Expertos: Reformar las empresas estatales, una tarea con demasiados 
obstáculos
Agencias
La Habana 09-02-2011 - 11:54 am.
'Hay mucha gente viviendo bien de este desorden para que sean ellos 
mismos los que traten de arreglarlo', dice un funcionario.
Aunque el Gobierno está abriendo algunos sectores a la iniciativa 
individual, las miles de empresas estatales que dominan la economía 
permanecerán bajo su control y los planes para reformar la cultura de 
gerencia parecen un desafío cuesta arriba, dijeron expertos citados por 
Reuters.
Analistas locales sostienen que las propuestas de medidas que son 
debatidas por la población antes del Congreso del Partido Comunista en 
abril son pasos correctos, pero que aún dejan la mayor parte de la 
actividad económica en manos de un Estado con una larga historia de mala 
gestión.
"Raúl tendrá que traer gente de otro planeta o sacarlos de no sé dónde", 
dijo el director ejecutivo de una empresa estatal mediana.
"Hay mucha gente viviendo bien de este desorden para que sean ellos 
mismos los que traten de arreglarlo", agregó el funcionario, que pidió 
no ser identificado.
Según el plan de medidas, el Gobierno cedería gran parte de la 
agricultura, los servicios minoristas y la producción a pequeña escala 
de negocios familiares, las cooperativas y los contratos de 
arrendamiento durante los próximos años.
Pero no hay indicios de que las medidas vayan a abarcar los sectores más 
importantes de la economía. Las propuestas simplemente piden cambios en 
la forma en que a menudo son dirigidas las empresas estatales, que rara 
vez resultan rentables.
Entre las propuestas que serán discutidas en el Congreso figura un 
control de la gestión empresarial que "se basaría principalmente en un 
método económico-financiero, en lugar de métodos administrativos" y en 
el que las empresas tendrían una mayor autonomía para gestionar fondos y 
tomar decisiones de negocios.
Aproximadamente 3.700 empresas estatales gestionan la mayor parte de la 
economía cubana. Sus actividades van desde la dirección de hoteles y de 
las industrias del níquel, el petróleo y el tabaco, hasta servicios 
públicos como el transporte, los bancos el comercio nacional e 
internacional y el azúcar, dijo un experto local.
"Estimo que entre el 35 y el 40 por ciento de las empresas son 
fundamentales para la economía y más del 50 por ciento de ellas no son 
rentables", dijo el funcionario, que pidió nos ser identificado porque 
tiene prohibido hablar con periodistas.
Las empresas estatales son administradas desde los ministerios. Los 
ministros nombran a los ejecutivos, revisan los planes productivos, 
establecen salarios, controlan importaciones y exportaciones, la gestión 
mixta con empresas extranjeras y realizan inspecciones sin fin.
Fuentes cercanas al Gobierno dijeron que existían planes para la 
eliminación de grupos de empresas y, en consecuencia, de algunos 
ministerios, en favor de grupos de empresas públicas que operen fuera 
del Gobierno.
Estas compañías se encargarían de la rentabilidad de las filiales y de 
la gestión en general y, por regla, no podrían recibir subsidios 
estatales, añadieron las fuentes.
Más preguntas que soluciones
Un economista local especializado en administración de empresas dijo que 
las propuestas plantean más preguntas que soluciones. "Todo eso suena 
muy bien, es un punto de avance (...) pero se tiene que ver cómo 
funciona en la práctica", dijo. "Tiene que cambiar la cultura 
administrativa del país".
El economista añadió que las propuestas no dejan claro las prerrogativas 
que tendrían las compañías estatales, cómo liquidarían las deudas que se 
contrajeron entre ellas y con entidades extranjeras, o si el creciente 
papel de los militares en la economía —calculado entre el 30 y el 35 por 
ciento—, es algo temporal o permanente.
Media docena de directores estatales en activo y jubilados dijeron que 
las propuestas, aunque positivas, son demasiado imprecisas. Muchos se 
mostraron escépticos de que los planes se apliquen correctamente en el 
futuro.
"Si esos lineamientos (planes de reformas) se aplican con rigor y con 
inteligencia, la situación se va a revertir. El problema es cómo 
aplicarlos", dijo Roberto, antiguo ejecutivo de la industria de las 
comunicaciones.
Aníbal, un ejecutivo jubilado de la industria alimenticia, dijo que la 
voluntad del Estado para aflojar el control sobre las empresas hay que 
verla para creerla.
Como ejemplo citó el actual recorte de unos 500.000 empleos estatales, 
para lo que el Gobierno fijó cuotas a cada empresa y un recorte de las 
licencias de importación y exportación de ciertas firmas estatales.
"Estas y otras contradicciones similares, son las que me hacen dudar de 
la real voluntad de cambiar todo un entramado de medidas que han ahogado 
a las empresas hasta ahora", advirtió.
 
 
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