En Guanabacoa dejan derrumbarse el patrimonio
CAMILO ERNESTO OLIVERA | La Habana | 28 Feb 2016 - 10:12 am.
Fue el lugar de descanso y veraneo de la burguesía criolla durante los
siglos XVIII y XIX. Según los expertos en la materia, el patrimonio
inmobiliario histórico de Guanabacoa es uno de los más valiosos, entre
los que se conservan en la zona occidental del país. Sin embargo, un
recorrido por las calles enmarcadas dentro del llamado Casco Histórico
del poblado, deja como resultado una sensación de incertidumbre y
desolación. Poco ha significado para este sitio, en la práctica, haber
sido nombrado Monumento Nacional. Hace siete años, los jóvenes
realizadores audiovisuales Hansel Leyva y Christian E. Torres, ambos
vecinos de esta villa, realizaron un documental titulado Hogar dulce
hogar. En el reflejaron la triste realidad de una de las más antiguas
poblaciones cubanas.
En Guanabacoa se suman constantemente derrumbes resultantes de la
desidia gubernamental y la falta de recursos que padecen los dueños de
inmuebles, lo cual les impide actuar para conservarlos.
Se han destruido, y han desaparecido a golpe de mandarria y buldóceres
las residencias de descanso de los Condes de Jaruco y de Barreto,
respectivamente. La casa natal de Ernesto Lecuona fue demolida hace
décadas para convertir el terreno que ocupaba en un parqueo. Hoy una
tarja, borrosa y rodeada de maleza, es todo lo que identifica el lugar.
La residencia Urzáis, una de las más grandes y hermosas edificaciones de
la zona, que estaba aledaña a lo que desde 1962 es el Anfiteatro de
Guanabacoa, fue abandonada a su suerte. Hasta inicios de la década de
los 90 se ubicó allí un policlínico. Las autoridades de Salud Pública
evacuaron el inmueble cuando no pudieron repararlo. A mediados de la
crítica década de los 90 solo quedaban en pie de él algunas paredes
rodeadas por la maleza y la basura.
Otros sitios importantes como el antiguo teatro Fausto —donde actuaron
Sarah Bernhardt y Rita Montaner— y el otrora Casino Español La Viña,
permanecen malamente en pie. El teatro acoge en su antiguo recibidor a
una peña de dominó. El resto del recinto ha sido almacén para acopio de
productos agrícolas y refugio de familias. La Viña es un centro
gastronómico y solo es reconocible por las paredes que no han caído.
Esta era una edificación de dos pisos que fue derrumbándose, quedando
las tapias exteriores.
La hermosa Casa de Las Figuras primeramente fue la Funeraria Caballero
durante el periodo republicano. Hoy es sede de la Funeraria Municipal.
Su estructura original se derrumbó. Fue sustituida por una edificación
moderna.
La misma suerte corrió el Hospital de Caridad, reconstruido con otro
diseño y actualmente sede del policlínico "Machaco" Ameijeiras.
Pedro Herrera contra los molinos de viento
Cuando fue entrevistado en 2009 para el antes mencionado documental
Hogar dulce hogar, Pedro Herrera, Historiador de Guanabacoa, parecía un
quijote triste pero persistente en su lucha contra los molinos de la
desidia.
Gracias a su gestión, en el año 2008 la Comisión de Monumentos local
pudo evitar la desaparición de la Estación de Frexes. Construida en el
siglo XIX, la estancia sirvió, durante la primera mitad del siglo XX,
para el servicio de tranvías locales. Más recientemente, fue utilizada
como parqueo para los camiones destinados a la recogida de basura.
También se ha empleado como espacio para la comercialización de
productos agropecuarios. La Comisión de Monumentos logró revertir la
orden de demolerla, por peligro de derrumbe, dada por los directivos del
Poder Popular Municipal.
Su desgaste no ha sido revertido por ninguna acción gubernamental.
La Casa de las Cadenas, apuntalada y en estática milagrosa
Sus paredes se han sostenido por más de 270 años. Sin embargo, los
techos de madera y tejas del segundo nivel de la Casa de las Cadenas han
ido colapsando por el accionar del clima y el abandono. Las raíces de
arbustos y tunas atraviesan las paredes interiores a la intemperie. Las
paredes exteriores están agrietadas. En meses recientes los balcones del
segundo piso han sido apuntalados para evitar que se desplomen.
Según la tradición oral, documentada por Elpidio de la Guardia en su
Historia de Guanabacoa: "fueron resguardadas en ese lugar las imágenes
religiosas de la aledaña Parroquial Mayor, durante un fuerte temporal
que destruyó al pueblo" en 1730. También se oficiaron allí las misas
durante ese periodo.
Como compensación, el dueño de la casa fue acreditado por el Rey Felipe
V de España, para conceder derecho de asilo a fugitivos de la justicia.
Solamente otras dos edificaciones en todo el Imperio Español tuvieron
esta prerrogativa. Una todavía se conserva en la ciudad española de
Cádiz, la otra fue ubicada en Ciudad de México.
Por sus características e historia, la Casa de las Cadenas es el
inmueble histórico más valioso de la localidad y, posiblemente, uno de
los más preciados en la Isla.
En fecha reciente el tramo de la Calle División, entre Cadenas y Martí,
fue limitado al tráfico. El cierre obedeció al peligro de derrumbe, por
la rajadura que presenta la estructura de la casa en su pared frontal,
de cara al tramo mencionado.
Las autoridades del municipio nada han hecho al respecto. La Oficina del
Historiador de La Habana, brilla por su desidia y ausencia.
Una secuencia de olvidos, abandonos y derrumbes azota al Casco Histórico
de Guanabacoa. Este drama transcurre, ante la mirada indignada de los
guanabacoenses, y silenciado por los medios de difusión estatales.
Source: En Guanabacoa dejan derrumbarse el patrimonio | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1456603842_20544.html
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