15-09-2011.
Angélica Mora
(www.miscelaneasdecuba.net).- Ahora, por capítulos, otra triste
historia de alguien que creyó en los castristas y hoy se siente como un
tonto útil: No había persona en Estados Unidos tan simpatizante del
régimen cubano como el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson.
Pero, la larga luna de miel de él con el Régimen de La Habana acaba de
finalizar - abruptamente- de manera lamentable.
Terminó, como acaban todos los compromisos en los que hay amor de una
sola parte y la otra se deja querer sin dar nada a cambio.
Aunque es muy fuerte, no hay mejor definición para catalogar el
rompimiento que decir que Richardson volvió a Estados Unidos "con la
cola entre las piernas".
El ex gobernador demócrata viajó a La Habana creyendo que iba a volver
triunfante. Con un compromiso firmado del pronto regreso del contratista
Alan Gross a los Estados Unidos. Pero, Richardson o no conoce bien al
Clan de los Castristas o creyó que podía vencer a los dinosaurios.
Por algo el régimen cubano se mantiene en el poder. Porque sabe jugar
sus cartas y le gusta reírse de todo el que trata de buscar justicia
donde ha primado por más de medio siglo un autoritarismo puro y sin
"veremos".
Ahora ambas partes se atacan:
Richardson diciendo que está decepcionado y no es más amigo de La Habana.
Y la Cúpula Gobernante Cubana ultrajada, porque el visitante describió,
en declaraciones a la prensa, a Gross como 'rehén' del gobierno de La
Habana.
En castigo por haber osado decir tamaña mentira (¿si no es rehén que
es?) el régimen lo castigó y dijo que la liberación de Alan Gross nunca
fue un tema a tratar durante la visita y acusó a Richardson de
"chantajista" y "difamatorio".
Ahora Richardson -quien había ido "de buena fe" a Cuba a visitar a Gross
y tratar de lograr su liberación "por motivos humanitarios"- se declara
"decepcionado" y agrega que fue tratado tan mal en su visita, que duda
de volver a la Isla como amigo. (¿?).
Richardson es uno más que recién se ha enterado que Raúl Castro y su
mafia no quieren arreglar ningún asunto entre Estados Unidos y Cuba.
Como están, están perfecto: Reciben y no dan nada. Mientras más piden
más se le da.
Ahora el gobierno de la Habana considera "insuficiente" y "limitada" la
flexibilización sobre viajes y remesas aprobada por Obama, y exige
levantar "sin más demora" el embargo que Washington aplica contra la
isla desde 1962.
El embargo le importa un bledo a Raúl Castro. Menos aún los 5 espías,
que le sirven sólo como peones en el juego.
¿Y Gross? Gross es la pieza que besan cada vez que la colocan en el
tablero, porque realmente les cayó del Infierno.
Llegamos al final de otra luna miel. Ahora quedan los capítulos por
entrega a ambos lados del charco, de quejas y denuncias.
Lo siento. Prometen ser tan aburridos como los intercambios de hace
algunos días de Pablo Milanés con medio mundo.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33644
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