Médicos cubanos en Bogotá: 'La esperanza es que EEUU nos dé otra
oportunidad'
AGENCIAS | Bogotá | 16 de Junio de 2017 - 17:17 CEST.
Cuando el doctor cubano Yosvani Bofill, de 26 años, llegó a Caracas
enviado por La Habana en sus "misiones médicas" solo tenía una idea en
la cabeza: abandonar el país y llegar a Bogotá para acogerse al programa
de visas que tenía Washington para ellos.
"Desde que salí de Cuba tenía la idea de desertar. Usé Venezuela como
trampolín para emigrar. Desde que vi las misiones, vi que era la única
forma del cubano de poder salir", comentó a EFE Bofill, para quien su
país es "una isla cercada".
Pero llegó tarde, apenas cinco días después de que el aún presidente
estadounidense, Barack Obama, suspendiese el Cuban Medical Professional
Parole (CMPP o Parole), un programa especial de refugio para personal
médico cubano enviado al exterior.
Él, como muchos otros de los centenares de profesionales cubanos que
decidieron acogerse a la iniciativa, tuvo que emprender un trayecto por
el que pagan entre 600 y 650 dólares a un "coyote" para atravesar la
porosa frontera colombo-venezolana.
El camino no es fácil. El paso fronterizo de Maicao, en La Guajira
colombiana, limítrofe con el estado venezolano de Zulia, está en el
corazón de un territorio desértico y lleno de bandas de contrabandistas
y grupos herederos del paramilitarismo.
La otra opción, por San Antonio del Táchira (Venezuela) y Cúcuta
(Colombia), no es mejor: guerrilleros, narcotraficantes y
exparamilitares señorean en un territorio agreste y selvático con un
clima sofocante.
Para estos cubanos, escapar de la pobreza y la falta de libertades en
Cuba tuvo su continuidad en la dramática situación a la que se vieron
conducidos en Venezuela.
"Venezuela pasa de ser un drama dominical a una película de terror un
domingo por la noche", resumió Bofill.
Los 20.000 médicos cubanos que integran el programa social bandera de la
llamada revolución bolivariana, la Misión Barrio Adentro, están sujetos
a duras normas de comportamiento.
Tienen prohibido salir de los municipios donde están instaladas sus
misiones y dormir fuera de sus residencias y están obligados a volver a
casa antes de las seis de la tarde.
A su llegada a Bogotá, denuncian también que viven en barrios
peligrosos, que duermen hacinados con otros cubanos y que en los centros
médicos sufren el acoso de quienes, desesperados, piden medicamentos que
escasean o les reclaman una mejor atención.
Tanto las autoridades venezolanas como la embajada cubana en Caracas
consultadas por EFE dijeron desconocer cuántas "deserciones" (en el
lenguaje que utiliza en régimen) se han producido en el país, pero
aseguraron que "no son un número significativo".
Los testimonios de los protagonistas dicen lo contrario
Pero los aludidos sostienen que son muchos los que han abandonado
Venezuela, algunos para volver a La Habana y otros para seguir camino a
Estados Unidos, especialmente en los últimos tres años tras la muerte
del presidente Hugo Chávez y el endurecimiento de la crisis económica
venezolana, destacó EFE.
El exjefe de uno de los contingentes cubanos en el oeste venezolano, que
se separó de la misión al contraer matrimonio con una venezolana —y que
prefirió hablar a la agencia española en el anonimato—, aseguró que
muchos de los colegas que se encuentran ahora en Estados Unidos traían
ese plan desde La Habana y que muchos otros lo decidieron una vez en
Venezuela, cuando comenzaron a sufrir la crisis.
Eddy Gómez Hernández, que llegó al norteño estado venezolano de Cogedes
con el objetivo de ganar algo de dinero y volver a la Isla, llegó a
Bogotá un día después de que se cancelase el Parole.
Gómez decidió iniciar su carrera como médico inspirado por algunos de
los doctores de su barrio. En Cuba ellos "son héroes", confesó.
"Primeramente no tenía idea de 'desertar'. Yo deserto a raíz de analizar
el futuro. Salgo de Cuba casado y a las dos semanas de llegar supe que
(mi mujer) estaba embarazada", dijo Gómez, quien ha trabajado 14 meses
en Venezuela.
Pensar en el futuro de su hijo y la crueldad con la que le trataron sus
superiores, que le impidieron visitar a su esposa siquiera para el
parto, le llevaron a la aventura de convertirse en un inmigrante
indocumentado.
"Salimos huyendo desde que abandonas la casa", recordó. De hecho, escapó
de la habitación en que dormía aprovechando que una compañera fue al baño.
En Maracaibo se encontró al "coyote" que le ayudó a cruzar la frontera
por Maicao. En el camino vio grupos armados, contrabandistas y Policía
de ambos países que le sembraron el temor.
La mayoría de los cubanos relatan que deben darles "todo" a los
policías, especialmente de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía
militarizada venezolana) que los paran y piden los papeles.
Y todo para llegar tarde a Bogotá, donde unos 180 cubanos reclaman una
solución al limbo migratorio en que se encuentran.
Bofill y Gómez, sin embargo, siguen pensando en un futuro en suelo
norteamericano. "La esperanza —dijo Gómez— es que Estados Unidos nos dé
otra oportunidad".
Los médicos cubanos en Venezuela tienen la orden de permanecer "con
honor hasta el último momento", enfrentando temores por la inseguridad,
las escaseces y la violencia.
La venta de servicios profesionales, fundamentalmente médicos, es la
principal fuente de divisas del Gobierno cubano. Según el exministro de
Economía José Luis Rodríguez, esa actividad aportó "un estimado
de 11.543 millones de dólares como promedio anual entre 2011 y 2015".
Aunque otras fuentes consideran la cifra exagerada, lo que se embolsa La
Habana es sin dudas una suma elevada. El régimen se queda con hasta el
75% de los salarios que pagan los países de destino por los
profesionales de la Isla.
Síguenos en Twitter, Facebook o Instagram. Si resides en
Cuba, suscríbete a nuestro boletín con una selección de los contenidos
más destacados del día. Si vives en cualquier otro punto del
planeta, recibe en tu buzón de correos enlaces a lo más relevante del día.
Source: Médicos cubanos en Bogotá: 'La esperanza es que EEUU nos dé otra
oportunidad' | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1497626230_31917.html
No comments:
Post a Comment