La educación, la industria que mantiene a Cuba
septiembre 15, 2016
Fernando Ravsberg
HAVANA TIMES — Enviar miles de adolescentes a alfabetizar fue la primera 
piedra que se colocó en los cimientos de la mayor industria creada por 
la Revolución Cubana, la educación. Medio siglo después, el 80% de los 
ingresos del país provienen del trabajo profesional de sus ciudadanos.
En aquellos analfabetos se sembró una semilla que germinaría en sus 
hijos, hoy muchos cubanos de 60 años son los primeros miembros de sus 
familias en haberse graduado en una universidad. Fueron 1.200.000 los 
que alcanzaron ese nivel académico en medio siglo.
Cuba vende servicios médicos y medicamentos inventados por sus 
científicos en decenas de países. Sus entrenadores deportivos trabajan 
en otras naciones y laboratorios cubanos en África producen medicina 
animal, biofertilizantes y bioinsecticidas para la región.
Las escuelas de arte convirtieron el talento natural en un virtuosismo 
que brilla en la música, el ballet, la pintura, la danza o el cine. La 
producción de esa industria ha sido fabulosa para una isla de escasos 
recursos materiales y apenas 12 millones de habitantes.
Hay quienes están a favor de la venta de servicios profesionales y los 
hay que se oponen, pero nadie pone en duda que hoy la economía nacional 
sobrevive gracias esa capacidad intelectual creada a lo largo de toda la 
Isla, por los maestros y maestras cubanos.
Señas de deterioro
Sin embargo, llevamos más de 2 décadas debilitando sus cimientos y, si 
no se actúa pronto, todo el edificio caerá. 12 mil docentes han dejado 
las aulas y se dedican a trabajos mejor remunerados, en busca de 
ingresos que les permitan llegar a fin de mes.
En 3 años se han graduado 14 mil educadores y hay 21 mil estudiando, 
pero son más los que dejan el trabajo. La Ministra de Educación confiesa 
que "la cifra de los que no nos siguen acompañando es mayor que los que 
egresan de los centros formadores".
Los parches que se vienen aplicando desde hace 25 años con profesores no 
graduados –llámese emergentes, temporales o instantáneos- están bajando 
el nivel de calidad de la industria y tarde o temprano repercutirá en 
una caída de los beneficios.
La formación de un profesional no se inicia en la universidad sino en el 
círculo infantil, desde ahí se desarrollan o no sus capacidades. Y una 
formación primaria y secundaria sólidas son la verdadera base que 
permite a los jóvenes asimilar la Enseñanza Superior.
Cuba gasta millones en la formación de maestros que luego abandonarán 
las aulas. Cuánto costó la educación de esos 12 mil docentes que 
trabajan hoy en otras actividades? Tal vez sería más barato pagar 
mejores salarios y lograr que sigan ejerciendo la pedagogía.
El hecho de que el salario sea insuficiente para cubrir las necesidades 
básicas de los cubanos provoca en muchos sectores el robo generalizado 
de productos para revender en el mercado negro y lograr un ingreso 
extra-salarial que equilibra el presupuesto familiar.
En las escuelas no hay nada que los maestros puedan "resolver" para 
revender, por lo que viven exclusivamente de los U$D 20 de salario 
mensual. Excepcionalmente, algunos entran en componendas con los padres 
de los alumnos, como los que vendieron las pruebas de ingreso.
Sin embargo, la mayoría opta por dejar el magisterio estatal y trabajar 
en escuelas particulares dedicadas a "reparar" los baches que dejan los 
educadores sin formación. Otros abandonan completamente la docencia y 
trabajan en cualquier otra cosa.
La nación lleva ya más de dos décadas sufriendo esta hemorragia y ha 
probado todo tipo de parche para detenerla, sin el menor éxito. La cura 
ya está inventada, se llama salario digno, entendiendo por ello el que 
cubre las necesidades básicas de los docentes.
En estos días un empresario, proveedor del turismo, me aseguró que le 
están pagando sin demora. Es que dejar de comprar sabanas, refrescos, 
carne o toallas para los hoteles significaría hundir un sector que 
produce miles de millones de dólares cada año.
La venta de servicios profesionales, el producto que sale de la 
industria de la educación, produce 3 veces más que el turismo y sus 
beneficios son mucho mayores. A pesar de lo cual los docentes reciben 20 
veces menos ingresos que el camarero de un hotel.
En los 60 la nación hizo uso de todos los recursos a su alcance para 
convertir a los cubanos en la mayor riqueza de la nación. Parece que hoy 
no fuera esa la prioridad inversionista o, tal vez, se persigue la 
quimera de alcanzar una educación de calidad sin maestros preparados.
Source: La educación, la industria que mantiene a Cuba - Havana Times en 
español - http://www.havanatimes.org/sp/?p=118397
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