El futuro de las relaciones con Cuba, ahora en el tejado del Congreso
RAQUEL GODOS
EFE
WASHINGTON
Una vez anunciada este miércoles la reapertura de las embajadas en La
Habana y Washington, el proceso de normalización de relaciones entre
Cuba y Estados Unidos entra en una nueva etapa que tendrá como escenario
central el Congreso, escenario clave para levantar las restricciones
sobre la isla.
Pese a que el presidente Barack Obama ya implementó varias acciones
ejecutivas para relajar las prohibiciones de los viajes y algunos
intercambios comerciales tras el anuncio del deshielo el pasado
diciembre, no será posible acabar con el histórico embargo hasta que el
Congreso no legisle al respecto.
Por eso, en el anuncio de este miércoles, Obama apeló inmediatamente a
los legisladores para que se pongan manos a la obra, ya que de ellos
depende que "el proceso de normalización" avance.
"Pido al Congreso que dé los pasos necesarios para levantar el embargo
que impide que los estadounidenses puedan viajar y hacer negocios en
Cuba. Les pido que empiecen a trabajar sobre ello", insistió el
presidente, quien apuntó que ése es el deseo de ambos pueblos.
En estos meses, varias propuestas de ley para facilitar los viajes y
mejorar el intercambio comercial ya han sido presentadas en el
Capitolio, aunque los congresistas aún no las han sometido a consideración.
El primero de los proyectos legislativos llegó en enero, un texto
impulsado por dos de los senadores más concienciados con el aperturismo
hacia Cuba, el republicano Jeff Flake (Arizona) y el demócrata Patrick
Leahy (Vermont).
Esa propuesta, bajo el nombre de "Ley de Libertad para Viajar a Cuba",
pondría fin a las restricciones legales sobre los viajes a la isla para
los ciudadanos estadounidenses y residentes legales, así como con las
trabas a las transacciones bancarias relacionadas con dichos viajes.
La estrategia de Flake y Leahy, que obtuvieron el respaldo de casi otra
decena de senadores de ambos partidos, consiste en legislar punto por
punto el levantamiento del embargo, conscientes de que el éxito de una
legislación integral sería mucho más complejo.
En esta línea, este mismo mes, el Congreso recibió otro proyecto
legislativo, esta vez sobre las relaciones comerciales, la "Ley de
Comercio con Cuba 2015".
Ésta levantaría el embargo comercial a La Habana y "permitiría a los
agricultores, ganaderos, pequeños negocios y otras industrias del sector
privado llevar a cabo libremente negocios con la isla", a la vez que
"concede a las instituciones financieras estadounidenses la libertad de
dar créditos a Cuba" sin riesgo financiero para los contribuyentes
federales.
No obstante, aunque en el Congreso existe un apoyo bipartidista al
aperturismo, también hay detractores, especialmente entre los
legisladores cubano-estadounidenses como el senador republicano y
precandidato presidencial Marco Rubio o la congresista Ileana Ros-Lehtinen.
De hecho, de la mano de Rubio también se presentó otro proyecto
legislativo precisamente para poner límites al acercamiento con el
Gobierno cubano, la "Ley Cubana de Liquidación de Reclamaciones de EEUU".
El texto pretende exigir a Cuba que "haga frente a las demandas legales
pendientes y a los créditos pendientes de pago" que tiene con EE.UU.
antes de que levantar cualquier embargo, una cantidad que calculan
asciende a entre 7,000 y 8,000 millones de dólares a consecuencia de las
propiedades confiscadas tras la Revolución Cubana.
Además de esto, varios republicanos ya han intentado adjuntar enmiendas
a los presupuestos federales del año entrante que por ley impidan
dedicar fondos a la sede diplomática estadounidense en La Habana, y han
advertido de que no respaldarán la nominación del embajador que Obama
designe para la isla.
"Con respeto, obviamente, pero sobre las prerrogativas del Congreso
sobre cuestiones presupuestarias, sería una vergüenza si el Congreso
impide la aplicación de algunas de las cosas que todos estamos de
acuerdo que queremos hacer", dijo en ese sentido una funcionaria del
Departamento de Estado, bajo condición de anonimato.
Así, por ejemplo, recordó que eliminar fondos para la ejecución de las
actividades diplomáticas en la embajada estadounidense en La Habana
obstaculizaría acciones como facilitar el diálogo entre los dos países
sobre los fugitivos que permanecen en la isla o la aplicación de la ley.
Aún así, pese a ciertas oposiciones, el Congreso, ahora de mayoría
republicana, no intervino en la retirada de Cuba de la lista de países
patrocinadores del terrorismo cuando podía haber legislado para
oponerse, un silencio que para muchos indica un futuro de entendimiento
en los pasillos del Capitolio.
Source: El futuro de las relaciones con Cuba, ahora en el tejado del
Congreso | El Nuevo Herald El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article25995055.html
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