Santa Clara de Asís y el 13 de agosto

Santa Clara de Asís y el 13 de agosto
JUEVES, 05 DE SEPTIEMBRE DE 2013 10:04
ESCRITO POR FELIBERTO PÉREZ DEL SOL

Cuba actualidad, Santa Clara, Villa Clara, (PD) Una vez más la
municipalidad usó una de las tradiciones de mayor arraigo en Santa Clara
para agasajar a Fidel Castro.

Como ya es habitual cada 12 agosto desde 1989, mientras los
santaclareños asisten a la verbena de la calle Gloria, festejo dedicado
a Santa Clara de Asís, patrona de la villa, varias pancartas alusivas al
cumpleaños del ex gobernante acompañan la jornada.

Pero esta celebración tiene un origen mucho más antiguo, pues el 16 de
agosto de 1695, el Cabildo local, bajo orden del alcalde Juan Sarduy,
acordó celebrar todos los 12 de agosto la Fiesta de la Gloriosa Virgen
Santa Clara de Asís, beata protectora que dio su nombre a la actual
localidad fundada el 15 de julio de 1689 por dieciocho familias
procedentes de la cercana villa de Remedios.

Las verbenas son fiestas populares que se han esparcido por casi todas
las poblaciones y poseen generalmente un profundo sentido religioso,
donde predomina además lo benéfico. Surgieron de ceremonias religiosas
hispanas ofrecidas en otra época al Santo Patrón de cada pueblo y como
se dijo, el nuestro hizo suyo el de Clara Favarone, religiosa nacida en
1194 en Asís, Italia. Clara fue una ferviente religiosa que dedicó su
vida a la Iglesia, y dos años después de morir fue canonizada.
Inspirados en ella los bomberos locales la tomaron como su protectora y
le crearon un recinto en su cuartel de la calle Gloria, de ahí el nombre
de esa verbena.

En sus primeros años las festividades para la Santa Patrona se hacían
con los pocos recursos que los lugareños y el gobierno de la nueva villa
aportaban. Para garantizar la asistencia de los pobladores el Cabildo lo
informaba con anterioridad, y así las familias que vivían lejos podían
sumarse al importante festejo. Quien se ausentara a esta festividad
podía ser castigado con cuatro días de cárcel o pagar hasta cuatro
ducados, moneda española que circulaba en aquella época. No obstante,
era tal el fervor por participar en la conmemoración que raras veces se
cumplió lo antes señalado.

Existe una vieja historia sobre un milagro ocurrido durante una de
aquellas fechas de recordación, algo que sin dudas ayudó a enraizar la
devoción de Santa Clara de Asís por acá. El Dr. Manuel García Garófalo
Mesa la recoge en sus "Leyendas y Tradiciones Villaclareñas".

Cuenta Garófalo que el 12 de agosto de 1848, mientras las campanas de la
Parroquial Mayor anunciaban las fiestas en honor a su Patrona y la
procesión recorría la ciudad, un paralítico que se arrastraba "con sus
miserias y sus muletas", yacía "echado en la tarima del altar de San
José". Invocaba desde allí a la Virgen de Santa Clara.

Lucía la Parroquial valiosas galas de tiempos pasados, y en el
presbiterio, "alumbrada por cirios que parecían estrellas", se advertía
la imagen a la que con "convicción íntima de fervorosa fe cristiana"
acudía aquel "mártir de las angustias", justo cuando la Virgen pasaba
frente a él. Entonces, al hombre que traía "impresas en el rostro la
miseria y las necesidades del hambriento" se le oyó un grito que
estremeció a todos los fieles reunidos para la ocasión. Acto seguido, el
inconfundible sonido de dos muletas que caían junto a sus desgracias
inundó la concurrida iglesia.

