Una "operación limpieza" deja a Cuba lista para Benedicto XVI.
Iván García / Especial para martinoticias.com
marzo 23, 2012
Desde bien temprano en la mañana, en el municipio habanero de 10 de
Octubre, el viejo Eladio se busca unos pocos pesos voceando la ruta de
los autos de alquiler con destino al Vedado. De acuerdo a la lista de
178 oficios que se pueden ejercer por cuenta propia, lo que Eladio hace
se denomina 'gestor de viaje'.
Los cubanos, alérgicos a la jerga oficial, los llaman "buquenques". La
palabra no es nueva en el argot local: ya Alejo Carpentier la utilizó en
su novela La consagración de la primavera. Hay "buquenques" legales e
ilegales.
Eladio es de estos últimos. Un pobre diablo que anda sucio y se fuma las
colillas de cigarros tirados en la calle. No es agresivo ni suele acosar
a los transeúntes pidiendo limosna. Gana poco dinero como "buquenque".
Lo suficiente para ingerir una ración magra y mal elaborada en alguna
desvencijada fonda estatal.
A principios de semana, Eladio fue recogido por operativo conjunto de
autoridades de salud pública y la policía, y lo condujeron a un sitio
desconocido. En esta 'operación limpieza' también han cargado con
mendigos, dementes, buscavidas y alcohólicos sin techo que crecen en
flecha por toda la ciudad.
La abogada independiente Laritza Diversent está asombrada con la
peculiar redada. "Ellos se acogen a cualquier regulación para realizar
batidas. Indudablemente, están violan los derechos de las personas. No
lo hacen por compasión. Sencillamente no quieren escenas desagradables,
como 'buzos' registrando latones de basuras o locos armando un guirigay
en las 24 horas que el Sumo Pontífice estará en La Habana", apunta
Diversent, quien dirige un bufete de asesoría jurídica gratuita.
Cerca de la Plaza Roja, en la barriada de La Víbora, un borracho
consuetudinario que suele vender periódicos, revistas y libros viejos,
por estos días ha dejado de tender su manta en el portal de la esquina
de Carmen y 10 de Octubre.
"Estoy esperando que se vaya el Papa. Para nosotros, los cubanos sin
recursos, este cura nos ha traído problemas. Tres días sin buscarme unos
'quilos' para comer o tomar alcohol, créame que no es fácil. Si la
Iglesia y el Estado fueran humanitarios, debieran abrir comedores para
los más necesitados y albergues donde podamos descansar quienes no
tenemos hogar", señala indignado.
Es típico del gobierno cubano crear un entorno artificial para
personajes importantes. Desde pintar fachadas hasta reparar avenidas y
plantar árboles por donde pasarán los visitantes, como en el filme
español Bienvenido, Mr. Marshall.
Esta operación de imagen forma parte de un juego más amplio. Dentro de
la disidencia se comenta que a los opositores más recalcitrantes, los
considerados de barricada, los mantendrán detenidos los días que el
Papa permanezca en la isla.
Según informaciones de última hora, el opositor Ramón Alejandro Muñoz
González, esposo de la dama de apoyo a las Damas de Blanco y activista
Sonia Garro Alfonso, fueron violentamente detenidos en su domicilio,
sito en la Avenida 47 No. 11638 entre 116 y 118, Marianao. En un
operativo relámpago de tropas especiales y de la Seguridad del Estado se
los llevaron a los dos y se desconoce el paradero a donde fueron conducidos.
El gobierno teme que grupos disidentes griten consignas o desplieguen
pancartas en el transcurso de las dos misas que el Benedicto XVI
oficiará en la isla, el 26 de marzo en Santiago de Cuba y el 28 en La
Habana.
Otro rumor que circula entre la disidencia, es que para esos días, las
líneas de teléfonos celulares de los opositores serán cortadas. Pero no
sólo los disidentes serán afectados con la interrupción del servicio móvil.
Igualmente se comenta que antes de su llegada y hasta el regreso del
Papa a Roma, los móviles de los trabajadores de ETECSA también serán
interrumpidos. Como pretexto se alega que es para no saturar las líneas.
A los ingenieros y directivos de la única empresa cubana de
telecomunicaciones les recargan sus celulares con asignaciones entre los
120 y 300 pesos convertibles mensuales.
El ambiente es mucho más tenso y represivo que cuando la visita de Juan
Pablo II, del 21 al 25 de enero1998. Tampoco entre la gente hay grandes
expectativas, como sucedió con las misas oficiadas por Karol Wojtyla.
Aunque datos divulgados por el Servicio de Información del Vaticano
dicen que el 60.19% de la población es católica, lo cierto es que una
mayoría de cubanos cada día se rascan la cabeza y el bolsillo, a ver de
qué forma pueden llevar dos platos calientes de comida a la mesa y
prepararle meriendas escolares a sus hijos.
El régimen ha empapelado toda la ciudad con la cara rozagante del Papa
alemán, de 86 años. Si en Guanajuato, México, a donde llegará en la
tarde del viernes 23, quieren que hable de la violencia y la pobreza que
azota la nación azteca, en Cuba su visita ha dividido a la oposición y
el exilio. Las Damas de Blanco y la disidencia le han solicitado que les
dedique un minuto de atención.
La respuesta de la Iglesia cubana es que su agenda está muy cargada.
Pero siempre habrá un hueco para charlar con Fidel Castro. Si en lo
político la visita del Santo Padre ha desatado polémica y en lo social
apatía, súmele ahora que dementes, mendigos y ciudadanos sin papeles
para residir en La Habana, desean que el Papa suba lo más rápido posible
a su avión y vuele rumbo al Vaticano.
Si en algo coinciden mendigos y disidentes de barricada es que esta
visita papal les ha traído más inconvenientes que beneficios.
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