ni comunista, sino todo lo contrario»
07-02-2011 - 12:08 am.
Vicente Botín, corresponsal de la Televisión Española en Cuba entre 2005
y 2008, y autor de los libros Los funerales de Castro y Raúl Castro: La
pulga que cabalgó el tigre, responde a las preguntas de los lectores de
DIARIO DE CUBA
Ricardo E. Trelles: Muchas gracias por su interés por Cuba y por la
claridad de sus interpretaciones sobre el problema social cubano.
Aprovecho este contacto para destacar la enorme importancia que tiene la
entrevista que usted hizo a Fidel Castro en 1984. Esa entrevista
demuestra la mentalidad de fantasía de ese señor y el rotundo fracaso
que ha sido el régimen que impuso a Cuba. Creo que sería muy útil para
Cuba darle la mayor difusión posible a esa entrevista, fuera pero, sobre
todo, dentro de Cuba. Sé que la misma puede ser vista en el sitio de
TVE, pero quisiera pedirle a usted que, si es que está entre sus
posibilidades, promoviera la reproducción de la misma en varios medios
para facilitar su copia y redistribución. Espero noticias respecto a mi
petición aquí en DDC. Muchas gracias.
Gracias por sus comentarios, Ricardo. Los derechos de la entrevista a
Fidel Castro los tiene Televisión Española y se puede ver a través de la
página web de la cadena. Desgraciadamente yo no tengo acceso a ese
material. Por otra parte, las entrevistas o programas de carácter
histórico se suelen emitir nuevamente en aniversarios o en ocasiones
especiales (¿quizás cuando muera Castro?), aunque sería bueno ver el
contraste entre aquel dictador anclado ya fuera del tiempo y el actual
anciano delirante que anuncia el Apocalipsis.
Jesus Roque: El trabajo de un periodista es seguir la noticia y sobre
todo preguntar. ¿Si tuvieras de frente a Fidel Castro le preguntarías
cuando piensa retirarse a su casa en Punto Cero y dejar de meter las
narices en los asuntos del país? ¿Existe alguna forma de taponarle la
boca a ese viejo para que no hable mas sandeces?
Fidel Castro está retirado ya en su casa de Punto Cero tomando las
sopitas que le prepara su mujer, Dalia Soto del Valle. "Mete las
narices" (por utilizar su expresión) en los problemas del mundo, porque
ya no puede meterlas en Cuba. Su hermano se ha dado a la tarea de
"desfidelizar" la revolución para intentar salvarla (de sí misma), y ha
convocado el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, después de
haberlo aplazado sine die, para avalar esas "reformas" que Fidel Castro,
si estuviera en sus cabales, torpedearía, como hizo con muchas de las
medidas que su hermano puso en marcha durante el "Período Especial". No
hace falta repetir las descalificaciones de Fidel Castro hacia los
"merolicos" que ahora, según las nuevas normas, van a poder contratar
incluso mano de obra cubana.
Alain: ¿Puede contarnos si al comienzo de su trabajo como corresponsal
en Cuba tuvo algun tipo de reunión donde funcionarios cubanos le
informaran de las condiciones a su trabajo y cuales eran éstas?
Las normas para el trabajo de los corresponsales extranjeros en Cuba
están especificadas en el "Reglamento de la Prensa Extranjera en Cuba",
una Resolución del Ministerio de Relaciones Exteriores, de 1997,
actualizada en octubre de 2006, durante la enfermedad de Fidel Castro,
para reforzar los ya de por si estrictos controles gubernamentales sobre
la prensa extranjera.
Esa norma es una auténtica espada de Damocles, ya que es lo
suficientemente ambigua como para expulsar del país a cualquier
profesional que "no se ajuste a la objetividad en sus despachos", según
la Resolución. Porque, ¿quien decide que una noticia es o no es
objetiva? Naturalmente, el Gobierno.
Durante mi estancia en Cuba, tres colegas, los corresponsales de la BBC
de Londres, The Chicago Tribune y El Universal de México, fueron
expulsados de Cuba, sin más explicación que su "falta de objetividad",
sin ningún tipo de argumento para justificar esa supuesta falta de
objetividad. En definitiva, los corresponsales siempre están en la
cuerda floja porque no hay unas reglas claras, como en la pelota, para
jugar el partido. Si son molestos, se les advierte y si son demasiado
molestos, se les expulsa del país, aunque lo que "legalmente" se les
diga es que no se les renueva su acreditación.
