La nueva jugada de Castro
El martes en la noche, la página en internet del diario Granma publicó
una "nota informativa del Ministerio del Interior (MININT)", que daba a
conocer que cuatro cubanos residentes en Miami habían sido arrestados el
26 de abril, "cuando planificaban ejecutar acciones terroristas en el
territorio nacional".
La escueta información del MININT ha causado las esperadas
especulaciones en Miami, pero hay que señalar que estas se reducen a
unos pocos puntos básicos. No han sonado tambores de guerra ante este
supuesto nuevo fracaso de los beligerantes anticastristas —como ocurrió
en ocasiones anteriores— y al hablar sobre las posibles motivaciones
para esta nueva trama del gobierno de La Habana, el enfoque ha girado
sobre dos o tres puntos básicos: el mantenimiento de Cuba en la lista de
países que patrocinan el terrorismo; los tres espías que cumplen
condenas en Estados Unidos; formular un pretexto para intensificar aún
más la represión contra los disidentes y opositores pacíficos y la
posibilidad de un acto desesperado de un sector del exilio, donde los
más jóvenes pasan de los 70 años.
De estos motivos, la permanencia de la isla en la famosa lista de países
que patrocinan el terrorismo parece ser la causa principal de esta
movida del gobierno de los hermanos Castro.
Como siempre, se sigue un guión pautado de eficacia probada: la
detención ocurrió hace varios días, pero se da a conocer ahora; los
detalles personales son pocos aunque precisos y las acusaciones se han
lanzado sin sustento (no quiere esto decir que luego no aparezcan más
detalles que confirmen la versión de Cuba).
Estamos ante el preámbulo de una obra en varios actos, cuyo desenlace se
desconoce.
De entrada, la nota de Granma sostiene que los "detenidos reconocieron
que pretendían atacar instalaciones militares con el objetivo de
promover acciones violentas". Así que ya hay confesión, antes siquiera
de conocerse los detalles de los hechos que se acusan.
Esta confesión involucra a personas residentes en Miami, con un
reconocido historial anticastrista, quienes ya han negado su
involucramiento en los hechos. Pero aquí también hay un detalle
importante. Entre quienes culpa Cuba de promover los "actos terroristas"
se encuentra Santiago Álvarez Fernández, quien ha apoyado
financieramente a Luis Posada Carriles; se negó a brindar detalles sobre
la entrada del conocido terrorista anticastrista en EE. UU. y cumplió
una condena de cuatro años por tener un arsenal en una vivienda, que al
parecer muchos años atrás le había entregado la Agencia Central de
Inteligencia para realizar ataques contra el gobierno cubano. Ocurre
además que Álvarez Fernández ha estado ayudando financieramente, de
forma abierta, a varios disidentes y opositores pacíficos en Cuba.
Sin embargo, y pese a la brevedad de la información brindada por el
gobierno cubano, que limita el análisis, lo más importante de la nota
puede encontrarse en el último párrafo: "Se realizarán las gestiones
pertinentes con las autoridades estadounidenses competentes para
investigar estos hechos y evitar oportunamente que la actuación de
elementos y organizaciones terroristas radicados en ese país pongan en
peligro la vida de personas y la seguridad de ambas naciones".
Un artículo reciente en Cuaderno de Cuba hacía alusión a las acusaciones
mutuas, entre Washington y La Habana, de amparo de terroristas:
"Si el Departamento de Estado incluye a Cuba entre los países que apoyan
el terrorismo es porque, entre otras razones, la isla brinda amparo a
miembros de grupos subversivos.
Si La Habana volviera a plantear un intercambio entre prófugos de la
justicia estadounidenses y personas que el régimen considera
responsables de actos terroristas en la isla —en la práctica un cambio
de ancianos de ambos bandos, algo que repito sigue sonando imposible—,
no solo colocaría a un mismo nivel a Washington y La Habana, sino que
rebajaría a Miami a la categoría de una cabeza de playa llena de
terroristas, mientras que a 90 millas hay un país dispuesto a cooperar
en mantener en la sombra a los peores criminales".
Antes se había planteado:
"Es posible que en las circunstancias actuales, podría especularse que
el gobierno cubano está dispuesto a llegar a un acuerdo. Pero al igual
que en ocasiones anteriores, en que Estados Unidos ha tratado de llegar
a un arreglo con el régimen de la isla, hay que deslindar entre su
interés de aprovechar una ocasión para hacer propaganda y no un esfuerzo
serio para resolver un problema pendiente desde hace décadas".
No hubo que esperar mucho para que La Habana iniciara los pasos de esta
jugada.
Posted by Alejandro Armengol at 10:58 p. m.
Source: "CUADERNO DE CUBA: La nueva jugada de Castro" -
http://armengol.blogspot.com.es/2014/05/la-nueva-jugada-de-castro.html
No comments:
Post a Comment