¿Aislamiento o apertura?
DAGOBERTO VALDÉS | Pinar del Río | 12 Jun 2014 - 9:23 am.
Es a los cubanos a quienes nos corresponde protagonizar los cambios que
tanto necesita el país.
Grillo: ¿Qué justifica el levantamiento del embargo? / Morúa: El primer
destinatario / Becerra: Una contradicción en la Carta de los 40 / Conde:
De Platón al embargo: una pregunta / Campos, Chaguaceda:
¿Endurecimiento, flexibilización o suspensión? / Madrigal: Un asunto de
posicionamiento / Quiñones: ¿Capital para quién? / Acosta: Billones por
el embargo / Rodiles: ¿Juez o parte? / Jardines: Los Castro se ríen para
sus adentros / Montaner: Contra la reconciliación incondicional entre
Cuba y EEUU / Reynaldo: Raúl y Asociados, Inc. / Rojas: ¿Hay que escoger
entre capitales y libertades? / Olivera: El embargo en cuenta regresiva
/ Prats: ¡Abajo el embargo! / DDC: Editorial: Sociedad civil y
flexibilización del embargo
Una carta abierta al presidente Obama, firmada por personalidades
norteamericanas y cubano-americanas, ha desatado una polémica que nos
invita a acostumbrarnos a este ejercicio de debate democrático. Creo que
este es el primer aporte positivo de este documento.
Ahora vayamos al contenido estricto de la carta para poder opinar. Estas
son sus cuatro solicitudes:
Expandir los viajes a Cuba a todos los norteamericanos.
Incrementar el apoyo a la sociedad civil cubana.
Priorizar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en áreas de mutuo
interés.
Dar pasos para garantizar a las instituciones financieras que ya están
autorizadas a permitir todas las transacciones necesarias en las
actividades a las que ya se le han otorgado licencias.
¿Aislamiento o apertura?
Como vemos, los cuatro puntos serían totalmente normales en cualquier
otro país. Pero uno de los aspectos que se debate es, a mi entender, si
se continúa con los métodos de aislamiento a Cuba aplicado desde hace
más de 50 años por Estados Unidos o se avanza, paso a paso, no
unilateralmente, sino negociando cada movimiento de ambas partes, hacia
una apertura a Cuba.
No es un tema nuevo, son tiempos nuevos. Desde 1998, hace 16 años, el
Papa san Juan Pablo II era aclamado en plazas de Cuba cuando pedía: "Que
Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba". Es el mismo
desafío, pero las circunstancias van cambiando. También en aquel momento
hubo inmediatamente voces discrepantes pero respetuosas, que creo que es
lo que construye la democracia y enriquece a los demócratas. El ataque a
las personas y no el debate de las ideas es precisamente uno de los
recursos más usados por los totalitarismos. No dejemos que se nos cuelen
los modelos de comportamiento de aquellos a los que criticamos. Respeto
y razón es lo que nos distingue de las dictaduras.
Como he vivido en carne propia las consecuencias del aislamiento, como
he experimentado el efecto multiplicador de la represión interna cuando
se sitúa nuestro conflicto en el protagonismo de un "enemigo" externo, y
como lo que quiero, es bueno decirlo claramente, es un cambio de modelo
de convivencia en Cuba que abarque las esferas no solo económica, sino
también social y política, pero sobre todo antropológica, entonces, creo
que una apertura gradual, inteligente y recíproca, podría si se hace sin
concesiones ingenuas:
Usar métodos democráticos para buscar la democracia;
Colocar el diferendo allí donde verdaderamente está: entre el Gobierno
cubano y sus ciudadanos y no en la confrontación con un "enemigo externo".
Fortalecer el protagonismo de los cubanos, de la sociedad civil
independiente y de la oposición política partidista totalmente pacífica
en Cuba.
Debilitar la tesis, fachada internacional, de que toda demanda
democrática interna está movida por una potencia extranjera.
