Miércoles, 11 de Abril de 2012 03:18
Escrito por Osmar Laffita
Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Más de doscientas personas
se dieron cita el 30 de marzo a las 4 pm en el Aula Magna del Instituto
de Estudios Eclesiásticos "Padre Félix Varela", ubicado en el antiguo
"Seminario San Carlos y San Ambrosio" de la Arquidiócesis de La Habana,
invitados por la revista "Espacio Laical", donde disertó Carlos
Saladrigas, empresario cubanoamericano de sesenta y tres años,
presidente del Grupo de Estudios sobre Cuba, al cual pertenecen
numerosos empresarios de origen cubano.carlos_saladrigas
Entre los asistentes estuvieron intelectuales como Carlos Alzugaray,
Esteban Morales, catedrático de la Universidad de La Habana, Aurelio
Alonso, editor de la revista Casa de Las Américas, Desiderio Navarro,
Director del Centro Cultural Criterio, Monseñor Carlos Manuel de
Céspedes García Menocal y el Padre José Peti, Roberto Veiga González,
editor de la revista "Espacio Laical", diplomáticos de las legaciones de
Estados Unidos y el Reino de España.
También concurrieron a la conferencia de Saladriga los opositores
Leonardo Calvo, Oscar Espinosa Chepe y su esposa, la periodista
independiente Miriam Leyva, Antonio Madrazo y Pedro Campo, promotor del
proyecto "Socialismo Libertario", la prensa extranjera acreditada y
periodistas independientes, entre ellos Iván García, los blogueros y
periodistas Yoani Sánchez y su esposo Reynaldo Escobar, Miriam Celaya,
Eugenio García y Dimas Castellanos, así como el coordinador del proyecto
SATS, Antonio Rodiles, acompañado de Eliécer Ávila.
A modo de presentación de la actividad, Lenier González Medero, a nombre
de Yosvanis Carbajal, rector del Instituto de Estudios Eclesiásticos,
les recordó a los presentes que hará un año circuló una polémica
entrevista que la publicación "Palabra Nueva" hizo a Carlos Saladriga,
la cual permitió abrir un diálogo en torno a las posibilidades de
participación de la diáspora cubana en el quehacer social de Cuba.
Ese debate, que hoy se retoma con más fuerza, posibilitó soslayar
conceptos hirientes y vejatorios que prevalecen en ambas orillas del
estrecho de la Florida.
Para continuarlo, Saladrigas volvió a Cuba y expuso sus ideas, que hace
un año dieron lugar al actual debate en que está involucrada la diáspora
y los elementos más dinámicos de la emergente sociedad civil, que cada
día cobra mayor fuerza y que nada tiene que ver con el discurso
excluyente e intolerante de las autoridades cubanas.
Es menester detenerse en determinados aspectos de la exposición de
Saladriga que cobran actualidad, como es el caso de su visión de la
dinámica de la emigración.
Señaló Saladrigas: "Muchos países han aprendido a incorporar a sus
emigrados de una forma positiva, productiva e incluyente; tenemos los
ejemplos del rol positivo que hoy desempeña la diáspora china,
vietnamita, india y mexicana".
En cuanto al desgarramiento que sufren las naciones por el éxodo masivo
de emigrantes, Saladriga puntualizó: "Cuba no es el único país de
América que ha sufrido una emigración desangrante; ahí están los casos
de México, República Dominicana, Haití, Puerto Rico, los países de
Centroamérica, que han sufrido y sufren migraciones mayores que Cuba."
En torno a las remesas, tema que ha pasado a ser secreto de Estado de
las autoridades cubanas, Saladrigas señaló: "Las contribuciones de las
remesas por parte de la diáspora no se limitan solo al envío de dinero,
aunque es importante; estas adquieren mayor relevancia en la medida en
que se integran al desarrollo económico, político, cultural y social del
país al que se envían, algo que no ocurre en estos momentos en Cuba."
El conferencista señaló que sería injusto ignorar al exilio histórico en
un futuro proceso de reunificación y reconciliación. Habrá que tener en
cuenta que ese exilio histórico está integrado por aquellos que llegaron
a los Estados Unidos a inicios de los años 60 del siglo pasado. Hoy
resulta fácil ver los éxitos económicos y políticos logrados por ese
sector del exilio, pero recalcó que no se puede olvidar el alto costo
que tuvo que tributar para alcanzar lo logrado hoy, a pesar de que su
arribo a Norteamérica fue en los momentos en existían oportunidades
económicas que hoy no existen. Pero no se puede olvidar que ese exilio
fue duro, triste, difícil, y estuvo acompañado de grandes sacrificios.
Por eso llamó a los presentes a no confundir el exilio histórico con el
histérico, porque el exilio histórico es noble y generoso, a diferencia
del histérico, que es irresponsable, se cree poseedor de la verdad
absoluta. Estos últimos se catalogan como intransigentes, porque ven la
intransigencia como una virtud; se resisten a cambiar, como si las cinco
décadas trascurridas no fueran más que suficientes para demostrar la
necesidad urgente de cambios.
Para Saladrigas, los histéricos de aquí y de allá son los intolerantes
que no permiten que otros expongan sus ideas; son antropófagos, que
devoran a sus semejantes con ataques personales, insultos y calumnias;
prefieren la violencia en lugar de la paz. Son los inmovilistas, los de
Cuba y los del exilio, los que restan y dividen, los que en palabras de
José Martí, "destruyen en vez de construir".
Saladrigas considera que existe un gran futuro para construir una Cuba
mejor para las futuras generaciones. Pero advirtió que el tiempo se
acaba, por lo que urge derribar los muros construidos en las dos
orillas, y en lugar de ellos, tender puentes para edificar una Cuba
libre, soberana, incluyente, próspera, diversa, rica, justa, equitativa
y generosa. "Con todos y para el bien de todos", como dijera Martí.
Esa es la Cuba que sueñan todos los buenos cubanos, no importa dónde
estén. Por eso, Saladriga hizo un llamado a los asistentes para entre
todos hacer ese sueño realidad.
Para Cuba actualidad: ramsetgandhiu@yahoo.com
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