2008-02-20.
Wenceslao Cruz Blanco, Corresponsal en Madrid de Misceláneas de Cuba
La "jubilación" de Castro es una pensión muy alta que ha pagado con
sangre el pueblo cubano. No lo ha pasado a retiro unas elecciones
democráticas sino una enfermedad que lo incapacita para mostrarse en
público, y ya son muy pocos, como su amigo el venezolano Hugo Chávez,
los que creen que por las noches «sale por los campos de Cuba a
caminar». El ocaso definitivo del dictador está cerca, pero no así su
dictadura. Su tiranía seguirá presente a través de su hermano Raúl.
El gobierno cubano ha replanteado, o intenta llevar a cabo, una nueva
estrategia que sin mucha meditación es valorada positivamente en España
por su gobierno socialista. Según la información recogida por la agencia
de noticias AFP «el Gobierno de España espera acompañar a Cuba en el
proceso de reformas que se abre con la renuncia de Fidel Castro a la
presidencia de ese país y desea que estos cambios, que puede poner en
marcha su hermano Raúl, beneficien a los ciudadanos cubanos».
Y Trinidad Jiménez, tan optimista como siempre en cuanto a la capacidad
bondadosa de los que rodean al viejo dictador, aseguró que «Raúl Castro
va a poder asumir con una mayor capacidad, solidez y confianza este
proyecto de reformas».
Independientemente de las vanas esperanzas que el gobierno de Rodríguez
Zapatero deposita en el menor de los Castro -y no por eso menos
sanguinario- son las propias víctimas de ese régimen quienes aseguran
que nada ha cambiado.
Los cuatro opositores recién liberados, y que llegaron a Madrid el
pasado domingo por "gestiones" del Ejecutivo español, lo afirmaron esta
tarde en una conferencia en la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).
Los asistentes pudieron constatar como se ha visto, en el "gesto" de la
dictadura, una complacencia ideológica del régimen castrista hacia el
gobierno socialista.
Así al menos lo expresó uno de los cuatro ex presos políticos, incluso
pese a que minutos antes de la conferencia Trinidad Jiménez tuvo con
ellos la "simpatía y cordialidad" que acostumbra. La Secretaria de
Relaciones Internacionales del PSOE se aseguró de acompañarlos en el
Hotel donde se alojan, para así acallar cualquier futura posible voz
crítica - ante los medios- contra la fracasada política de Zapatero
hacia Cuba.
La estrategia socialista es bastante cristalina para los que conocen de
cerca el tema cubano. Cuando los representantes del Ministerio de
Asuntos Exteriores aseguran que «la diplomacia española está recogiendo
los frutos» se vislumbra perfectamente que la liberación de estos
opositores fue un regalo electoralista de los hermanos Castro para
Rodríguez Zapatero.
Pretenden con ello, y en pocos días, borrar el abandono a que han sumido
a la disidencia cubana. Su política exterior, con relación a regímenes
como los de Cuba y Venezuela, ha ido enfocada a tener unas buenas
relaciones con sus respectivos gobiernos totalitarios y así proteger a
los inversores españoles.
Los presos de conciencia cubanos son una moneda de cambio que aceptan
gustosamente gobiernos como el de Rodríguez Zapatero. A Castro le
resulta fácil reunir esas monedas, hay más de 10 millones de cubanos
"convertibles".
Con esa liberación la hipocresía de Zapatero en el tema cubano no se
despeja, se acrecienta. Al final es una cuestión de economía electoral,
más presos liberados dará más credibilidad de que se hace lo correcto de
cara a la galería, aunque en definitiva todo provoque llevar más monedas
de intercambio a las cárceles cubanas.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=14062
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