Oscar Espinosa Chepe
31 de mayo de 2007
La Habana – bitacoracubana - La zafra 2007 finalizó, según información 
del periódico Granma del 23 de mayo. Aunque comenzó con augurios muy 
optimistas de que marcaría finalmente el inicio de la recuperación de la 
industria azucarera, los datos recopilados indican todo lo contrario. Es 
muy posible, que el total producido sea algo superior a un millón de 
toneladas.
Al inicio de las actividades productivas se acotó que, como resultado de 
un excelente régimen de lluvias durante el 2006, se contaba con un monto 
de caña a moler superior en 30,0% a la zafra del 2006, cuando se estima 
extraoficialmente que se produjo 1,2 millón de toneladas, y molieron 42 
ingenios. Además, se aseguró disponer de más recursos debido a la 
voluntad oficial de recuperar la otrora fundamental industria nacional.
En la presente zafra, 51 centrales estuvieron activos, pero por 
problemas operativos, roturas y lluvias más abundantes que las normales, 
los resultados han sido calamitosos, y seguramente obligarán nuevamente 
a importar azúcar para abastecer el consumo interno de 700 000 toneladas 
métricas y honrar compromisos establecidos, particularmente con China.
Los planes de zafra sólo fueron cumplidos por las provincias de 
Cienfuegos y Matanzas, dos territorios de poco peso dentro del conjunto 
productivo azucarero del país. Asimismo, únicamente 17 centrales 
pudieron cumplimentar la meta asignada. Matanzas, acumuló al cierre de 
la zafra un 73% de aprovechamiento de la norma potencial, de acuerdo a 
informaciones oficiales; porcentaje que hace pensar que en otras 
provincias la utilización de las capacidades podría no haber superado al 
50%.
Las autoridades en sus lacónicas explicaciones sobre la desastrosa 
producción azucarera de este año, han hecho mucho énfasis en el exceso 
de lluvias y la consecuente humedad de los suelos, pero considerando la 
reducida meta de producción a lograr de 1,5 – 1,6 millón, realmente la 
justificación tiene muy poco valor. Debe recordarse que en 1892 Cuba 
produjo un millón de toneladas métricas de azúcar y en los primeros años 
del Siglo XX alcanzó 1.5 millón, a pesar de los efectos destructivos 
sufridos por las plantaciones cañeras y la industria como consecuencia 
de la Guerra de Independencia.
Menos creíble resulta el alegato de que el calentamiento mundial está 
afectando la industria azucarera cubana, teoría expresada recientemente 
por el Dr. Carlos Lage Dávila, Vicepresidente del Consejo de Estado, 
pues al mismo tiempo otros países como Brasil, India,
China y Tailandia incrementan notablemente sus producciones, con 
sustanciales beneficios para sus economías y pueblos.
Por otra parte, todo parece indicar que los índices de eficiencia han 
sido pésimos. Aunque todavía no se cuenta con los datos definitivos, se 
conoce que al cierre de marzo el rendimiento industrial acumulado 
sobrepasaba ligeramente las 10 toneladas de azúcar por 100 toneladas de 
caña procesada. Es decir, menos del 20,0% del rendimiento histórico 
logrado en Cuba como promedio en los 10 años anteriores a 1959. Igual 
ocurre con el rendimiento de caña por hectárea, aproximadamente la 
tercera parte de la media obtenida en el mundo, de acuerdo con la 
Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas (FAO).
De los datos disponibles sobre la finalizada zafra puede concluirse que 
la recuperación azucarera sigue sin llegar. Por el contrario, lo 
aportado por esta información denota la permanencia y profundización del 
declive de la industria que, por decenios, constituyó la base de 
sustentación de la riqueza nacional. Resulta la continuación de un 
proceso perverso de involución productiva que tiene lugar mientras otras 
naciones hacen progresar sus industrias y diversifican los usos de la 
caña de azúcar por varias vías, entre ellas mediante la producción de 
etanol, hecho que en modo alguno ha limitado la elaboración del dulce, 
ni ha inducido al crecimiento desmedido de su cotización.
Lamentablemente, esta grave situación, conjuntamente con otros delicados 
problemas económicos y sociales, sigue sin analizarse de forma seria, 
responsable y civilizada en Cuba, al mismo tiempo que los medios de 
difusión y debate nacionales se dedican a buscar la paja en el ojo 
ajeno, dando recetas por nadie solicitadas, cuando ya nuestro hogar 
nacional, a causa de la aplicación de un inoperante y fracasado modelo 
de desarrollo, yace en el piso.
Oscar Espinosa Chepe
Economista y Periodista Independiente.
La Habana, 30 de Mayo de 2007
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=4856
 
 
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