Martes, Marzo 13, 2012 | Por Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -El 12 de marzo se cumplieron 50
años de la implantación del racionamiento en Cuba, a través de la Ley
No. 1015 para la distribución y venta de alimentos, productos de aseo
personal, papel sanitario y otros. La "libreta de abastecimientos" es
hija de la escasez y se proponía garantizar el consumo básico a la
población de artículos de primera necesidad.
En sus inicios abarcaba cantidades y surtidos de productos vendidos a
precios subvencionados, muy superiores a los actuales. A través del
tiempo, debido al decrecimiento de los niveles productivos, muchas
ofertas desaparecieron o disminuyeron. La carne de vacuno es un ejemplo
notable. Originalmente entregada a razón de 3 libras por personas al
mes, paulatinamente fue reduciéndose hasta los 230 gramos (8 onzas)
actuales de picadillo mezclado con soya, más una libra de pollo.
Similar destino tuvieron las grasas comestibles, que de 2 libras
mensuales, una de aceite y una de manteca de cerdo, sólo se vende 230
gramos de aceite comestible por consumidor. El café, de un sobre de
producto puro cada 10 días pasó primero a venderse ligado con otras
materias, y después de varios cambios, hoy se oferta 115 gramos cada 30
días, mezclado con chícharo, con un sabor y aroma que se asemeja a
cualquier otra cosa, menos a café. El azúcar se fue reduciendo hasta
las 3 libras de refino y 1 cruda para igual período.
Por otra parte, muchos productos han salido del sistema de
racionamiento, como las viandas y hortalizas, la leche enlatada, los
cigarrillos y tabacos, la mantequilla, y los artículos de aseo y
limpieza, que se venden "liberados" a precios varias veces superiores, y
en ocasiones con dificultades para adquirirlos, como la papa, que de
unos 30- 40 centavos la libra pasó a 1 peso en los Mercados Estatales
Topados.
Los productos que permanecen racionados además de las grasas y cárnicos
antes mencionados, por consumidor mensualmente son: 7 libras de arroz,
10 huevos, 10 onzas de frijol, pescado en algunas ciudades, 460 gramos
con cabeza y 316 gramos descabezado, 1 caja de fósforos, y algunas
dietas de un kilogramo de leche en polvo para enfermos, sal 1 kg
(trimestral), 14 compotas para bebés, algunas bolsas de yogurt de soya
para adolescentes y 1kg del suplemento "lactosoy" para las personas de
la tercera edad, que no es muy bien aceptado, y diariamente de un
panecito (supuestamente de 80 grs.). . Se vende un litro de leche por
niño hasta cumplir los 7 años de edad. Esas cantidades de artículos
entregados en el marco del sistema de racionamiento malamente alcanzan
en su conjunto para los primeros 10 días del mes.
Desde el ascenso al poder, Raúl Castro se ha pronunciado por la
eliminación de la "libreta" y su sustitución por una subvención a las
personas que realmente necesiten apoyo. En realidad el racionamiento ha
sido un sistema irracional, pues subvenciona a personas que realmente
no lo necesitan. Además, ha sido fuente de corrupción debido a
mecanismos que facilitan operaciones fraudulentas. A diferencia de otros
sistemas basados en cupones que propician el control, se realiza
anotando en la llamada libreta, método muy difícil de comprobar. Además,
las enormes diferencias de precio para el mismo producto, ya sean
racionados, liberados o en divisas, sin soslayar el potente mercado
negro, constituyen un terreno fértil para el agio y la especulación.
Se da el caso de que el arroz racionado vendido de 25 a 90 centavos la
libra (las primeras 5 lbs. a 25 centavos), se ofertan en el mercado
liberado de 3.50 a 5.00 pesos, de acuerdo a si es de origen nacional o
importado, o a precios varias veces superiores si son adquiridos en el
sector de moneda convertible, al que no todos los cubanos tienen
acceso. Esto ocurre con el frijol, la leche para niños y otros productos.
Al mismo tiempo, el sistema de anotación es un método lento, de mucho
tiempo de espera para los consumidores, obligados a comprar en un solo
establecimiento comercial, lo que dificulta protestar cuando las
cantidades son disminuidas por los empleados, así como por el deficiente
estado de las balanzas, lo cual es muy corriente en Cuba. Se añade la
escasa higiene en el expendio de leche, carnes, aceite comestible, pan,
azúcar y otros distribuidos a granel.
No obstante las declaraciones del Presidente Raúl Castro y el acuerdo en
los Lineamientos del VI Congreso del Partido Comunista (Punto 174), de:
"Implementar la eliminación ordenada y gradual de la libreta de
abastecimiento, como forma de distribución normada…", al igual que el
fin de la dualidad monetaria, esto no depende de decisiones, ni de
"buenos" deseos, sino del incremento de la producción de bienes y de la
elevación de la eficiencia a niveles tales que permitan, con una
adecuada estabilidad monetaria y de precios, satisfacer las necesidades
de la población, a lo cual deberá contribuir el pago de salarios
decentes que estén en relación con los aportes de los ciudadanos a la
sociedad. Así podría ser utilizado el mercado como forma básica de
distribución, complementado con una proactiva política de apoyo a los
sectores desvalidos. Esto no excluye la participación del estado en
actividades económicas o de servicios estratégicos, por ejemplo en
educación, salud y seguridad social, esquema que exige altos grados de
transparencia en la gestión de los recursos, objetivo difícil de
alcanzar en una sociedad sin democracia y libertad.
Lamentablemente, la producción agropecuaria y de otros rubros no crece,
de manera que será muy difícil eliminar la "libreta" con sus nefastas
consecuencias en un mediano período de tiempo. Únicamente podrá
realizarse cuando en Cuba se ejecuten las reformas radicales requeridas
urgentemente por la economía, y sea liberado efectivamente el potencial
productivo del país. Hasta tanto, los años de racionamiento continuarán
con todos los males resultantes para la sociedad.
http://www.cubanet.org/articulos/la-%e2%80%9clibreta%e2%80%9d-de-racionamiento-cumple-50-anos/
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