Palabras sutiles definieron el estilo del papa Francisco en Cuba
Observadores afirman que sus declaraciones pastorales tenían un subtexto 
político que los cubanos pudieron detectar
Históricamente el catolicismo en Cuba ha sido más débil que en el resto 
de Latinoamérica
Mensaje sutil para no enajenar a la Iglesia del gobierno, dificultando 
crítica misión de ayudar al pueblo
MIMI WHITEFIELD
mwhitefield@miamiherald.com
LA HABANA
Una y otra vez, durante su visita a Cuba, el Papa Francisco habló de 
reconciliación, misericordia y servicio, pero los observadores de Cuba 
afirman que sus declaraciones pastorales tenían asimismo un subtexto 
político que los cubanos, acostumbrados a leer entre líneas, pudieron 
detectar.
"El habló de unir a la gente, sin divisiones. Su otro gran mensaje fue 
un llamado al servicio", dijo el padre Juan J. Sosa, párroco de la 
iglesia católica de St. Joseph en Miami Beach.
Al urgir a los cubanos a poner a nuestros hermanos y hermanas "en el 
centro" y cuidar unos de otros durante la misa papal inaugural en la 
Plaza de la Revolución de La Habana , Francisco dijo además que "nunca 
el servicio es ideológico, ya que no se a las ideas, sino que se sirve a 
las personas".
Sosa, quien fue a La Habana para la visita papal, dijo que esas palabras 
no sólo se debían interpretar como un llamado a los cubanos a ser 
bondadosos y ayudarse unos a otros. "Además, es el trabajo de los 
líderes políticos servir a las personas", añadió.
Mientras celebraba el rezo de las vísperas con el clero en la Catedral 
de La Habana, el Papa abandonó el texto preparado de su homilía para 
hablar de la pobreza y "el espíritu de dejarlo todo para seguir a 
Jesús". Pero, en el texto preparado originalmente, él habló del 
individualismo, de lo valioso que es que hombres y mujeres piensen por 
sí mismo y sean los protagonistas de su propio futuro.
La unidad, dijo Francisco, se confunde a menudo con la uniformidad, "con 
un hacer, sentir y decir todos lo mismo. Eso no es unidad, eso es 
homogeneidad. Eso es matar la vida del Espíritu", dijo. "La unidad se ve 
amenazada cada vez que queremos hacer a los demás a nuestra imagen y 
semejanza".
Y, en un mensaje sutil dirigido al estado comunista de un solo partido y 
controlado de arriba hacia abajo, agregó: "la unidad es un don, no es 
algo que se pueda imponer a la fuerza o por decreto".
En su encuentro con familias en la Catedral de Nuestra Señora de la 
Asunción de Santiago, el Papa enfatizó una vez más el tema de la 
autonomía personal, llamando a las familias "iglesias domésticas", que 
juegan un papel esencial en el traspaso de la fe. "En el calor del hogar 
es donde la fe empapa cada rincón, ilumina cada espacio, construye 
comunidad", dijo el Sumo Pontífice. "Cuidemos a nuestras familias, 
verdaderos espacios de libertad".
"El Papa habló asimismo de romper el poder del elitismo e involucrarse 
en el servicio a las personas", dijo Enrique López Oliva, estudioso de 
religión en Cuba. Por encima de todo, dijo, ese mensaje estuvo dirigido 
al gobierno y al Partido Comunista.
Durante todo el tiempo que estuvo en la isla, las palabras del Papa 
fueron pronunciadas con sumo cuidado, pero de todos modos fueron poderosas.
Aunque existe una alta tasa de aborto en Cuba y los jóvenes, enfrentados 
a menudo con escasas perspectivas económicas, se muestran renuentes a 
formar familias, el Papa no se puso a despotricar en contra del aborto o 
de la falta de interés de los jóvenes en tener hijos. En lugar de eso, 
durante su visita a Santiago, él se dirigió a las mujeres embarazadas de 
Cuba: "Yo les voy a proponer algo a todas aquellas que están embarazadas 
de esperanza, porque un hijo es una esperanza. Que en este momento se 
toquen la panza, si hay alguna acá que lo haga acá, o las que están 
escuchando por radio o televisión. Y yo a cada una de ellas, a cada 
chico o chica que está ahí dentro esperando, le doy la bendición… Y 
deseo que venga sanito, que crezca bien y que lo pueda criar lindo".
"En lugar de hablar con cólera del tema del aborto, él lo convirtió en 
un tema positivo", dijo Sosa.
Ese fue el estilo del Papa durante su visita a Cuba, con sus 
declaraciones veladas y llenas de profundas sutilezas.
"El fue increíblemente cuidadoso, y él tiene que serlo. La Iglesia está 
jugando el papel crítico de ser un interlocutor en la Cuba de hoy", dijo 
Jason Marczak, subdirector del Centro de América Latina Adrienne Arsht 
del Consejo Atlántico.
Históricamente, el catolicismo en Cuba ha sido más débil que en el resto 
de Latinoamérica, y Cuba fue oficialmente atea de 1962 a 1992. Durante 
ese período se expulsó a sacerdotes y monjas extranjeros, las escuelas 
religiosas fueron cerradas, el gobierno intervino instituciones 
religiosas, y muchos cubanos temían expresar abiertamente su fe 
religiosa, cualquiera que fuera.
