Pages

Thursday, September 15, 2011

No estamos solos

No estamos solos
Thursday, September 15, 2011 | Por René Gómez Manzano

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) – Otra vez el régimen
castrista ataca a la disidencia. El más reciente capítulo de ese
monólogo fue un reportaje de la comunicadora oficialista Gisela Díaz
transmitido por televisión no menos de cinco veces.

En esas arremetidas, los reporteros comunistas violan la regla de dar la
oportunidad de brindar su versión de los hechos a la persona aludida. Si
se recogen las palabras de él o ella, es sólo para transmitir fragmentos
convenientemente editados.

Días atrás, agredieron a Yoani Sánchez. La brillante bloguera describió
lo sucedido como "un regalazo de cumpleaños", y precisó que se habló de
ella "en los peores términos", lo cual evalúa "como verdaderos elogios".
Certeras palabras. Lástima que, a diferencia del noticiero oficialista,
llegaran sólo a unos pocos cubanos.

En el reportaje mencionado volvieron a arremeter contra las dignas Damas
de Blanco, y pretendieron negar las agresiones físicas contra pacíficos
disidentes reunidos en una humilde casa de Palma Soriano. Sería bueno
preguntarles si Ernesto Carrera Moreno y otros opositores hospitalizados
tras sufrir fracturas y otras lesiones, fueron o no víctimas de la
violencia.

Gisela García atacó con ahínco el trabajo de Elizardo Sánchez Santa
Cruz, cuya comisión realiza desde hace decenios una importante labor de
monitoreo de las detenciones arbitrarias y otras violaciones de los
derechos humanos que sufren los cubanos.

En su caso, el principal argumento empleado fue la inclusión, en una
lista de arrestados, de Boris Pérez, Carlos Garrido y Francisco Sánchez,
de quienes la reportera oficialista afirma que son —supuestamente—
"integrantes de un equipo de fútbol profesional de Chile".

En conversación con Elizardo, el líder opositor precisó un dato. La
organización que él encabeza recibe denuncias de toda clase de
ciudadanos. La gran mayoría son hechas de buena fe, y reflejan con
objetividad la intensa represión política desatada por el régimen
totalitario contra quienes se le enfrentan.

Pero no faltan provocaciones gubernamentales; personas inescrupulosas
ofrecen datos falsos que permiten después arrojar una sombra de duda
sobre el conjunto del trabajo. Por ejemplo, hace unas semanas, la lista
de detenidos dada por un desconocido le fue presentada por un
colaborador a Elizardo. Al leerla, Sánchez dispuso eliminarla, pues
estaba compuesta por conocidos artistas plásticos.

En esa oportunidad, la patraña pudo ser conjurada gracias a la cultura
general del activista pro democracia, pero —por lo visto— él no es
aficionado al balompié, por lo cual, suponiendo que esos tres nombres
—ninguno de ellos muy conocido en Cuba— hayan salido en verdad de una
noticia deportiva, esta vez los datos espurios pasaron sin ser detectados.

Es evidente que los únicos interesados en un ardid de ese tipo son los
personeros del régimen, pues ello les permite —como sucedió ahora—
utilizar después la referencia para tratar de menoscabar el trabajo
disidente.

La agitadora con título de periodista empleada en este caso, publicó la
información. Pero tenemos que preguntarnos: ¿Cómo supo que esos datos
espurios corresponden a miembros de un equipo chileno de fútbol?

Gisela García no se especializa en temas deportivos. ¿De dónde sacó que
—por ejemplo— Francisco Sánchez era un futbolista chileno? Igual pudo
haber supuesto que se trataba de uno de los dieciocho usuarios de ese
nombre que aparecen en la guía telefónica de La Habana.

Y en lo que atañe a Boris Pérez y Carlos Garrido, suponiendo que sus
nombres sean ciertamente falsos, ¿por qué supo ella de inmediato su
condición de deportistas chilenos? Con idéntico fundamento hubiera
podido afirmar que se trata de obreros mexicanos, o médicos españoles, o
granjeros argentinos, pues de seguro en esos países habrá personas con
los mismos oficios y nombres.

Para quien ignore las sórdidas interioridades de un régimen totalitario,
el asunto podrá aparecer incomprensible, pero no para quien las conozca
por haberlas sufrido en Cuba durante medio siglo.

La explicación es sencillísima: La policía política, encargada de
denigrar a todo el que se niega a aplaudir, ordena a algún agente que dé
el dato simulado. Acto seguido, lo informa al encargado de redactar el
panfleto. Es así como el titulado periodista sabe de dónde salieron los
nombres falsos.

De paso, invadiendo la privacidad de las personas, utiliza grabaciones
de conversaciones telefónicas particulares, fotos y otros materiales que
sólo Seguridad del Estado pudo haber obtenido gracias a la absoluta
impunidad de la que goza.

Es así como se hace "periodismo" hoy en Cuba. Pero lo importante es que
el régimen, al recurrir a esas artimañas, demuestra estar preocupado.
Están conscientes de la creciente indignación de la opinión pública
internacional ante las denuncias de sus atropellos que hace la aguerrida
prensa independiente.

Felizmente, los demócratas cubanos no estamos solos.

http://www.cubanet.org/articulos/no-estamos-solos/

No comments: