El incierto futuro de Cuba
Dolia Leal Francisco
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - La mayor parte de los estudiosos
de la situación cubana están de acuerdo en que en el país, a corto
plazo, habrán de producirse cambios de importancia.
El pueblo se pregunta si estos cambios serán para mejorar o para
empeorar su precaria situación. Efectivamente, esta preocupación es
válida, porque, como dice el refrán popular una cosa es con guitarra y
otra con trombón.
En diversos simposios efectuados en prestigiosos medios académicos del
exterior se ha especulado mucho al respecto, comparándose la actual
problemática cubana a los acontecimientos que motivaron las diversas
transiciones en otros países de América y de Europa. Pero la visión que
tiene los cubanos de la actual coyuntura económico-político-social en
que se encuentra la nación, difiere mucho de las conclusiones y
propuestas emanadas de dichos encuentros.
En las circunstancias muy diferentes a las ocurridas en los países
tomados como referencia en dichos eventos.
En la Europa del Este, España, China, e incluso Viet Nam, la "generación
histórica" había sido sustituida por una o varias generaciones de nuevos
políticos que comprendían la necesidad del cambio. Debe resaltarse que
en el caso de los países de Europa del Este, siempre se vio a los
soviéticos como una fuerza de ocupación.
En América Latina el cambio estuvo signado porque a las dictaduras
militares se les hizo muy difícil mantenerse en el poder.
La realidad cubana puede resumirse en varios aspectos:
1. Permanencia de la llamada generación histórica en el poder
2. Inmovilismo oficial
3. Ruina económica
4. Corrupción generalizada
5. Emigración
La dirigencia del país permanece activa y no está dispuesta a ceder el
poder a nadie. El desastre económico que asola el país incide en los
exiguos recursos de que dispone la familia cubana para su subsistencia,
lo cual redunda en el incremento del desinterés por el trabajo en las
empresas estatales no vinculadas al pago en divisas, y también en un
aumento en la desvinculación de los centros laborales y de estudio,
particularmente de los jóvenes.
El flujo migratorio, que actualmente es un problema muy serios para Cuba
y los Estados Unidos, es un proceso incontenible, pudiendo predecirse
un incremento paulatino del mismo a medida que la crisis económico se
haga más insostenible.
En tanto Fidel Castro permanezca en cama, pero mandando, el general Raúl
Castro no asumirá completamente el poder real. Los dirigentes de línea
dura, en esa situación, se opondrán a cualquier cambio.
¿Hasta dónde podrán los actuales gobernantes mantener el control del
país? Habrá que esperar lo hechos que se vayan produciendo durante este
año bisiesto. Los pronósticos no son nada halagüeños para nadie.
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