Libertad: Sólo quería agradecerle de corazón los libros que sinceramente
escribió, y que nos sirve de vocero a los cubanos y cubanas que tanto y
tanto hemos estado sufriendo por ese régimen, y que hemos perdido a
nuestros seres más queridos, como madre y padre, por culpa de esa
dictadura asesina. Todo mi afecto para usted. Gracias, de corazón.
Muchas gracias, Libertad. ¡Que bonito nombre! Llamarse así en Cuba es
una auténtica contradicción. Le regalo esta frase, que usted sin duda
conocerá, de Don Quijote: "La libertad, Sancho, es uno de los más
preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden
igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad,
así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida".
El Lapón Libre: Fui periodista oficialista en Cuba y al irme de la Isla,
recuerdo muy bien que cuando miraba sus reportes desde Cuba a través de
la RTE Internacional, muy pocas veces vi en sus noticias algo de crítica
fuerte hacia el régimen y, como casi todos los corresponsales
extranjeros en la isla, vivía disfrutando las fiestas y prebendas
turísticas que el gobierno les ofrece a cambio de su no crítica directa
al sistema. Sin embargo, cuando terminó su servicio, se aparece usted en
España con esos dos libros hiprecriticistas ¿Oportunismo o simulación
para no levantar sospechas en sus investigaciones?
Un periodista acostumbrado a trabajar en un país democrático se
encuentra perdido al llegar a Cuba. No hay fuentes para obtener
información, salvo las oficiales, y no hay unas reglas de juego claras.
Si ese periodista es honesto tratará de buscar fuentes de información
alternativas para conocer la verdadera realidad del país. Ahora bien,
una vez obtenida esa información, se enfrenta a un dilema: ¿hasta dónde
puedo llegar para dar a conocer la verdad? ¿La cuento como la contaría
en mi país, exponiéndome a la expulsión, o la cuento de una manera más
"suave" pero lo suficientemente clara para que se sepa lo que está
ocurriendo? En definitiva, ¿qué es mejor? ¿Que no haya periodistas
extranjeros en Cuba o que los que hay informen de lo que puedan aún con
cortapisas, exponiéndose a que les acusen de "oportunistas" e incluso de
"vivir disfrutando las fiestas y prebendas turísticas que el gobierno
les ofrece…", como dice usted?
Pablo Ávila: Todos estamos de acuerdo en que para ser un periodista
acreditado en Cuba tienes que hacer lo que le de la gana al gobierno de
Cuba. ¿Cómo se mantuvo tanto tiempo trabajando en Cuba, si supuestamente
usted es un hobre honesto y sólo reporta la verdad? De las veces que
hizo lo que le exigió el gobierno cubano, ¿de cuál se arrepiente más? ¿A
cuántos cubanos entregó al gobierno cuando al Gobierno de Cuba cuando
llegaron a sus oídos noticias de que éstos hacían cosas que se les tenía
prohibidas? ¿Qué le conoce a usted el gobierno de Cuba?
No comparto la idea, ni "todos" están de acuerdo, a pesar de lo que
usted dice, de que para ser un periodista acreditado en Cuba hay que
hacer lo que le da la gana al gobierno. El gobierno nunca me exigió
nada; se limitó a vigilarme, a advertirme y a amenazarme ante el enfoque
de determinadas informaciones. No sé si entiendo bien lo que me dice
sobre si "entregué" a algunas personas al gobierno cubano. Me parece,
por decirlo en plan castizo, que usted se ha pasado siete pueblos. El
exilio es muy duro, no cabe duda, y en algunas personas puede provocar
alucinaciones.
Néstor: Me gustaria que me explicaras qué métodos utiliza la dictadura
para silenciar a la prensa extranjera, cómo es posible que, viniendo de
un pais democrático, os déjeis silenciar de ese modo. ¿Entrevistaste
alguna vez al asesisno Fidel Castro? Pd: alguna vez leí una entrevista
tuya en el Diario de Burgos (¿me equivoco?)... ¿es que acaso eres burgalés?
