21-09-2011.
Dr Sinue Escolarte
(www.miscelaneasdecuba.net).- La visible destrucción del autoritarismo
pos totalitario insertado en Cuba por los hermanos Castro, únicamente
apoyado por el "moribundo" Hugo Chávez, se percibe cada vez con mayor
nitidez. No se trata de un falso optimismo. Nunca antes se habían
reunido tantos factores en contra de las mentiras estructuradas por el
régimen. Nunca han estado tan envejecidos, agotados, ignorados o
rechazados. La visión que de ellos se tiene es ahora menos deformada en
su favor, más real en su contra, siendo pocos los que les dan crédito
internacional.
En el ámbito nacional, jamás se habían visualizado frecuentes
manifestaciones de protesta a lo largo de la isla, ni nunca había sido
tan elevada la represión.
El altruismo crece en las mentes de los que rechazan la ideología
socialista y sus guías.
La economía sucumbe con ellos.
Es este el mejor momento para que la información llegue regularmente a
los que por extrema precaución y temor, se han mantenido callados,
dudosos, obedientes, ante la abrumadora crueldad que nos imponen.
Si esperamos la autofagia natural del modelo, tardará el final, a
expensas del sufrimiento de una muchedumbre controlada por la fuerza
militar y política.
Cuando en los 60 se aprobaron los primeros actos de injusticia y
crueldad de manera unánime, para algunos fueron inaceptables. ¿Cuáles
fueron sus destinos? La cárcel. El paredón. El destierro. El camino le
quedó libre al dictador. El miedo se coló hasta hoy.
Quedó entonces un gentío guiado por un cruel megalómano que contagió al
resto de la tribu, con la acumulación de consecutivos actos de crueldad
y acabó modificando con trucos y habilidades el funcionamiento de sus
cerebros para transformarles sutilmente las conductas en temperamentos.
Sólo de esta manera, con ciego apoyo, puede manejarse un comportamiento
colectivo sin reservas, remordimientos, ni compasión, durante más de
medio siglo.
Sólo así pueden fusilarse a jóvenes por el intento de robo de una lancha
para escapar de su tiranía. Se dejan morir hombres en huelga de hambre.
Se derriba una avioneta desarmada con pilotos que perdieron la vida. Se
maltrata y vejan mujeres pacíficas. Y no ocurre nada. No hay respuesta,
aunque ya hay silencio mayoritario. La acumulación de injusticias
sobresatura la prudencia.
Entonces, ¿qué hemos podido hacer con el cruel que nos arranca el
maltrecho corazón con que vivimos?
Después de la normal respuesta inicial de confrontación violenta apoyado
por la mayoría, lo primero fue tratar de convencerlo cultivando La Rosa
Blanca que Martí nos sugirió, manifestándole la razón de sus múltiples
equivocaciones con paciencia, apelando a las palabras y conceptos que El
Apóstol nos regaló. Esto no ha surtido efecto. No cree en Martí. A El lo
secuestró sin aceptar sugerencias de nadie. Incontables son los que han
fallado en el intento dentro y fuera del país, cubanos o extranjeros.
Luego, fue mostrarle pruebas tangibles que facilitasen el encausamiento
del equivocado rumbo impuesto, recopilando más de 25 mil firmas por
medio del Proyecto Varela y en otros muchos protocolos. Nada se ha
conseguido, no responde, subvalora, hiere con el puñal de la
indiferencia, destruye y mata.
Estos dos métodos, antesalas de lo peor, se han mantenido como formula
única por más tiempo del debido gracias a que somos una isla. Al poder
ejercido por la intimidación militar, las golpizas y el encierro, sin
que se vislumbre un cambio real, objetivo, entretenidos en mentiras,
falsamente esperanzados con improvisaciones y promesas que se diluyen en
el tiempo y la espera, mientras a las primeras generaciones nacidas con
el proceso, se nos va la vida, después de agotar los recursos a nuestro
alcance. Hablar. Esperar. Insistir y explicar.
Sólo nos queda con nueva moral, el uso de la violencia y finalmente la
fuerza movilizada por el altruismo. Que sea tal la compasión que se
experimente por nosotros mismos ante tanto daño, que aparezca la
confrontación directa a costa de la vida misma, cuando el cruel no pueda
continuar creando falsas imagenes en sus seguidores como está ocurriendo.
La violencia de ambas partes es ya inevitable. Tal vez necesaria. La
violencia, sólo genera violencia. Derrotados y vencedores.
Cuando se pretende domar animales ocurren tres cosas.
Que de sólo mostrarles el látigo cumplan el deseo del domador.
Que cumplan su deseo cuando han probado varias veces el látigo.
Que no respondan al látigo.
Los cubanos domesticados, unidos por la misma desgracia que los que no
lo están y los que han probado el látigo, se aprecian solidarios. Lo
hemos visto en las calles, en los ómnibus, en las tiendas, ayer en el
oriente de Cuba, cuna de la "revolución". Crecen por días los que
cansados de ser castigados, engañados o reducidos, se acercan, apoyan
cuando comprueban los instrumentados actos de repudio a los que nunca
han respondido al látigo.
Ante esta inminente situación, el cruel, consciente del peligro que
corre, sin salida, protegerá su vida y la de los suyos con el escudo
humano de los comprometidos, pero ni así conseguirá como en Libia y
Egipto, evitar su caída, su esperado final.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33700
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