La crónica de un retiro
mayo 31, 2016 2:07 pm  por Juan Gonzalez Febles
Lawton, La Habana, Juan González, (PD) Desde la siempre fraterna 
MartiNoticias, nos llega con la autoría de Armando de Armas, su trabajo 
titulado: "Fernández Mell: embajador de Cuba, alcalde de La Habana y 
jubilado en Galicia".
Se trata de la crónica del retiro de uno de los más fieles y eximios 
servidores del líder histórico del desastre nacional cubano y culpable 
en jefe, de todo lo peor Cuba adentro: Fidel Castro.
A algunos que leyeron la entrega de Armando de Armas les cuesta trabajo 
entender cómo es posible que Oscar Fernández Mell, que estuvo con Fidel 
Castro en la Sierra Maestra durante la "guerra" manigüera contra 
Fulgencio Batista, que fue amigo íntimo del Che Guevara, la fría y 
eficiente máquina de matar, general, jefe médico y un muy alto 
funcionario en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, embajador en 
Inglaterra y Finlandia, alcalde durante más de diez años de La Habana, 
ahora vive ausente de la "gloria en que han vivido", en la Galicia de 
nuestra desgracia y sus ancestros.
Lo más coherente es que hubiera permanecido por acá, en el infierno que 
contribuyó a crear. ¿Qué hace tan lejos?
En Cuba, Fernández Mell se hizo acreedor de una cómoda residencia en el 
Miramar del privilegio, que recibió como botín y no como fruto de 
esfuerzo honrado alguno.
¿Por qué alguien con su nivel de compromiso se va tan lejos a disfrutar 
su tajada del pastel?
Parece ser una tendencia que algunos escogidos entre los paniaguados y 
herederos sin gloria, se vayan a España, Italia, Estados Unidos, etc., a 
terminar en paz su periplo de servicios. ¿Se tratará de que alguien les 
preserve de algunos horrores que vendrán?
Fernández Mel, como reseña el trabajo publicado por MartiNoticias, en su 
momento y en calidad de embajador extraordinario y plenipotenciario de 
Cuba en el Reino Unido, fue responsable del incidente protagonizado por 
uno de los miembros de la misión diplomática castrista por aquellos 
lares. En el mejor estilo de los sicarios de carteles criminales 
latinoamericanos, un funcionario a él subordinado abrió fuego de forma 
indiscriminada en una concurrida calle de la capital británica para 
asesinar o impedir la deserción de otro diplomático. Dejó a un hombre 
con heridas de bala. El gobierno británico expulsó a Fernández Mell y al 
otro involucrado en el hecho delictivo.
En Cuba, Fernández Mell no la pasó nada mal. Por un tiempo, vivió en las 
residencias que ocupaba el argentino Ernesto Che Guevara, a quien 
acompañó en su errática y fracasada aventura africana. También, ligó 
bueno, lo mejor de su tiempo. Su novia y después esposa, Odalys Fuentes, 
fue una famosa y por entonces bellísima modelo televisiva que promovió 
la cerveza Hatuey y los maquillajes y cosméticos Max Factor. El propio 
Guevara, que no siempre anduvo ocupado en matar a alguien, fue el 
padrino de sus esponsales.
Como Fernández Mell ya tiene más de ochenta años, está en el momento 
adecuado para más de un retiro. ¿A qué le teme?
Por lo pronto y para mantener la mente positiva, me pregunto: ¿Será 
posible que le consiga acomodo por allá a Raúl Castro? De ser así, 
prestará el servicio más valioso de su vida. Servicio que todos por acá 
le agradeceremos eternamente.
j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González
Source: La crónica de un retiro | Primavera Digital - 
http://primaveradigital.net/la-cronica-de-un-retiro/
 
 
No comments:
Post a Comment