Raúl Castro aparece por primera vez en público y pide 'optimismo'
El gobernante dijo a los habitantes de Isla de Pinos que sus problemas
serán resueltos, pero que hará falta tiempo y esfuerzo.
Agencias | 18/09/2008
Raúl Castro apareció este miércoles por primera vez en público tras el
paso de los huracanes Gustav y Ike, en una visita a una zona devastada,
y llamó a mantener el "ánimo" y no caer en "la desmoralización".
"Conserven ese optimismo, esa esperanza, ese ánimo, que no se caiga el
ánimo que es lo peor porque viene la desmoralización", dijo Raúl Castro
al visitar a damnificados, luego de presidir una reunión del Consejo de
Defensa de Isla de Pinos.
El gobernante, a diferencia de lo que solía hacer su hermano Fidel, no
apareció en televisión o en público durante la emergencia.
Raúl Castro dijo estar seguro de que Isla de Pinos "se volverá a poner
como antes y más bonita".
"Los árboles están horrorosos, pero la naturaleza se ocupará de eso.
Nosotros junto con ustedes nos ocuparemos de lo demás", añadió.
"Me voy contento porque vi a los pineros contentos, y hablé con muy
diversas personas", dijo.
El informativo de la televisión estatal mostró imágenes de Raúl Castro,
vestido con su uniforme de general, hablando con damnificados en Nueva
Gerona, Isla de Pinos, visitando un puerto y también un hospital.
"No vi ninguna cara hosca, y cuando vi una, me acerqué y hablé, y era
porque estaba enfermo en el hospital, o algún problema", afirmó, de
acuerdo con EFE.
Según la televisión estatal, el Raúl Castro dijo a los habitantes de
Isla de Pinos que sus problemas serán resueltos, pero que hará falta
tiempo y esfuerzo, informó Reuters.
Gustav atravesó Cuba con categoría cuatro en la escala máxima de cinco,
el 30 de agosto, por Isla de Pinos y la occidental provincia de Pinar
del Río. El 7 de septiembre Ike entró por oriente con fuerza tres y
arrasó de punta a punta el país para salir dos días después por occidente.
El gobierno cubano calcula que Ike y Gustav provocaron daños por 5.000
millones de dólares. Otros cálculos, hechos también por fuentes
oficiales, duplican la cifra.
Según datos preliminares, los dos ciclones dañaron más de 444.000
viviendas, gran parte de ellas con pérdidas de techos. Más de 63.200 se
derrumbaron.
Ike causó también severas pérdidas en el campo, destruyendo decenas de
miles de hectáreas de cultivos como caña de azúcar, papas, cítricos,
café y tabaco.
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