Lunes 08 de Marzo de 2010 11:51 DDC
El gobierno empezó a utilizar este lunes los medios de prensa de la Isla
(todos bajo su control) contra el disidente en huelga de hambre y sed
Guillermo Fariñas, al que acusa de haber cometido delitos comunes y
califica de asalariado de la Sección de Intereses de Estados Unidos,
como suele hacer con sus opositores.
En un artículo publicado en el diario Granma, órgano del Partido
Comunista, el periodista oficialista Alberto Núñez Betancourt dice que
los medios de prensa "occidentales" intentan llamar la atención con una
"mentira prefabricada" y deja entrever que el régimen no actuará para
evitar que el disidente muera.
"Titulares malintencionados se esmeran en orquestar una campaña en favor
del contrarrevolucionario Guillermo Fariñas Hernández, en huelga de
hambre, en su casa, en Santa Clara, desde hace 13 días, con la que,
según ha declarado, trata de imponer la liberación de más de 20 presos
contrarrevolucionarios, sancionados con todas las garantías procesales
por nuestros tribunales; por actuar al servicio de intereses
extranjeros, contra la independencia y el orden constitucional de
nuestro país", afirma Núñez.
Fariñas, psicólogo y periodista independiente, inició su huelga de
hambre y sed el pasado 24 de febrero, un día después de la muerte en
huelga de hambre del preso de conciencia —reconocido por Amnistía
Internacional— Orlando Zapata Tamayo.
Es disidente ha dicho que está dispuesto a llevar su protesta hasta las
últimas consecuencias. Pide la excarcelación de al menos 26 presos
políticos enfermos.
En su artículo en Granma, Núñez dice que Fariñas transitó de una
posición "afín a la revolución a una conducta antisocial" y sugiere que
el disidente tiene "desajustes" de personalidad.
Antes de pasar a la oposición, Fariñas fue parte de las tropas cubanas
enviadas a la guerra de Angola.
La versión del periodista oficialista acusa al disidente de haber
agredido a una funcionaria de Salud en 1995, "ocasionándole múltiples
lesiones en el rostro y los brazos". También de golpear, en 2002, en
Santa Clara, "con un bastón, a un anciano que había impedido un acto
terrorista de un enviado personal del criminal Luis Posada Carriles".
Según Núñez, "los daños en el lesionado provocaron una urgente
intervención quirúrgica para extirparle el bazo".
De acuerdo con el artículo, Fariñas habría sido sancionado a 5 años y 10
meses cárcel por ese hecho y excarcelado con licencia extrapenal por
motivos de salud en 2003.
Nuñez enumera varias huelgas de hambre realizadas por el opositor y las
califica de "show".
Describe a Fariñas como "un asiduo reportero de la infame emisora
nombrada Radio Martí y de otras estaciones anticubanas".
"Su hoja de servicios es amplia también en la asistencia a actividades
de todo tipo de la SINA y algunas sedes diplomáticas europeas que
dirigen la subversión en Cuba, de las que recibe instrucciones, dinero y
abastecimientos", dice.
Núñez deja entrever en el artículo que el gobierno no piensa evitar que
Fariñas (en libertad condicional actualmente) muera, pasa la
responsabilidad sobre su suerte a los opositores, medios de prensa y
diplomáticos extranjeros, y presenta su huelga de hambre como un
"derecho de los detenidos".
"Existen principios bioéticos que obligan al médico a respetar la
decisión de una persona que ha decidido iniciar una huelga de hambre", dice.
"Por tanto, de ningún modo puede forzársele a ingerir alimentos, como
hacen cotidianamente las autoridades norteamericanas en las cárceles y
centros de tortura de Guantánamo, Abu Ghraib y Bagram, en violación de
los derechos de los detenidos", añade.
Según Núñez, "la medicina sólo puede actuar cuando el paciente ha
entrado en shock, fase en que como regla resulta tarde, pues el ser
humano está en los límites de la supervivencia, lo que se llama punto de
no retorno".
El periodista oficialista admite que "como consecuencia de episodios
sucesivos de huelgas de hambre, el organismo de Fariñas se encuentra en
un proceso de deterioro notable", pero afirma que, si aún vive, es
"gracias a la atención médica calificada que ha recibido sin importar su
condición de mercenario".
"No es la medicina la que debe resolver el problema intencionalmente
creado con el propósito de desacreditar nuestro sistema político, sino
el propio paciente y los apátridas, diplomáticos extranjeros y medios de
prensa que lo manipulan. Las consecuencias serán de su entera y única
responsabilidad", advierte, y agrega que el régimen no aceptará
"presiones ni chantajes".
En una carta a Raúl Castro, el viernes, Fariñas dijo haber recibido
informaciones, a través de tres ex compañeros del ejército, de que el
general ha dado órdenes de dejarle morir.
"Quiero decirle que me considero un auténtico patriota y que reconozco
que cuando único fui mercenario, fue al servicio de la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas y bajo sus órdenes, en África. El
hecho de que usted considere que mi muerte es necesaria, para mí
constituye un honor", afirma el disidente en la misiva, publicada por el
sitio en internet Cuba Nuestra.
"En las actuales circunstancias, por las que pasa mi patria y mis
hermanos de lucha le agradezco el permitirme morir ante la opinión
pública nacional e internacional, por mis ideas prodemocráticas", añade.
El gobierno, en campaña contra Fariñas (8 March 2010)
http://www.diariodecuba.net/cuba/81-cuba/591-el-gobierno-en-campana-contra-farinas.html
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