El balance de la agricultura
OSMAR LAFFITA ROJAS | La Habana | 17 Jul 2015 - 10:47 am.
Retrocede la producción agrícola en cinco años del gobierno de Raúl 
Castro. Las formas cooperativas y privadas han demostrado ser las más 
productivas.
De acuerdo al informe sobre el uso  de la tierra de la Oficina Nacional 
de Estadística e Información (ONEI), en su edición de marzo de 2014,  de 
las 6.342.400 hectáreas de tierra cultivables, las empresas  agrícolas 
estatales poseen 1.851.600, las Unidades Básicas de Producción 
Cooperativas (UBPC)  poseen 1.677.500, la Cooperativas de Producción 
Agropecuarias (CPA)  poseen 52.500, las Cooperativas de Créditos y 
Servicios (CCS)  cuentan con 39.600, los campesinos poseen 1.395.500, y 
los usufructuarios de tierra, 1.325.700.
El pasado año las empresas agrícolas explotaron 471.700 hectáreas, las 
UBPC  851.300, las CPA  30.200, las CCS  15.000, los campesinos 703.000 
  y los usufructuarios  574.600. En  conjunto, hacen un total de 
2.645.800 hectáreas cultivadas. Cerca del 50% del total de la tierra 
cultivable, 3.696.600 hectáreas, permanecieron ociosas o mal atendidas.
Para poder garantizar la entrega normada de alimentos a la población, el 
Gobierno tuvo que destinar más de 2.000 millones de dólares para 
comprarlos en el exterior, cuando muchos de ellos se pueden producir  en 
Cuba.
De las 4 .020.900 toneladas de alimentos producidas el pasado año, las 
366 empresas pertenecientes al Ministerio de Agricultura solo aportaron 
el 10% del total.
Las 1.754 UBPC que funcionan en Cuba, que después de las empresas 
agrícolas son las que poseen la mayor cantidad de las mejores tierras 
cultivables, solo lograron el 6,1% del total de la producción agrícola. 
  Su mal trabajo y las ineficiencias en su funcionamiento se traducen en 
  reiterados incumplimientos de sus planes productivos y en que un 
número apreciable de ellas reporten pérdidas.
Las 2.054 CCS y los campesinos privados fueron quienes mayor producción 
reportaron: en conjunto, un 74,6% del total.
Las formas cooperativas y privadas han demostrado ser las más 
productivas  a pesar de las muchas dificultades que tienen que enfrentar.
Esas dificultades se deben principalmente al mal desempeño de las 
empresas mayoristas de aseguramiento de la agricultura y de los 
establecimientos que venden los insumos a los productores para la 
atención a sus cultivos, que por lo general nunca llegan en el tiempo 
convenido, además de ser caros y de mala calidad.
Otra dificultad que confrontan las CCS y los campesinos es la tardanza 
en la llegada del transporte para la recogida a tiempo de sus cosechas. 
Debido a ello, muchas veces se echan a perder y tienen que ser 
destinadas a alimentar a los cerdos, estando en falta esos productos en 
la red minorista de los mercados agropecuarios estatales y privados.
Como las empresas de Acopio no garantizan la recogida a tiempo de sus 
cosechas, muchos productores, ante de perderlas, las negocian por la 
izquierda con los intermediarios y revendedores.
Para amortizar los gastos, a los precios suman el dinero invertido en el 
proceso productivo. Eso explica por qué el precio de los productos que 
se venden en las tarimas de los agromercados están duplicados y triplicados.
La indetenible espiral de los altos precios de los alimentos afecta a la 
mayoría de la población, cuyos  salarios no sobrepasan los 23 dólares 
mensuales.
La producción agrícola ha retrocedido en los cinco años del gobierno del 
general Raúl Castro.
Las empresas agrícolas y las UBPC, que en  conjunto poseen 3.529.100 
hectáreas de tierra,  solo aportaron el 16,1% del total de lo producido 
nacionalmente, cuando son precisamente estas formas de producción las 
que disponen de los recursos y los medios para lograr cosechas 
abundantes y con calidad.  De haber logrado producir más, hubieran 
contribuido de manera ostensible a la rebaja de los altos precios de los 
productos del agro y hubieran contribuido a la sustitución de 
importaciones, pero nada de eso se pudo materializar.
Sobre las UBPC, las empresas agrícolas ejercen excesivos controles. 
