno de los 20 opositores excarcelados por el gobierno
cubano en julio y enviados a España, reside desde el pasado lunes en
Alzira, Valencia, en una vivienda de acogida facilitada por la
Asociación Comisión Católica Española (ACCEM).
El ex preso político advirtió de que si las dirigentes socialistas "no
escuchan el parecer de la oposición, indiscutiblemente, nunca tendrán un
criterio acertado sobre la situación política en la Isla".
Sugirió a Pajín y Valenciano que contacten con Reina Luisa Tamayo, madre
del preso político Orlando Zapata, fallecido en febrero pasado tras una
huelga de hambre de 86 días.
Reina Luisa Tamayo "está siendo hostigada por turbas de iracundos
fanáticos del régimen comunista que han llegado a la violencia física",
denunció Díaz Sánchez.
Sería "interesante que, en su condición de mujeres, las diputadas
socialistas se solidarizaran con Reina Luisa", dijo.
Díaz Sánchez, de 48 años, miembro del Movimiento Cristiano Liberación,
es uno de los 75 disidentes condenados a largas penas de cárcel en la
primavera de 2003.
"Sufrí tortura psicológica, perdí 13 kilos, padezco una colitis
inespecífica crónica y, al igual que mis compañeros, arrastro
enfermedades psicosomáticas", dijo sobre su paso por la prisión.
En cuanto al papel de la Iglesia Católica cubana en la liberación de los
52 presos del Grupo de los 75 que continuaban en la cárcel, señaló que
las autoridades eclesiásticas "sólo han mediado entre el Gobierno y las
familias de los presos, pero no con la oposición".
Por ello, consideró "poco transparente" el diálogo Iglesia-gobierno.
Afirmó que los disidentes quieren "saber lo que está pasando" y conocer
"las perspectivas".
A su juicio, los recientes discursos "agresivos" de los hermanos Castro
pretenden "garantizar a los más radicales del régimen el mantenimiento
del 'status quo', porque están decididos a no cambiar ni en la política
ni en la economía, pese a la fuerte crisis que vive el país".
Desde el pasado lunes, Antonio Ramón Díaz Sánchez vive en un amplio
apartamento de una céntrica avenida de Alzira, junto a su esposa y su
hija de 11 años, además de un sobrino, la esposa de este y la hija de ambos.
El disidente está pensando en convertirse en recolector de naranja en la
próxima campaña citrícola, que comenzará en el mes de octubre.
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