La economía castrista ante un menor crecimiento en América Latina
ELÍAS AMOR | Valencia | 12 Jun 2014 - 2:13 pm.
Las 'locomotoras' que tiran de América Latina se encuentran frenadas y
el gran financiero del castrismo, Venezuela, se hunde en su propio
desastre económico y político.
El Banco Mundial ha revisado a la baja las expectativas de crecimiento
en América Latina durante 2014. Malas noticias. Apenas un 1,9%, un punto
menos que el año anterior. Los expertos del Banco rebajan de forma muy
significativa los registros para Brasil, México, Perú y Argentina. En
concreto, Brasil apenas alcanzará un 1,5%, una tasa inferior al 2,3% del
año anterior.
Según el Banco, Brasil es especialmente vulnerable al nuevo entorno de
menor crecimiento como consecuencia de la elevada inflación, la caída de
la demanda y el desequilibrio de las cuentas externas. Con ese lastre,
no parece que el Mundial de Fútbol vaya a ejercer algún efecto positivo.
Más bien todo lo contrario. El caso de México es diferente, como
consecuencia de los aumentos de impuestos, en tanto que Argentina se
estancará tras haber registrado un 3% el año anterior.
En el lado contrario, las economías más dinámicas como Perú, Panamá o
Chile también van a acusar una moderación del crecimiento económico,
siendo Colombia el único país que mejora en apenas 3 décimas el registro
del año anterior, al pasar del 4,3% al 4,6%.
Por su parte, Venezuela ofrece lúgubres perspectivas tras haber
registrado un 1,3% en 2013 y se sitúa entre los países con registros más
deficientes de toda la región.
Aunque el Banco Mundial no ofrece datos relativos a la economía
castrista, no cabe duda que este frenazo del crecimiento en la región va
a tener consecuencias directas sobre Cuba.
La economía castrista, inmersa en un proceso de tímidas reformas para
superar el marasmo del sistema estalinista que la ha conducido a una
situación de baja productividad y escasa eficiencia, debería prepararse
para acusar este menor crecimiento de la región. Las "locomotoras" que
tiran de América Latina se encuentran frenadas, y en concreto, el gran
financiero del castrismo, Venezuela, se hunde en su propio desastre
económico y político.
¿Qué cabe esperar que hagan las autoridades castristas? Poco o nada, a
tenor de lo que ha sido la experiencia histórica. Lo más probable es que
se frene el ritmo errático y lento de los cambios que se van
introduciendo, lo que creará en la población mayor sensación de
ansiedad. Por otra parte, negocios de Estado como el puerto del Mariel,
que dependían de los proyectos prometidos por Brasil o México, se pueden
encontrar afectados por el nuevo escenario de menor crecimiento económico.
En tales condiciones, esperarán a que soplen nuevo vientos, en línea con
las previsiones del Banco Mundial, más favorables a partir de 2015 y
2016. La perspectiva temporal en el régimen castrista tiene muy poco que
ver con la que existe en otros países del mundo. El problema es que, a
corto plazo, con Venezuela exhausta y China creciendo cada vez menos, el
único socio potencial del régimen sería Rusia, que tiene bastantes
problemas en su frontera con Ucrania, como para apostar por operaciones
de escasa viabilidad.
¿Qué es lo que debería hacer el castrismo ante esta nueva situación?
Justo lo contrario de lo que se ha dicho antes. Acelerar las reformas y
no temer el crecimiento de la iniciativa privada y la consolidación de
un marco estable para el ejercicio de los derechos de propiedad. Ese
sería un camino correcto. Permitiría aumentar la productividad de la
economía, lo que debería conducir a un ajuste de los graves
desequilibrios interno y externo.
La economía castrista no ha sido capaz, a pesar de su naturaleza
intervenida, planificada y controlada por el Estado, de alcanzar cifras
de crecimiento a medio plazo sostenibles. La responsabilidad de ese
fracaso macroeconómico se encuentra en parte en la naturaleza del modelo
estalinista, pero también en las deficientes políticas económicas que se
han desarrollado para fortalecer la economía y romper la pesada
dependencia externa. Visto desde esta perspectiva, la nueva Ley de
inversiones extranjeras no parece que llegue en buen momento. Tampoco
hay que pedirle mucho más. Los problemas de la economía castrista están
en su organización interna, y no en las relaciones con el exterior.
Hasta que no se den cuenta de ello, no conseguirán enderezar el rumbo de
la nave.
Source: La economía castrista ante un menor crecimiento en América
Latina | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1402575200_9015.html
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