Publicado el domingo, 09.01.13
Coraje sin créditos ni banda sonora
RAÚL RIVERO
Madrid – Vive en la Cuba de este año de gracia de 2013, en pleno siglo
XXI, una categoría de ciudadanos que, para muchos observadores de
aquella realidad, forman parte del sector más limpio, honesto y esencial
de la sociedad.
Se trata de los activistas de derechos humanos, los hombres y mujeres
anónimos que salen todos los días a exigir cambios, a reclamar libertad
y progreso frente al aparato represivo de la dictadura y sus pandillas
de guatacas azuzados por un miedo interior insuperable.
Son ellos los que aparecen en las fotos y en las imágenes fugaces de los
videos golpeados o llevados a empujones hacia los carros patrulleros.
Son ellos los que salen en las cifras de los centenares reprimidos, en
el turbión de la violencia, sin sus nombres propios y sus apellidos, en
el universo inhumano y romo de las estadísticas.
Entre esa gente llana y sencilla está la Dama de Blanco que arrastran
por una calle de Santiago de Cuba y la otra que camina entre unos
policías rumbo a un calabozo. Está el hombre al que le dan una paliza en
Matanzas y el que acosan, insultan y maltratan en una esquina de Santa
Clara.
Ellos son los que entran a las celdas cada semana en cualquier sitio del
país o los que tienen que soportar que una brigada de valientes
combatientes revolucionarios, en nombre del pueblo y del proletariado,
les asalte su casa, atemorice a la familia, le destruyan los muebles y
le roben lo mismo un radio que una linterna porque pueden ser peligrosos
instrumentos para comunicarse con el enemigo.
No se habla de episodios aislados ni de última hora. Hay una historia de
años en esa resistencia, en esos esfuerzos alejados de sueños
protagónicos. En ese grupo aparecen los corresponsales de la prensa
independiente que reportan desde los municipios, los bateyes y los
caseríos, siempre acorralados y solitarios, sin esperar un titular o una
recompensa, sólo con la ambición de contar la verdad.
Allí se inscriben también los centenares de cubanos que han renunciado a
una zona de la privacidad de su hogar para abrir una biblioteca pública
y, desde luego, ilegal para el gobierno. Y los que trabajan en silencio
y en medio de la escasez para ayudar a las familias de los presos
políticos a llevar algunos alimentos a las cárceles.
Desde esa colonia de cubanos que luchan callados sale ahora el nombre de
un activista, Iván Fernández Depreste. Inició una huelga de hambre desde
el pasado 30 de julio. Pertenece al Frente nacional de Resistencia
Cívica y Desobediencia Civil Orlando Zapata, fue condenado a dos años de
prisión por participar en una manifestación. Está en peligro de muerte.
Hace unos días un amigo me enseñó un video de una protesta pública en
las calles de Placetas. Se ve a Iván Fernández Depestre junto a otros
jóvenes. "Mira", me dijo, "es el hombre alto que lleva una bandera".
Source: "RAUL RIVERO: Coraje sin créditos ni banda sonora - Opinión -
ElNuevoHerald.com" -
http://www.elnuevoherald.com/2013/09/01/1555664/raul-rivero-coraje-sin-creditos.html
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