2008-09-10.
Movimiento Cristiano Liberación, MLC
(www.miscelaneasdecuba.net).- La exhortación no niega que ya hay muchos
corazones abiertos y entreabiertos. Pero sabemos que todos estos
corazones pueden abrirse más ante la situación dolorosa que padece el
pueblo de Cuba y otros hermanos del Caribe.
Muchos son los damnificados, los que han quedado sin casa, los que lo
han perdido todo. Con cada uno de los damnificados sufrimos los cubanos,
vivamos dentro o fuera de Cuba. Ahora en esta situación de calamidad
el sentimiento nacional es el de un solo pueblo, el de una misma familia
y por tanto de solidaridad y cooperación.
Muchos países, organizaciones no gubernamentales, iglesias, ciudadanos
del mundo han ofrecido ayuda al pueblo cubano. Nuestra respuesta es la
gratitud a toda ayuda que se ofrezca sin mas condición que la de que
llegue a los necesitados. Algo que, seguramente, tanto el estado cubano,
como las iglesias, asociaciones, organizaciones e inclusive ciudadanos y
grupos de ciudadanos creemos que están dispuestos a garantizar.
Si hemos llamado a que ninguna ayuda se ofrezca con condiciones, también
llamamos al Gobierno cubano a que no sea selectivo en aceptar, para los
necesitados, la ayuda que desinteresadamente se ofrezca desde el
exterior, porque esta ayuda será recibida con la misma dignidad y
gratitud con la que muchos pueblos del mundo, no importa la orientación
de su gobierno, aceptan y reciben la ayuda del pueblo cubano
canalizada por el estado cubano en momentos de dificultades.
Es momento de abrir las puertas y las posibilidades para que todos los
cubanos e instituciones y grupos de cubanos dentro de Cuba, que puedan
cooperar en la canalización de la ayuda humanitaria lo hagan. Esta es
una necesidad y un derecho de los cubanos a ofrecer y recibir la
solidaridad.
El equipo de trabajo de los Guías Espirituales de la comunidad cubana
que vive en el exterior, están organizando un plan de ayuda para los
damnificados en Cuba. Su única intención es ayudar a los que lo
necesitan, pero con la particularidad de que si bien, esa ayuda vendría
de diferentes países, siempre sería una ayuda cubana para los cubanos.
De una parte del pueblo para su pueblo. Por lo tanto, llamamos al
gobierno de los Estados Unidos de América, donde reside el grupo mas
numeroso de cubanos en el exterior, a todo gobierno extranjero de países
donde residan cubanos y al propio gobierno de Cuba para que por sentido
ético y humanitario faciliten el flujo de las ayudas. Estas ayudas
pueden llegar a los necesitados a través de organizaciones, iglesias y
ciudadanos dispuestos a trabajar dentro y fuera de Cuba.
No solo las ayudas de estados poderosos y de grandes organizaciones
solucionarán el problema dramático que sufren los cubanos, por lo que no
debe excluirse la recepción de ninguna ayuda por modesta que sea, venga
de donde venga, respetando nuestra dignidad, pues las necesidades son
enormes y sobre todo urgentísimas.
Nadie debe pretender excluir al estado cubano como principal gestor y
distribuidor de la ayuda, ya que no solo tiene la capacidad, sino
también creemos que la voluntad y la responsabilidad de hacerlo. Pero
esta función no es única del estado y sus organizaciones afines. Por lo
que el gobierno cubano tiene la responsabilidad de permitir y facilitar
que otras instituciones, agrupaciones y ciudadanos puedan recibir
donaciones y entregarlas a los necesitados y trabajen en el auxilio de
estos.
Nuestros hermanos del Caribe, especialmente nuestro querido Haití,
aunque no el único, han sufrido también la calamidad, por lo que este
llamado a la ayuda y solidaridad no es exclusivo para el pueblo de Cuba
sino con la misma intensidad para que sean asistidos esos pueblos que
hoy comparten el sufrimiento con nosotros.
Es hora de renovar nuestra condición de hermanos como cubanos que somos
todos. También, esa misma condición con todos los seres humanos de todos
los pueblos especialmente los que están en dificultad. Es hora, de
compartir la determinación solidaria y de que, tal como compartimos el
sufrimiento, también compartamos la esperanza, entre nosotros, todos
cubanos y con nuestros hermanos del caribe.
Movimiento Cristiano Liberación
Oswaldo J. Payá Sardinas
Francisco de Armas
Carlos A. Payá
Carlos Rafel J. Jiménez
Adam Mascaro Payá
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=17077
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