Practicar derecho penal en Cuba, misión imposible
"Llevo alrededor de seis años trabajando en el sector jurídico y de
ellos más de la mitad en el Bufete. Vine con muchas ilusiones"
martes, octubre 27, 2015 | Roberto Jesús Quiñones Haces
ogacía", convocado por la Organización Nacional de Bufetes Colectivos
(ONBC) y los medios oficialistas cubanos forman tal alharaca que
pareciera que el sistema jurídico cubano es uno de los más modernos y
garantistas del mundo.
Este año el evento internacional se realizó entre el 21 y el 23 de
octubre y estuvo centrado en temas como el régimen laboral y el contrato
de compraventa internacional en el contexto de la inversión extranjera,
los litigios civiles y penales, la valoración y credibilidad de la
prueba, el enfrentamiento a la corrupción y los dilemas éticos de la
profesión.
Sabemos que a los colegas oficialistas les está vedado adentrarse en el
lado oscuro de los fenómenos sociales. Jamás he visto un solo reportaje
de unos de estos profesionales sobre lo que piensan los ciudadanos
acerca de nuestro sistema de justicia penal, muchos menos sobre lo que
piensan quienes están presos, o sobre las condiciones infrahumanas de
los detenidos.
Una cosa es la vitrina que cada año montan los jerarcas de la ONBC y
otra la realidad que viven cotidianamente los abogados y sus clientes.
¿Qué hay detrás de los reportajes de la televisión y la prensa? ¿Qué
opinan algunos abogados guantanameros sobre el congreso y su día a día?
Con el objetivo de dilucidar estas cuestiones abordamos a varios
abogados de los Bufetes Colectivos de Guantánamo, quienes pidieron
encarecidamente que no reveláramos su identidad.
Varios letrados guantanameros opinan
"Llevo alrededor de seis años trabajando en el sector jurídico y de
ellos más de la mitad en el Bufete. Vine con muchas ilusiones pero un
hecho bastó para ubicarme en tiempo y espacio", nos dijo una joven
abogada, graduada de la Facultad de Derecho de Guantánamo. Ante mi
curiosidad, refirió que apenas cuatro meses de haber ingresado al Bufete
le asignaron la defensa de oficio de un joven opositor.
"Me estudié muy bien el expediente, investigué la declaración del
acusado y comprobé que era cierta. Cuando me presenté en el Tribunal
Municipal de Guantánamo el día del juicio la sala ya estaba llena de
agentes de la Seguridad del Estado y colaboradores vestidos de civil, al
extremo de que ni la esposa del acusado pudo presenciar el juicio. Dos
testigos presenciales propuestos por mí no fueron aceptados por el
tribunal y mi defendido fue sancionado por una supuesta resistencia. A
pesar de que oportunamente denunció al guardia que lo lesionó, ese
juicio nunca se realizó . Escribí una queja a varias instancias y pocos
días después fui cuestionada por algunas expresiones que según los
jueces hice ante el tribunal. Desde entonces el derecho penal está
prohibido para mí", concluyó.
Otro colega, un abogado treintañero asegura que lo establecido en la Ley
de Procedimiento Penal, aun siendo desventajoso para el acusado y su
defensor, si se cumpliera, sería algo positivo, pero las pocas garantías
se violan constantemente y no hay a quien reclamar. "A veces los
acusados se desesperan con razón y nos achacan un comportamiento pasivo.
Pero hay que conocer el sistema jurídico cubano para saber los riesgos
que corres aun siendo abogado, porque al final ningún dirigente de la
ONBC va a defenderte".
Otro colega, se queja del exceso de controles que existen en la ONBC,
algo que implica que el abogado pierda mucho tiempo cumpliendo con
formalidades en vez de adentrarse en el estudio y defensa de los casos
puestos a su disposición. "Esta organización gana gran cantidad de
dinero, pero las condiciones de trabajo dejan mucho que desear. En
primer término no hay privacidad pues en cada oficina trabajan tres o
cuatro abogados, el calor es infernal y carecemos de medios de
transporte adecuados debiendo depender en muchos casos del que resuelvan
los familiares del cliente. En la ONBC los autos, los viajes al
extranjero, las vacaciones en el motel de Calabazar y la participación
en este tipo de congresos son para los jefes", concluyó.
Todos los años lo mismo
No hay que ser un especialista para saber que las legislaciones penal,
civil y administrativa cubanas están entre las más atrasadas y con menos
garantías del mundo.
Desde los años 80 del pasado siglo se nuclearon alrededor de la
Corriente Agramontista de Abogados Independientes de Cuba, presidida por
el Dr. René Gómez Manzano, varios juristas que desde dentro de las
estructuras de la ONBC pretendían lograr un cambio en el panorama
jurídico del país. Entre sus objetivos estaba lograr modificaciones en
las legislaciones penal y civil y mejores condiciones de trabajo y
salario para los abogados. Mantener esa postura provocó su expulsión de
la ONBC y, en algunos casos, la cárcel.
En 1991 un número considerable de abogados se pronunció por la
modificación de la Ley de Procedimiento Penal. El reclamo expuesto con
más fuerza era que el abogado fuera parte en el proceso penal desde el
mismo momento de la detención del acusado, como ocurre en la gran
mayoría de los países civilizados.
Para alguien que desconozca la realidad cubana puede resultar
sorprendente que 24 años después, en la emisión estelar del noticiero
nacional de televisión de la noche del miércoles 21 de octubre, una
joven abogada refiriera ante las cámaras que ese sencillo derecho
continúa siendo una quimera en Cuba.
Source: Practicar derecho penal en Cuba, misión imposible | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/practicar-derecho-penal-en-cuba-mision-imposible/
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