Estas empresas no las reconocen como verdaderas cooperativas, lo cual 
es violatorio de las resoluciones 629/04 y 525/03 del Misterio de la 
Agricultura, que pusieron en vigor las 17 medidas que dejan claro que 
las UBPC no tienen ningún vínculo de dependencia ni supeditación a 
dichas empresas y que pueden establecer relaciones contractuales con 
personas jurídicas y naturales, sin que medie ninguna autorización por 
ninguna otra entidad estatal para realizar cualquier tipo de transacción 
económica.
Las resoluciones de marras dicen que en las UBPC se aplicarán  nuevos 
procedimientos para revertir la desfavorable situación económica en la 
que muchas se encuentran. Los endeudamientos que muchas UBPC han 
acumulado  inciden negativamente en los beneficios finales de sus asociados.
De las ganancias finales que obtengan las UBPC, destinarán  el 5% para 
financiar sus deudas y lograr su capitalización. Se acordó exonerarlas 
por un periodo de hasta cinco años de la Declaración y Liquidación de 
Impuestos sobre Utilidades.
El funcionamiento de las UBPC es similar al de las CPA y las CCS. Se 
rigen por un reglamento que establece que sus órganos de dirección son 
la asamblea general y la junta directiva, su presidente es elegido por 
el voto directo y secreto de sus miembros. Sus integrantes son 
cooperativistas y no obreros, por eso no cobran salarios, sino anticipos.
Inexplicablemente, las UBPC son las únicas cooperativas que no forman 
parte de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), sino 
que sus asociados están afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores 
Agropecuarios.
La aplicación de las 17 medidas contempló la agrupación de las UBPC en 
tres categorías. En el primer grupo, las que reportan buenos resultados 
productivos, que en estos momentos son cerca  de 600. En el segundo 
grupo,  aquellas que a pesar de presentar serias dificultades en su 
funcionamiento, con las medidas que se han tomado tienen posibilidad de 
transitar al primer grupo.  Por último, en el tercer grupo, están las 
que casi no funcionan y van camino de su disolución definitiva.
También entre las 17 medidas estuvo contemplada la renegociación de las 
deudas que durante años arrastraban las UBPC. Se fijó una moratoria de 
liquidación por espacio de 25 años. Las cooperativas pueden solicitar 
créditos al banco para enfrentar sus compromisos productivos, pero son 
tales los problemas que arrastran que algunas han vuelto a reincidir en 
el  problema de no pagar a tiempo los créditos concedidos, señal de que 
no han sabido usar como es debido el dinero que les otorgaron. En esa 
situación se han visto envueltas unas 47 UBPC.
A pesar de los esfuerzos para sacar a las UBPC del estancamiento en que 
estaban sumidas, realmente ya no queda mucho que hacer por ellas.
El Control Interno llevado a cabo por la Contraloría de la Republica a 
unas 77 UBPC sacó a la superficie un conjunto de dificultades e 
ineficiencias que incidieron en los   incumplimientos productivos. Son 
frecuentes las ilegalidades y los casos de corrupción, por el mal manejo 
de los recursos en que  incurren de manera reiterada los dirigentes de 
las cooperativas.
En los resultados finales de la citada comprobación, solo 39 UBPC 
tuvieron una evaluación de aceptable. Entre deficientes y malas, sumaron 
36. Es decir,  el 47% recibió calificación negativa.
El pasado año, 151 empresas estatales también tuvieron  problemas de 
ineficiencia e incumplimientos productivos con las consiguientes 
pérdidas económicas. En su intervención ante los diputados de la 
Asamblea Nacional del Poder Popular, el 20 de diciembre de 2014, el 
titular de Economía y Planificación Marino Murillo Jorge  explicó que 
dichas  empresas agrícolas reportaron pérdidas significativas.
Los bajos aportes de las empresas agrícolas y las UBPC al monto total de 
la producción agrícola alcanzada el pasado año,  indican que ambas, 
desde el punto de vista estructural, están en su peor momento. La 
planificación centralizada y la excesiva dependencia de las UBPC a las 
empresas  resultan un estorbo para lograr la eficiencia, de la que tanto 
se hablan, pero no se logra.
Source: El balance de la agricultura | Diario de Cuba - 
http://www.diariodecuba.com/cuba/1437082319_15751.html
 
 
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