Obama recluta al empresariado en su estrategia cubana
La Casa Blanca quiere que el sector privado haga de "avanzada" en Cuba
SILVIA AYUSO Washington 23 JUL 2015 - 05:18 CEST
Objetivo declarado de la Casa Blanca: acabar con la "fracasada política" 
del embargo a Cuba.Obstáculo: el Congreso estadounidense que tiene la 
última palabra para acabar con las restricciones comerciales de más de 
medio siglo a la isla. Solución: hacer fuerza con los más interesados 
dentro de Estados Unidos en los cambios, ese sector privado ansioso por 
no perderse el gran pastel de negocios que ve en la isla.
Ese fue el objetivo principal de la reunión tanto informativa como 
exploratoria de nuevas medidas de flexibilización que celebró este 
miércoles a puerta cerrada la Casa Blanca con unos setenta empresarios 
cubanoamericanos, miembros de industrias y del sector agrícola, 
abogados, representantes de grupos de interés y de laboratorios de ideas 
vinculados con Cuba, según ha podido confirmar EL PAÍS.
"Quieren que seamos la avanzada" de los cambios, explicó bajo condición 
de anonimato uno de los empresarios participantes en el encuentro, 
celebrado tan solo dos días después del restablecimiento de relaciones 
diplomáticas con la isla tras más de medio siglo.
"Básicamente nos han dicho: ustedes los empresarios pueden ir mucho más 
adelante que nosotros. Busquen los huecos que haya en el embargo donde 
se puedan colar y díganle al Gobierno cubano que empiece a mostrar 
interés en trabajar con nosotros, y nosotros vamos a trabajar más", resumió.
"La Casa Blanca quiere poder contar con estos grupos con lo que se vaya 
a hacer en el futuro", corroboró otro invitado a la reunión auspiciada, 
precisamente, por grupos que hacen un fuerte lobby a favor del 
levantamiento del embargo.
En la cita participaron altos funcionarios del ejecutivo de Obama como 
su asesor Ben Rhodes, que codirigió las negociaciones secretas que 
llevaron al anuncio de normalización de relaciones en diciembre. También 
estuvo presente la secretaria de Estado adjunta para América Latina, 
Roberta Jacobson, y su mano derecha Mark Feierstein, además del 
encargado de negocios de la recién inaugurada embajada estadounidense en 
La Habana, Jeffrey DeLaurentis. Por el encuentro también pasó a saludar 
en nombre del presidente su asesora y amiga personal Valerie Jarret, 
quien dio las gracias en nombre de Obama a los presentes por su apoyo a 
su política hacia Cuba, de acuerdo con las fuentes.
Hasta dónde más está dispuesto a llegar Obama por su cuenta es la gran 
pregunta. Algunos de los participantes salieron convencidos de que el 
anuncio de nuevas acciones ejecutivas para flexibilizar aún más las 
relaciones comerciales y hasta los viajes individuales -hasta ahora 
prohibidos- a la isla es "inminente". Una fuente oficial de la Casa 
Blanca negó sin embargo a este periódico tal extremo. "No tengo anuncios 
sobre próximas regulaciones en materia de viajes", replicó a una 
pregunta concreta al respecto.
A la par sin embargo, la fuente confirmó, también bajo condición de 
anonimato, que todavía puede haber espacio para una mayor manga ancha en 
la liberalización de los límites a los contactos con la isla, ya sea 
mediante acciones presidenciales como las que en enero ya flexibilizaron 
los viajes y el comercio, o con otros instrumentos.
"El presidente ha sido muy claro en su apoyo a medidas para mejorar los 
viajes y el comercio y para aumentar los contactos persona a persona, 
apoyar a la sociedad civil en Cuba y respaldar el naciente sector 
privado cubano, así como mejorar el libre flujo de información hacia, 
desde y entre los cubanos", declaró al respecto.
"Se ha dejado claro que seguirán buscando oportunidades para seguir 
mejorando la política y el presidente podría tomar pasos adicionales si 
lo cree conveniente", corroboró uno de los consultados que acudieron a 
la reunión, en la que el Gobierno también dio más detalles sobre la 
reapertura de embajadas y trató la cuestión de derechos humanos.
Mientras se deciden nuevas medidas y sus tiempos, los empresarios son 
para la Administración Obama una forma clave de "presión" continuada 
frente al Congreso en contra del embargo. El ejemplo esbozado es la 
empresa Airbnb. Con su desembarco en Cuba en abril, la plataforma de 
alquiler de viviendas no solo abrió una oportunidad de negocio en la 
isla, sino que además aumentó la presión al Congreso para que libere los 
viajes a la isla, la prioridad declarada de una Casa Blanca convencida 
de que no hay mejor diplomacia que el turismo y los encuentros cara a 
cara entre los pueblos.
Además de los empresarios, el Gobierno de Obama sabe que cuenta con otro 
aliado: la población estadounidense que, según una encuesta publicada 
esta misma semana, apoya ampliamente tanto los recién reanudados lazos 
diplomáticos como el levantamiento del embargo.
Source: Obama recluta al empresariado en su estrategia cubana | 
Internacional | EL PAÍS - 
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/07/23/actualidad/1437619613_469964.html
 
 
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