Los cofrades
[25-07-2014 13:03:03]
Pedro Corzo
Escritor, Periodista y Editor
(www.miscelaneasdecuba.net).- Un número importante de políticos,
latinoamericanos en particular, parece que fueron formados por una
cofradía que les asignó la misión de acceder al poder, concentrarlo en
su persona y conservarlo el mayor tiempo posible.
Otra característica es que identifican rápidamente a quienes tienen su
misma visión del mundo y del poder y disponen de la habilidad para
establecer REDESde cooperación que sirven para respaldarse mutuamente
cuando las circunstancias lo demandan.
Practican el elogio y la diatriba de forma constante. Se atrincheran en
los extremos conel solo propósito de consumir la energía de la razón
para erigirse en los abanderados y trompetas de los conceptos- en
realidad meras consignas- que los motivan.
Estos heraldos han elaborado sus propios esquemas, categorías y
consignas como fundamentos del proyecto que auspician y solo
consideran, escuchan y aceptan, a los que se pliegan incondicionalmente
a su forma de gobernar o a sus proyectos, cuales quieras que estos sean.
Son dogmáticos. Impermeables a la crítica, ignoran la punzante angustia
de la duda y no vacilan en el tremedal de las contradicciones. Para
ellos solo existe su verdad. No aceptan críticas ni las entienden,
cualquier cuestionamiento adverso tiene propósitos destructivos y debe
ser erradicado.
Desconcierta la rotunda certidumbre de estos iluminados cuando deciden
calificar de héroeso traidores a quienes aceptan o rechazan su mandato.
El delito o la gloria para estos singulares jueces está asociado a una
escala de valores sustentada, la más de las veces, en categorías
puramente coyunturales e intrascendentes que responden a su visión
particular.
Para estos iluminados es demasiado complejo discernir entre enemigos y
adversarios. Sus juicios y sanciones son absolutas, y con facilidad
extrema descargan su flamígera verdad sobre unos y otros sin
consideración alguna, mientras que sus aliados, para sobrevivir, deben
integrarse plenamente a la certidumbre del conductor.
Los iluminados enfrentan el riesgo de perder toda capacidad de análisis
y creación, al convertirse en dependientes de la única
realidad exterior que están dispuestos a considerar, la que ellos crean.
El dogma les hace intolerantes porque pierden el sentido de la
universalidad, los que les incapacita para nutrirse de las propiedades
positivas de las ideas que rechazan.
Su incapacidad de analizar y valorar los contrarios de sus tesis, les
limita, a la vez que le catapultan hacia un mundo muy personal que les
hace perder contacto con el ambiente. No pueden percibir las señales
diferentes que emite cualquier sociedad. Rechazan la peculiaridad y
prefiere el plural. Están más a gusto con la masa anónima que con
individuos con criterios.
Los iluminados se crean un universo interior que determina su
conducta. El medio exterior es secundario, actúan en base a sus sueños y
tienden a responder más a los símbolos que a las ideas. Para ellos el
abuso de la autoridad siempre se justifica por una necesidad de fuerza
mayor. No son capaces de percatarse del estrecho desfiladero por donde
transitan y tienden a asfixiar a sus contrarios, eliminan los espacios
de disentimientos tan necesarios en cualquier colectividad.
Aquellos que creen que los iluminados aspiran a solo un extremo del
arco iris están equivocados. Los iluminados son omnipresentes. Su verdad
es tan imperiosa que tienden a llevar a simples rivales hasta la
hoguera. Confunden fundamentos y formas, principios y valores,
estrategias y medios.
No es de dudar que los que están sumidos en su verdad personal tengan
grandes gratificaciones. Las dudas no les agobian y las contradicciones
no entorpecen su andar. El infiernillo de los sentimientos comunes de
cualquier mortal no les quema la conciencia. Seguro que valoran
altamente su hermético y gigantesco horno de la verdad, en el que pueden
incinerar todas sus desesperanzas.
Estos personajes son por lo regular rebeles. Inconformes hasta que
logran con su resplandor someter a las luciérnagas. Son una especie de
fanático pero con liderazgo. Su maniqueísmo le hace temer a la libertad
y por eso la impiden en todas sus formas. Suprimen la independencia
personal y rechazan el conocimiento en la medida que este pueda poner en
tela de juicio su conducción y propuestas.
Los iluminados tienden a ser violentos, buscan la solución de las
diferencias enfrentando al rival y no negociando. Su intolerancia
conduce a los conflictos sociales guerras, masacres, limpiezas étnicas e
injusticias. Todo empieza en ello y debe terminar con ellos.
Son autoritarios, déspotas e irreverentes. Contrarios al progreso.
Favorecen el estatismo y la parálisis social. Todo cambio es peligroso,
por lo que la nave que comanda se mantiene anclada, apresada en los
sargazos de una utopía de demencial luminosidad.
Source: Los cofrades - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/53d239673a682e007cf9252a#.U9KH1PmSwx4
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