Los no sabores y la estafa
diciembre 30, 2015
Irina Pino
HAVANA TIMES — Mientras ando en la calle por gestiones, trabajo, o
simplemente para salir con mis amigos, resulta inevitable consumir
chucherías, alimentos para entretener a la boca, como se dice
vulgarmente; pueden ser cucuruchos de maní, rositas, cremitas de leche,
galleticas, tabletas de chocolate…, disímiles mercancías que ofertan los
vendedores callejeros en unos carritos de metal, que suelen apostarse en
los lugares más concurridos de la ciudad, como Coppelia o la Plaza San
Francisco de Asís, en la Habana Vieja.
Lo que venden son los mismos productos, tanto en contenido, como en
envoltura; sin embargo, lo que más sorprende es que los sabores de toda
esta mercadería es pura basura, sin calidad, lo que más se acerca a su
sabor son los chiviricos, pues las cremitas no saben a leche, los maníes
saben a frijoles colorados, y las tabletas de chocolate carecen de
sabor, y su consistencia es pegajosa.
Las galleticas son las mismas que venden en la tienda, de las más
baratas, preparadas en paquetes minúsculos, que apenas llegan a 10
galletas y cuestan cinco pesos. A pesar de no ser caras estas boberías,
consume unas cuantas cada vez que salgas, y así perderás dinero, gastado
inútilmente, sin provecho alguno.
Y para qué hablar de los sabores de Coppelia, lugar emblemático para los
cubanos, alejado totalmente de lo que fue en varias décadas, con solo
dos sabores en la tabilla del menú, cuál de ellos más artificial,
inconsistente, que se derrite con rapidez al servirlo. Da grima ir a ese
sitio, con un mal servicio y un robo a mano armada, donde observas
descaradamente como salen individuos con grandes bolsas repletas de
tinas de helado, y pasan por tu lado como si nada.
No obstante, existe la opción de comprar helado Nestlé, sin hacer cola,
aunque ya no se puede confiar en su sabor, pues se están dando casos de
falsificaciones. He conocido testimonios de personas que dicen haber
sido estafadas, pues han consumido un helado Nestlé falso, un pote
relleno de algo que ni siquiera se le asemejaba.
Y es cierto, hace unos días fui al centro comercial La Puntilla, a una
cuadra de mi casa, y le compré a mi hijo un helado Nestlé de chocolate.
El chico enseguida se percató de que no era su sabor original, sabía a
agua, estaba congelado.
Entonces, lo llevé de inmediato a la cafetería de la tienda para
devolverlo. Me lo cambiaron enseguida. Este es otro caso de los trucos
que se están sucediendo en las tiendas y en los pequeños comercios,
desde los cigarros falsos, el ron, y los frascos de refrescos.
De igual modo, de introducen comestibles en los Ditú, esos timbiriches
de comida rápida, donde traen a diario croquetas caseras, después que se
terminan las otras.
Se habla de fábricas clandestinas de todo tipo, falsificaciones que
están denigrando a los auténticos productos y robando a los consumidores
sin piedad. También en los Agromercados, se altera el sabor de las
frutas para madurarlas, y no tienen calidad, lo que constituye una
amenaza para la salud humana.
No hay control para estos desmanes, ¿por qué no se dan a la tarea de
perseguir a todos estos delincuentes y acabar con la estafa? Da risa
poner una serie policíaca televisiva como Tras la Huella, donde todo se
resuelve y se hace justicia al final.
La realidad es que, los sabores verdaderos solo viven en nuestros recuerdos.
Source: Los no sabores y la estafa - Havana Times en español -
http://www.havanatimes.org/sp/?p=111672
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