Un gol imposible de marcar en casa
El fútbol cubano no está en crisis, siempre lo estuvo. Nuestra selección
nacional recibe más goles de los que anota
jueves, junio 12, 2014 | Odelín Alfonso Torna
LA HABANA, Cuba -Faltan horas para que comience el Mundial de Fútbol
Brasil 2014, a celebrarse entre el 12 de junio y el 13 de julio. Leonel
Messi, Lucho (Luís) Suárez, Cristiano Ronaldo o Mario Balotelli, pueden
ser los ídolos de turno en la Mayor de la Antillas. Argentina, Brasil,
Alemania, España o Italia, las oncenas a repartirse entre una afición
que poco a poco libera pasiones y se desmarca del béisbol, nuestro
deporte nacional.
Cuba no tiene tradición en el fútbol, ni siquiera con su práctica masiva
y "revolucionaria" después de los años 60s ha logrado insertarse en la
élite mundial. Incluso nuestra selección nacional recibe más goles de
los que anota en las clasificatorias de la CONCACAF, evento regional que
otorga dos plazas a la Copa Mundial.
Quieran o no los mandamases, el fútbol que se consume dentro es de
importación y hacia ese proveedor de ilusiones es que trazan sus
derroteros las figuras que logran desertar.
Precisamente en las eliminatorias para la Copa del Mundo Brasil 2014, en
octubre de 2012, la deserción de cuatro jugadores cubanos, además del
psicólogo del equipo, dejó vacía la banca cubana en el BMO Field de
Toronto, Canadá. Incluso llegó a pensarse en la exclusión de Cuba de la
Federación Internacional de Fútbol (FIFA). Así lo dejó entrever su
presidente, Joseph Blatter. Su ademán no fue porque "traicionara" el
guardameta Odisdel Cooper y los campistas Maikel Chang, Reysander
Fernández y Evier Cordobés, sino porque Cuba hizo el viaje con quince de
los veintiún jugadores que podía llevar, dos de ellos lesionados.
¿Bochornoso verdad?
El 21 de enero de ese mismo año, la media campista Yisel Rodríguez y la
estelar delantera Yezenia Gallardo, integrantes del equipo nacional de
futbol femenino por más de ocho años, decidieron abandonar las
eliminatorias de la CONCACAF en Vancouver, con vistas a las Olimpiadas
de Londres 2012. Las jóvenes futbolistas recibieron ochenta dólares de
la Federación Cubana de Fútbol para los ocho días de estancia en esa
ciudad, además se les retiró los pasaportes y limitó su movimiento al
terreno de juego, el comedor y la habitación del hotel. ¿Bochornoso verdad?
En 2011, Yosniel Mesa, quien despuntaba como ídolo en la afición cubana,
abandonó la Copa de Oro regional. Para Cuba fue la peor presentación del
fútbol masculino en escenarios internacionales. En el torneo preolímpico
de Tampa (2008), Estados Unidos, dos años antes de la copa Mundial de
Fútbol Sudáfrica 2010, el racimo de futbolistas desertores fue de siete,
entre ellos Manuel Miranda, Yenier Bermúdez, Yendry Díaz y Eder Roldán.
El fútbol cubano no está en crisis, en realidad siempre lo estuvo. Por
eso no hay razón para que cambiemos un juego entre el Atlético de Madrid
y el Barcelona por el de Pinar del Río y La Habana, tampoco para que
nuestros futbolistas de alto rendimiento se desgasten fuera del país
como mercancías de segunda mano.
Durante treinta días la fiesta de Brasil 2014 contagiará calles de la
isla, pasión por la que algunos no escatimarán en pagar 65 dólares por
unas zapatillas Adidas o 20 por una pelota de igual marca en las Tiendas
Recaudadoras de Divisas (TRD), en un país donde un profesional puede
ganar menos de 30 dólares mensuales. Este es el fútbol que importamos,
con sus motes e ídolos del momento, un golazo de entusiasmo imposible de
marcar en casa. Por eso hoy Yosniel, Yezenia y Cordobés driblean en
cancha ajena, dejaron de ser manipulables por la Federación Cubana de
Fútbol.
odelinalfonso@yahoo.com
Source: Un gol imposible de marcar en casa | Cubanet -
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