Ya expliqué anteriormente las cortapisas que tiene la prensa extranjera
en Cuba y el dilema al que se enfrentan los corresponsales para poder
informar y evitar ser expulsados del país. En mi larga entrevista con
Fidel Castro en 1984 me impresionó lo lejos que estaba de la realidad
(casi tanto como ahora) y su negativa a aceptar lo obvio. Le puedo
contar como anécdota que cuando se explayó sobre el "hombre nuevo" yo le
dije si incluía también a los "jineteros" y "jineteras" que desde el
cine Yara vigilaban la salida de turistas del hotel Habana Libre
(entonces mucho menos numerosos que ahora) para ofrecer sus "servicios",
a cambio de productos importados de la tienda del hotel, como perfumes y
otras cosas, porque eran pocos los que entonces cobraban dinero y
preferían el pago "en especie", no como ahora. Fidel Castro negó
rotundamente que eso ocurriera.
Sí, soy burgalés de pura cepa. Educado en el colegio de los Hermanos
Maristas y amante de la morcilla y del cordero lechal.
Hernan Perez: ¿Nos pudiera contar una anécdota en que las hordas
castristas hayan interrumpido su labor como periodista y corresponsal?
En una ocasión nos detuvo la policía, cuando tratábamos de grabar con
la cámara una operación para confiscar antenas parabólicas, prohibidas
por el gobierno, cerca de la casa de Elizardo Sánchez, presidente de la
Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Otra vez nos impidieron grabar imágenes de un control de la policía en
el puente de Bacunayagua, donde obligaban a todos los pasajeros a salir
de los coches para su fumigación, porque había una epidemia (no
reconocida) de dengue.
Creo que basta con esos dos botones de muestra.
Ernesto Gutiérrez Tamargo: Ante todo, felicitarte por tus dos libros, el
primero Los funerales de Castro, en mi opinión, probablemente el mejor
libro sobre la revolución, el poder, la sociología-económica y los
Castro en Cuba escrito por un no-cubano, y, el segundo, La pulga que
cabalgó al tigre, un retrato exquisito sobre el "enigmático" Raúl Castro
y el futuro de la Isla con esta dinastía. ¿Eres también persona non
grata para las autoridades cubanas por haber escrito estos "libros
críticos"? ¿Crees que es posible una transición cubana similar a la
española una vez que muera Fidel Castro? O dicho de otro modo, ¿es Raúl
Castro un reformista o un rupturista? ¿Ves en el sexto congreso del PCC
un avance de reformas (lineamientos) a un proceso económico que implique
dinamitar el sistema político a medio-largo plazo?
Querido Ernesto, eres demasiado generoso conmigo. Gracias una vez más.
Al gobierno cubano no le han gustado mis libros, lo sé por comentarios
que han hecho a alguno de mis colegas en el Centro de Prensa
Internacional, el organismo del Ministerio de Relaciones Exteriores que
da las acreditaciones a los periodistas extranjeros para trabajar en la
isla. Nunca me han declarado, al menos oficialmente, persona non grata,
pero sé que no puedo regresar a Cuba hasta que no desaparezca la dictadura.
No creo que en Cuba pueda haber una transición parecida a la española
porque cuando murió Franco, en España había una oposición articulada,
con partidos políticos clandestinos aunque muy fuertes (Partido
Comunista y Partido Socialista, principalmente) y sindicatos
democráticos también ilegales (Comisiones Obreras y Unión General de
Trabajadores) con una afiliación muy alta en todo el país. Había,
además, una fuerte corriente democrática en el país, en la prensa, la
empresa, la iglesia, la universidad…
Franco se despidió de este mundo con cinco muertos, pero todo el país
estaba en la calle con huelgas y manifestaciones exigiendo democracia y
libertad. Creo que en Cuba la oposición es débil porque la represión es
muy fuerte y han condenado a los cubanos a la mera supervivencia. Cuando
se tiene el estómago vacío, la primera tarea es "resolver" la comida. La
exigencia de libertades pasa a un segundo plano.
Raúl Castro es un don nadie, una sombra de su hermano, no tiene carisma,
pero es inteligente y sabe, como el Gatopardo, que "para que todo siga
igual es necesario que todo cambie".
Neutralizado Fidel, el VI Congreso del PCC va a rubricar la
"desfidelización" de la revolución cubana.
Jorge Macías: ¿Qué opinion te merece la jerarquía de la Iglesia Católica
en Cuba y su papel "mediador" en el tema de los presos politicos?
¿Tuviste la oportunidad de hablar o entrevistar al cardenal Ortega o
alguno de los obispos cubanos?
El jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, Jonathan
Farrar, según han revelado los cables aparecidos en Wikileaks, afirma
que la Iglesia católica cubana ha capitulado frente a la dictadura. "El
miedo a despertar la ira del Gobierno", dice Farrar, "reduce los
programas de la Iglesia a labores muy limitadas, como el cuidado de
enfermos mentales". En España, la Iglesia católica, dirigida por el
cardenal Tarancón, jugó un papel destacado durante la Transición. No es
el caso de la Iglesia cubana. Lo que ha ocurrido ahora con la
excarcelación de presos me parece vergonzoso. El cardenal Jaime Ortega
llamó personalmente a algunos presos de conciencia para ofrecerles la
libertad a cambio del destierro. Es algo inaudito que no merece más
comentarios. En una ocasión entrevisté al cardenal Jaime Ortega y debo
confesar que no me gustó.
Amir Valle: Querido Vicente, como periodista graduado en Cuba conozco la
vocación, el talento, la excelente formación y la sólida cultura de
muchos de los periodistas cubanos que trabajan en los medios de prensa
oficiales en la Isla. Sin embargo, el periodismo que se hace en Cuba es
chato, superficial, cojo. Lo cual da la impresión, casi en su totalidad,
de que es un periodismo hecho por subnormales incapaces incluso de
analizar objetivamente las verdades más visibles de la realidad cubana
actual. Sin perder de vista lo anterior, y a partir de tu experiencia
profesional, me interesaría saber cómo catalogas tú al periodismo y a
esos periodistas cubanos con los cuales, estoy seguro, compartiste con
frecuencia durante tu estancia en Cuba.
Querido Amir, yo me inicié en el periodismo durante la dictadura de
Franco y la prensa en España era muy diferente de la actual. Había
periódicos oficiales (la llamada Prensa del Movimiento) y periódicos de
empresas privadas. La formación de los periodistas era la misma, pero el
contenido de las informaciones era muy diferente. Aún así, salvo el
periódico Arriba (el Granma de Franco), los periodistas españoles no se
dirigían al dictador como "Querido gigante", ni decían: "Al paso del
líder, hasta el mismísimo Homero hubiera dado la mitad de su vida por
escuchar el rumor de los aplausos, consignas, coros de ¡Fidel, Fidel!".
Tampoco decían cosas como que los periodistas tenían que cuidar "las
palabras como se cuidan las balas que han de entran en combate", etc,
etc, etc. Toda la prensa en Cuba es oficial y su papel es el de altavoz
de los "partes de guerra" de una dictadura que se defiende del
"imperio". En ese terreno o mejor dicho, en ese campo de batalla, poco
pueden hacer los periodistas cuando, además, su supervivencia depende de
un salario que les paga el gobierno.
Dicho eso, puedo decirte que he encontrado muy buenos periodistas en
Cuba, muy bien formados, muy preparados, de los que he aprendido mucho.
Hay excelentes periodistas que no pueden hacer lo que les gustaría y
que, cuando esta pesadilla acabe, saldrán a la luz como ya lo están
haciendo muchos extraordinarios periodistas independientes, como Yoani
Sánchez, Iván García, Laritza Diversent y tantos otros.
Presidente del CDR No. 22 de Playa: Don Vicente, usted que conoce "la
pata de que cojea la mesa" castrista y a "la pulga" que intenta
gobernar, ¿cuál es su opinión de los próximos cinco años cubanos?
Me gustaría tener una bola de cristal para saber lo que va a ocurrir en
Cuba en los próximos cinco años. Me atrevo a decir que Fidel Castro está
ya fuera de juego y que las "reformas" de su hermano no van a servir
para nada. La gerontocracia cubana se extinguirá de muerte natural y es
difícil el alumbramiento de nuevos "salvadores" de la patria, después de
que los Castro hayan devorado, como Saturno, a sus propios hijos, los
Lage, Pérez Roque, Remirez de Estenoz, etc.
Veremos qué ocurre cuando desaparezcan todas las "gratuidades", como
dice Granma y las personas despedidas de sus trabajos no tengan para
comer. No creo que en Cuba ocurra como en Túnez o Egipto, aunque cuando
el hambre aprieta puede pasar de todo. Sin el "paternalismo" del
comunismo ni las ventajas del capitalismo, Cuba se adentra en una tierra
de nadie, ni capitalista ni comunista, sino todo lo contrario. Los
parches (y lo que está haciendo Raúl Castro es poner parches al balón
pinchado o ponchado como dicen en Cuba) nunca solucionan nada.
Lo que hace falta en Cuba es democracia y libertad, y arrojar la
dictadura al cubo de basura de la Historia.
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