Pero en la década de 1990 la Iglesia empezó a ganar espacio para sus 
programas sociales y sus creencias. El paso al que se hacían esos 
cambios se aceleró luego de la visita a Cuba del Papa Juan Pablo en 1998 
y la del Papa Benedicto XVI en el 2012, y muchos esperan que la visita 
de Francisco tendrá también un impacto positivo.
En sus declaraciones, el Papa "dio a entender que este podría ser un 
momento, una oportunidad de cambios en Cuba", dijo Marczak en entrevista 
telefónica desde Washington, D.C.
El mensaje general de la visita papal a Cuba fue "que Cuba tiene que 
entrar en una nueva era histórica, y que la Iglesia quiere jugar un 
papel importante y crear una nueva iglesia para este momento", dijo 
López Oliva, profesor retirado de la Universidad de La Habana.
Algunos han sugerido que el Papa debió haber sido más enérgico en su 
crítica de las violaciones a los derechos humanos y las más de cinco 
décadas de dominación de los Castro. La Unión Patriótica de Cuba 
(UPACU), organización pro democrática, dijo que 142 de sus miembros 
habían sido detenidos, la mayoría en Santiago en el último día de la 
visita del Papa, y otros activistas fueron amenazados con que serían 
detenidos si salían de sus casas durante la visita papal. Miembros del 
grupo disidente Damas de Blanco fueron también detenidas temporalmente.
UPACU se quejó en una nota de prensa: "El Papa no pronunció una frase 
solidaria con las víctimas de la represión y, cuando viajaba de Cuba a 
EEUU, dijo a la prensa no saber de las detenciones de opositores pacíficos"
Pero Marczak dijo que existía una razón por la cual los comentarios del 
Papa no fueron más fuertes.
"La Iglesia ha hecho un delicado paso en la cuerda floja en Cuba durante 
los últimos 20 años. Hacer declaraciones más enérgicas pudo haber 
alienado a la Iglesia del gobierno, dificultando quizá su crítica misión 
de ayudar al pueblo cubano", dijo. El Papa, afirmó Marczak, hizo un buen 
trabajo en cuanto a "balancear" sus declaraciones.
En los últimos años, la Iglesia ha expandido grandemente su papel en la 
sociedad civil cubana: brinda comedores de beneficencia, ofrece 
entrenamiento empresarial, se asocia con el gobierno en instalaciones 
para el cuidado de la población anciana de la isla, y ofrece programas 
extracurriculares y de desayuno para los niños. Además, ha participado 
en las negociaciones para la liberación de presos tanto políticos como 
comunes.
Pero todavía hay sólo unos 360 sacerdotes en toda la isla, a pesar de un 
seminario abierto en el 2011 que está aumentando lentamente esas cifras.
Prueba del cambio positivo para la Iglesia fue la presencia del 
gobernante cubano Raúl Castro en las tres misas papales, desde la 
capital hasta el extremo oriental de la isla, y el que se diera permiso 
al Papa Francisco para que diera un breve discurso a toda la nación por 
la televisión cubana con antelación a su visita del 19 al 22 de 
septiembre. A la llegada de Francisco, Castro dijo que le daba la 
bienvenida "con profundos sentimientos de afecto, respeto y hospitalidad".
Pero hay muchas otras cosas que a la Iglesia le gustaría que sucedieran, 
dijo López Oliva. Entre ellas está la devolución de más propiedades 
confiscadas a la Iglesia [el gobierno las ha ido devolviendo poco a 
poco, pero algunas están sin techo y necesitadas de reparaciones], la 
capacidad de recibir apoyo para reconstruir y reparar las iglesias, 
eliminar los límites a la entrada de religiosos, y más espacio para 
seminarios y los programas educativos de la Iglesia.
Aunque volver a abrir escuelas religiosas primarias y secundarias no 
parece ser una prioridad para la Iglesia, ellos sí parecen interesados 
en abrir una universidad católica en Cuba, dijo López Oliva.
El Centro Cultural Félix Varela Cultural, donde el Papa Francisco dio 
una homilía a los jóvenes cubanos, ya opera como una universidad 
católica en embrión, aunque el estado no reconoce sus diplomas, dijo.
Debido a la escasez de sacerdotes en Cuba, los miembros legos de la 
misma han asumido papeles importantes en Cuba. Cuando el Papa habló de 
una fe que "nos hace salir de casa" en el Santuario de Nuestra Señora de 
la Caridad del Cobre, Francisco hablaba del papel que los laicos juegan 
en llevar una experiencia religiosa a aquellos que viven en áreas donde 
no hay curas ni iglesias a través del programa Casa de Misión, dijo 
López Oliva.
"Estamos invitados a 'salir de casa', a tener los ojos y el corazón 
abierto a los demás", dijo Francisco en el Cobre. "Nuestra revolución 
pasa por la ternura, por la alegría que se hace siempre projimidad, que 
se hace siempre compasión que no es lástima, es padecer con para 
liberar; y nos lleva a involucrarnos, para servir, en la vida de los demás".
Mimi Whitefield: @HeraldMimi
Source: Palabras sutiles definieron el estilo del papa Francisco en Cuba 
| El Nuevo Herald - 
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article36776118.html
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