Tres ciudadanos condenados a penas de hasta cinco años por desorden en
autobús
Osmel Kindelán, Yoandri Kindelán y Rashid Torres, fueron sancionados a
cinco, tres y dos años de prisión, respectivamente.
Agencias
jueves 20 de diciembre de 2007 14:06:00
Un tribunal condenó a penas de hasta cinco años de cárcel a tres hombres
que provocaron un desorden público en un autobús, como parte de las
medidas para castigar las indisciplinas sociales que agudizan la crisis
del transporte, informó este miércoles el oficialista diario Granma,
reportó AFP.
Según un informe publicado por el rotativo, Osmel Kindelán, Yoandri
Kindelán y Rashid Torres, fueron sancionados a cinco, tres y dos años de
prisión, respectivamente, por "la comisión de los delitos de desorden
público, atentado y coacción".
Los tres jóvenes, cuyas edades no se precisaron, provocaron el pasado 29
de octubre un desorden público dentro del ómnibus, que concluyó con una
lesión del conductor, forcejeos con un agente de la Policía que los
había requerido para que pagaran el pasaje y amenazas contra el chofer,
subrayó Granma.
Según Granma, "actitudes antisociales" como la de los tres hombres
dañaron hasta la fecha 27 autobuses, entre ellos 16 Mercedes Benz y 11
de la marca Yutong, que el gobierno ha adquirido como parte de un
programa que inició en 2004 para reanimar su transporte, colapsado desde
los años noventa.
Otro hombre fue condenado la semana pasada a cuatro años de prisión por
romper de una pedrada la ventana de un autobús.
El ministro del Transporte, Jorge Luis Sierra, afirmó la semana pasada
que el gobierno invierte más de 2.000 millones de dólares, un cuarto de
ellos en la compra de 3.500 ómnibus a China y Rusia, para aliviar la
crítica situación del transporte.
Pero Sierra señaló que "las inversiones no son exclusivamente las que
pueden resolver los problemas", y llamó a actuar con mano dura ante las
indisciplinas que agravan la crisis del transporte.
El parque de ómnibus en la Isla resulta a todas luces insuficiente,
debido a la demanda pública y a la crisis del transporte, que casi
supera los veinte años y apenas ha sido remediada. El transporte
interurbano es escaso, y más todavía el interprovincial. Son conocidas
las odiseas de los ciudadanos para viajar de un extremo a otro de la
capital, y más terribles, si intentan hacerlo de una provincia a otra,
sumado al alto costo de los pasajes.
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