Venezuela penetra el mercado telefónico de Cuba, que EEUU no explota
Los 11,4 millones de habitantes de la Isla podrían convertirse en el 
mayor mercado de telecomunicaciones del Caribe
Una disputa de precios entre Estados Unidos y Cuba puede haber costado a 
compañías estadounidenses como AT&T Inc. y Verizon Communications Inc. 
una presencia en el mercado de telecomunicaciones recientemente abierto 
en la Isla de Gobierno comunista.
Alcatel-Lucent SA, con sede en París, comenzó a tender el 22 de enero un 
cable submarino de fibra óptica de 1.000 millas entre Venezuela y la 
ciudad de Siboney en la costa sudoriental de Cuba. El presidente Hugo 
Chávez elogió el vínculo submarino y lo consideró una manera de quebrar 
medio siglo de "bloqueo" estadounidense a Cuba.
Las compañías de Estados Unidos respaldaban un proyecto distinto de 
TeleCuba Communications Inc., de Miami, la cual dijo que obtuvo una 
licencia para construir un enlace de 110 millas de Cayo Hueso a La 
Habana después de que el presidente Barack Obama en el 2009 relajó el 
embargo comercial para proveedores de servicios telefónicos. El proyecto 
se ha retrasado porque la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) 
rechazó el precio que el Gobierno de Raúl Castro exigía para transmitir 
las llamadas.
"Es una enorme oportunidad perdida", dijo Chris Sabatini, director de 
política del Consejo de las Américas, un grupo empresarial con sede en 
Nueva York. "Si uno puede entrar en un mercado anticipadamente, puede 
controlarlo a lo largo de la cadena de valor".
Los 11,4 millones de habitantes de Cuba podrían convertirse en el mayor 
mercado de telecomunicaciones del Caribe, superando el mercado de $1.600 
millones de Puerto Rico, según Pyramid Research, de Cambridge, 
Massachusetts. Aun si el mercado sigue mayormente cerrado, el ingreso 
anual podría llegar a $400 millones para el 2013, desde los actuales $80 
millones, dijo Pyramid.
En un memorando de abril del 2009, Obama dio instrucciones de permitir 
que las compañías provean servicios de comunicaciones a Cuba, diciendo 
que ello "reduciría la dependencia del pueblo cubano del régimen de Castro".
Cinco meses después, TeleCuba dijo que había obtenido una licencia del 
Departamento del Tesoro, que supervisa la aplicación del embargo, para 
construir un cable de fibra óptica. En aquel entonces, TeleCuba dijo que 
confiaba en que el enlace de alta velocidad estuviera listo para el 
segundo trimestre del 2011. La compañía, que vende tarjetas de llamadas 
a cubanoamericanos, también quiere proveer servicio de "roaming" o 
itinerancia en Cuba para teléfonos móviles de personas en Estados Unidos.
Para seguir adelante con el proyecto, la subdirectora general de 
relaciones públicas de TeleCuba, Lilibeth González, dijo que era 
"imperativo" que la FCC suspendiera las reglas que establecen una tarifa 
máxima de 60 centavos por minuto que los proveedores estadounidenses 
pueden pagar a Cuba para conectar las llamadas. TeleCuba pidió a la FCC 
que la tarifa se aumentara a 84 centavos por minuto.
González dijo que habían presentado una petición al respecto a la FCC en 
marzo del 2010 que creían que concordaba "con las instrucciones de 
Obama", dijo González en un comunicado distribuido por correo 
electrónico. "Mientras hemos estado esperando, el Gobierno venezolano ha 
estado trabajando diligentemente en su propio proyecto de fibra óptica".
AT&T, con sede en Dallas, y Verizon, con sede en Nueva York, han apoyado 
la petición de TeleCuba. En un documento presentado a la FCC en junio, 
los abogados de Verizon arguyeron que la suspensión del tope 
"facilitaría un mayor intercambio de información y mayores 
comunicaciones, permitiendo que las telefónicas nacionales investiguen 
el restablecimiento de una relación con proveedores cubanos y/o la 
construcción de posibles complejos en la ruta Estados Unidos-Cuba".
Mark Siegel, portavoz de AT&T, se negó a hacer comentarios en una 
entrevista. La portavoz de Verizon, Linda Laughlin, dijo que la compañía 
no ofrece servicios directos a Cuba. Dos funcionarios de prensa de la 
FCC no respondieron a llamadas telefónicas y mensajes de correo 
electrónico en busca de comentarios.
Cuba, que tendrá el último monopolio de telecomunicaciones de 
Latinoamérica cuando compañías privadas comiencen a operar en Costa Rica 
este año, tiene la menor tasa de penetración de teléfonos móviles en la 
región, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, de las 
Naciones Unidas.
Hasta el 2008, había entre 20.000 y 30.000 teléfonos móviles en la isla 
caribeña, la mayoría pertenecientes a diplomáticos extranjeros y 
funcionarios cubanos de alto rango. El número ha aumentado a 800.000 
desde que Raúl Castro levantó en el 2008 la prohibición de tenerlos para 
la mayoría de la gente, según el Cuba Study Group, que está compuesto de 
empresas estadounidenses que apoyan tener vínculos comerciales más 
abiertos con Cuba.
"Cuba es la mina de oro que todo el mundo ansía en Latinoamérica", dijo 
José Magaña, analista de Pyramid, en una entrevista telefónica. "Seguirá 
aumentando la presión para que el Gobierno de Estados Unidos permita a 
empresas estadounidenses participar en la apertura del mercado de Cuba".
La compañía telefónica estatal cubana, Empresa de Telecomunicaciones de 
Cuba S.A., o Etecsa, tiene un monopolio en todos los servicios de línea 
fija y servicios móviles. Telecom Italia SpA, de Milán, tiene una cuota 
de 27% en la compañía con sede en La Habana.
El Gobierno de Chávez considera que su relación con Cuba es de 
importancia estratégica y ha estado enviando alrededor de 100.000 
barriles de petróleo por día a la isla. El 15 de enero, Chávez dijo que 
el nuevo vínculo acercará aún más a los dos países y beneficiará a 
compañías privadas venezolanas.
La relajación por Obama de las restricciones en materia de 
telecomunicaciones con Cuba "no fue suficiente" y contiene elementos 
"contradictorios", dijo Tomás Bilbao, director ejecutivo del Cuba Study 
Group.
"Ninguna compañía estadounidense ha considerado atractivo hacer esa 
clase de inversión", dijo Bilbao en una entrevista telefónica, y agregó 
que la mejora de la conectividad dificultará más que el Gobierno cubano 
justifique las restricciones al uso de la Internet. "El vacío dejado por 
las sanciones estadounidenses ha brindado una oportunidad perfecta para 
que Hugo Chávez salve la situación".
 
 
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