2010-01-06.
Alberto Reyes Morales, Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
(www.miscelaneasdecuba.net).- El joven de 32 años Michel Oliva López, me
relata los hechos acaecidos en un intento de salida ilegal del país.
Michel reside en Calle 5ta. Entre D y Final, La Gomera, Santa Clara,
Villa Clara.
"Convivo con mi esposa y 2 niños pequeños, de 2 y 5 años
respectivamente. Trabajo en reparación y llenado de fosforera, pagando
una patente de 80 pesos mensuales, para poder efectuar legalmente esta
actividad. Lo que gano realizando esta función me alcanza de forma
restringida para mal mantener a mi familia".
"Agobiado por la crítica situación establezco conversación con 2 jóvenes
vecinos, dialogamos sobre disímiles problemas que comúnmente teníamos,
las carencias individuales, la persecución policial que pesaba sobre
nosotros por supuestos delitos como por ejemplo, ventas ilícitas,
receptación, acaparamiento y otros más que sólo en Cuba son proscritos.
Sólo nos quedaba una salida a los problemas dialogados, la emigración, a
partir de estas conversaciones comenzamos los preparativos. Contactamos
con dos jóvenes camagüeyanos y con un señor mayor que tenía algunos
conocimientos de marinería por ser hijo de un pescador."
"Pusimos todos el dinero necesario para la compra de los materiales que
se requerían para la fabricación de una embarcación como: cámaras,
madera, encerado, planchas de poli espuma, alimentos, medicamentos de
primeros auxilios, etc. El sacrificio fue grande, puesto que todos estos
materiales son altamente cotizados en el mercado negro. Nos echamos al
mar al amanecer del 8 de abril de 2009".
"Navegamos unas 70 millas y fuimos interceptados por un guarda costa
norteamericanos. Fuimos trasladados a un barco de mayor tamaño y el día
13 de abril de 2009, fuimos devueltos a las autoridades cubanas por la
Base de Bahía Honda, en Pinar del Río. Éramos 57 personas en total,
entre ellas 7 mujeres y dos niños de 5 y 7 años respectivamente. De allí
nos trasladaron a una dependencia de la Seguridad del Estado, enclavada
en Carretera del Asilo Casa Blanca, Ciudad Habana, cerca del hospital
Naval".
"Al llegar allí nos reunieron en un parque y nos dijeron que seríamos
bien atendidos y que debíamos mantener una disciplina adecuada, que no
se tomaría represalia alguna, en cumplimiento de los Acuerdos
Migratorios Cuba-Estados Unidos. Seríamos detenidos durante 72 horas en
cumplimiento a una cuarentena con fines sanitarios preventivos. Desde
que llegamos el señor mayor que nos acompañaba en el intento de emigrar,
establece antagonismos con las autoridades que nos retenían. Discute con
un Mayor de la Seguridad del Estado de raza negra, que dijo llamarse
Camilo, que planteaba la emigración de Cuba era por problemas
económicos. Él respondió que la emigración era de carácter político,
pues no hay economía sin política y viceversa."
"Solicitamos el uso del teléfono para todos los retenidos, con el fin de
avisar a la familia que nos encontrábamos vivos. Esta solicitud fue
rechazada con el argumento, que eran órdenes superiores. Fuimos
encerrados tras una reja, según ellos no estábamos presos. La higiene
era terrible, las heces fecales nadaban en los baños y fuera de ellos.
Un solo jabón para todos los encarcelados, no había pasta dental ni
cepillos (nos los quitaron para quemarlos), ausencia de desodorantes."
"Por todas estas cosas el señor de que hago referencia anunció a las
autoridades que no ingeriría ningún alimento. Esta decisión fue
secundada por la mayoría de los encarcelados. El señor era diabético
dependiente de insulina. A consecuencias de esto, después de ser
trasladados hacia Santa Clara y devueltos a nuestros hogares, el señor
fue ingresado totalmente descompensado del azúcar. ¿Para que hacerte
esta historia Alberto si tu participaste en esta pesadilla? Gracias a
Dios has rebasado y hoy estás mejor de salud."
CRÓNICA DE UNA SALIDA ILEGAL DEL PAÍS - Misceláneas de Cuba (6 January 2010)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=25024
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