Nuestra esperanza queda con el pueblo cubano

EN NUESTRA OPINIÓN: Nuestra esperanza queda con el pueblo cubano

La encrucijada en esta nueva etapa de normalización de relaciones entre
dos viejos enemigos se ubica entre el dolor, la vergüenza y el cinismo
del exilio por la realidad en Cuba; un entusiasmo desproporcionado de
los cubanos en la isla y una nueva generación en Miami que quiere
cambios. Es decir, nada sustancial ha sucedido desde el anuncio del 17
de diciembre, cuando los dos países anunciaron un proceso de normalización.

Después de 56 años de hostilidad las dos naciones se van acercando, y la
bandera estadounidense ondeará bajo el sol cubano muy pronto con las
brisas del Malecón levantando más esperanzas. Sin embargo, los cubanos
no tienen idea de lo que les espera, porque el gobierno comunista de
Cuba solo sigue diciendo más de lo mismo: No habrá ni elecciones
multipartidistas ni un espacio para la sociedad civil, por lo menos para
esos que sean independientes. Las Damas de Blanco, UNPACU y otros grupos
de oposición siguen siendo hostigados. Artistas y escritores siguen
censurándose para poder sobrevivir.

Cuando el presidente Barack Obama anunció el miércoles la reapertura de
las embajadas en La Habana y Washington, le dijo a la nación que no
debemos ser prisioneros del pasado. Es verdad, el que no conoce la
historia será condenado a repetir los peores errores. Por eso nos
preguntamos: ¿Qué ha hecho Cuba para merecer un acercamiento tan acelerado?

Claramente, el gobierno de Cuba no está apurado. Es claro que los
generales están tomando su tiempo porque les preocupa lo que una
apertura pudiera causar. ¿Otro Maleconazo? Ni Google, con sus promesas
de cerrar la brecha digital y aumentar la conectividad de Cuba con el
mundo, ha podido convencerlos de que ya es hora en este siglo 21 para
que el pueblo pueda abrirse al mundo.

Obama mantiene que EEUU luchará por defender los derechos humanos en
Cuba. Así esperamos. El derecho universal de cada individuo a pensar por
sí mismo y decir lo que cree no se puede negociar.

Después de cinco décadas empezamos un nuevo camino histórico, lleno de
baches. No tenemos ilusiones de que el régimen cambie. Nuestra esperanza
queda con el pueblo de Cuba, con la nueva generación que busca un futuro
donde todos los cubanos sean respetados y tengan las oportunidades que
tenemos en países libres y democráticos.

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| El Nuevo Herald El Nuevo Herald -
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