El paralítico, ya sin sus acostumbrados apoyos, caminaba y rezaba
mientras la ocasión le "arrancaba lágrimas a algunos creyentes". Juan
Viñas, sobre quien la virgen vertió su milagro, "fue por muchos años un
hombre fuerte y sano". Del hecho, refiere Garófalo, "fue testigo todo el
pueblo congregado en la iglesia".

Al iniciar la guerra del 95, España impidió la verbena de la calle
Gloria. Con la República, en 1902, regresó la ancestral práctica, y en
1922 se retomó con un desarrollo parecido al que conocemos hoy. Desde
entonces, al acercarse el 12 de agosto, los vecinos de la calle Gloria y
muchos bomberos adornan el lugar. Una misa iniciaba la ceremonia, que
incluía además trasladar la imagen de la Virgen en procesión desde el
citado fuerte hasta el final de la calle, justo en la orilla del río
Cubanicay.

Allí la colocaban en un altar construido para la ocasión, de donde era
devuelta a la media noche a su lugar de origen, mientras la banda de
música la escoltaba de principio a fin del periplo. Durante el resto del
día los participantes se dedicaban a la placentera labor de mostrar
juegos, música y comidas tradicionales cubanas.

Estas fiestas alegraron la vida lugareña durante la colonia y en el
período republicano. Eso sí, siempre las acompañó un profundo sentido
religioso, aunque la Iglesia en su afán de buscar cantidad olvidó a
veces la seriedad.

De "casualidad", no más triunfó la revolución cubana, la imagen de Santa
Clara de Asís fue retirada del Cuartel de Bomberos y entregada a la
Iglesia. Paraba así su andar la virgen donada por Antonio Tenorio
Pichardo, aquella que comprara en Barcelona y que por varias décadas
presidiera la verbena. Un oscuro e incuestionable silencio reinó
entonces sobre una festividad que hasta aquel momento había sido solo
alegría, y que ningún daño podría hacerle al naciente régimen. El
pintoresco sabor que el baile y el ir y venir de los santaclareños le
daban a la verbena fue suspendido sin explicaciones durante los
siguientes treinta años.

Nadie comprendió por qué a nuestra ciudad le arrancaron el derecho y la
tradición de celebrar la fiesta de su Santa Patrona. Pero cuando en 1989
la oficialidad acordó reinsertarla nuevamente en el panorama cultural
local, los viejos "pilongos" que la habían vivido comprendieron la
magnitud del legado felizmente recuperado.

Celebraba en aquellos días la villa el 300 aniversario de su fundación,
por ello la ocasión se veía más que apta para que sus vecinos olvidaran
el largo periodo de omisión. No obstante, la tradición recién rescatada
traería un par de ajustes: Carecería de espíritu religioso y serviría
como fiesta previa al cumpleaños de Fidel Castro, quien nació un 13 de
agosto.

Estas nuevas condiciones de inmediato se arraigaron en los lugareños. Si
lo duda, asista el año próximo o consulte a algún santaclareño que
conozca. Si viene, notará como ninguno de los avisos que adornan la
calle Gloria hace alusión a la Santa Patrona, y si pregunta verá que
muchos creen que la ocasión es para festejar el nacimiento de Castro.
Así, sin cuestionarse el origen del convite en el que interviene, la
multitud penetra por la calle Gloria, y desde el parque Vidal hasta el
río Cubanicay participa del festejo más antiguo de la villa. Pero en la
calle Unión, justo donde se expende cerveza y la tradición se extingue,
será donde más se aglomere.

Este año no fue la excepción, y si en 1695 era obligatorio exhibirse en
la verbena so pena de multas o prisión, hoy mis coterráneos participan
obligados por una adicción casi general al alcohol, originada del fiasco
económico nacido de una política absurda. Tampoco fue paradoja que el
gobierno se sirviera de la ocasión para anunciar el arribo del
ex-dictador cubano a sus 87 años.

Para Cuba actualidad: felikrock1970@gmail.com

Source: "Santa Clara de Asís y el 13 de agosto | Cuba noticias
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