Quitar, además del "pre-texto" para acusar a Estados Unidos de todas las
ineficiencias del modelo económico y social cubano, el "texto" de la
defensa ante el supuesto ataque a la soberanía nacional, clarificando
que no hay soberanía nacional sin soberanía ciudadana, piedra angular de
la democracia.
¿Embargo, oxígeno o ineficacia del sistema?
El debate suscitado por la carta al presidente Obama, no creo que ponga
en duda el derecho universal e inalienable de los norteamericanos a
viajar a cualquier lugar del mundo, demanda que siempre hemos exigido de
los mandatarios cubanos y que seguimos demandando para aquellos presos
políticos cubanos que aún no pueden viajar libremente por estar bajo una
llamada "licencia extrapenal". Este bloqueo debe cesar.
Tampoco creo que el debate impugne el derecho universal e inalienable al
libre comercio cuando no existen unas sanciones al respecto aprobadas
por el Consejo de Seguridad de la ONU. Aún más, cuando esas relaciones
irían dirigidas, sobre todo, a fortalecer la sociedad civil cubana
independiente. Por cierto, que se puede apreciar en esta misiva que el
concepto amplio e incluyente de sociedad civil va progresando. La visión
de sociedad civil que refleja la carta no solo considera a la oposición
política partidista, sino también incluye a los pequeños empresarios que
son eufemísticamente llamados por el sistema como "trabajadores por
cuenta propia"; no solo trasluce la referencia a la restringida "lista
de oficios medievales" aprobada, sino también a profesionales, artistas,
periodistas, iglesias y otras asociaciones que hacen normal, eficiente y
creativo al tejido productivo de la sociedad civil, creando riquezas
materiales y también culturales y espirituales, sin las cuales caeríamos
en otro materialismo asfixiante.
Para algunos hermanos cubanos favorecer esto con una mejoría gradual y
negociada de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, sería como "dar
oxígeno" al Gobierno cubano. Respeto esta opinión y aún más respeto a
los que la sostienen, muchos de los cuales sufren represión, exclusión y
cárcel dentro de Cuba.
Algunas preguntas para el debate
Cuando cuestionamos estos pasos hacia la apertura, ¿suponemos que serán
dados sin nada a cambio, de manera unilateral, abrupta y haciendo
concesiones sin tener en cuenta los Derechos Humanos en Cuba? Si así
fuera, yo también me opongo.
¿Pensamos que una mejora de las relaciones entre EEUU y Cuba haría
funcionar automáticamente el modelo económico centralizado e ineficiente
que el Gobierno cubano mantiene con un férreo bloqueo a la propiedad, la
libertad de empresa y la persecución de la iniciativa y el mercado?
Medio siglo de "oxígeno" soviético y venezolano no han podido hacer
funcionar un modelo económico que ha demostrado mundialmente su fracaso.
El oxígeno solo sirve para organismos vivos y lo que más vida tiene en
Cuba hoy, y tendrá mañana, es su sociedad civil creciente.
Cuando creemos que estas aperturas negociadas y graduales harán revivir
las obsoletas e improductivas estructuras de un modelo económico y
político totalmente superado en el mundo, ¿no estaríamos creyendo más en
el modelo que los mismos que han declarado que "este no funciona ni para
nosotros mismos"?
Que siga la polémica que así se construye democracia, conciencia cívica
y protagonismo ciudadano de todos los cubanos.
A fin de cuentas, es a nosotros los cubanos todos, de la Isla y la
diáspora, a quienes corresponde ser los protagonistas de los cambios
económicos, sociales, políticos y antropológicos que tanto necesita
nuestra querida nación. Que nos enriquezca el debate pero que no nos
distraiga de lo que debemos pensar, de lo que debemos hacer y de lo que
debemos cambiar entre todos los cubanos.
Source: ¿Aislamiento o apertura? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1402521967_9007.html
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