Wednesday, August 10, 2011 | Por Pablo Pascual Méndez Piña
LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) – La corrupción ha tomado
matices tan preocupantes en nuestra sociedad, que ni activando los
piquetes de fusilamientos, el régimen podrá inhibir la podredumbre
existente en las instituciones estatales. Lo cierto es que las
violaciones no tienen rostro ni jerarquía, y en las infracciones pueden
estar involucrados lo mismo un simple panadero que un General de
División, o un burócrata del Comité Central.
Hace unos días, el tribunal provincial de La Habana dictó sentencia
contra 10 antiguos directivos y funcionarios del Instituto de
Aeronáutica Civil de Cuba (IACC) y la empresa Heber Biotec S. A.,
comercializadora de productos farmacéuticos.
El fallo se sincroniza con un escándalo de corrupción en la corporación
ETECSA, que arrojó desfalcos millonarios, destituciones y
encarcelamientos. También dos viceministros del Ministerio de
Informática y Comunicaciones fueron sometidos a medidas cautelares, para
ser investigados por Seguridad del Estado, y aunque las fuentes no
precisaron el motivo de los apresamientos, sospechan que hubo un defalco
a través de firmas extranjeras, ya que ambos directivos estaban
involucrados en la instalación del cable de fibra óptica entre Cuba y
Venezuela, multimillonaria inversión que aún no presta servicio.
A finales de julio, especialistas del Instituto de Planificación Física
(IPF) expusieron a los televidentes en el programa Mesa Redonda, un
sinnúmero de violaciones del patrimonio arquitectónico de Ciudad de La
Habana, daño catalogado de irreversible. Sin embargo, resultó
contradictorio que no se citara como responsable del desbarajuste al
Instituto Nacional de Vivienda, cuyos funcionarios expidieron las licencias.
Debido a esta omisión, colaboradores de los municipios Plaza de la
Revolución, Cerro y Centro Habana, recogieron las opiniones de mil
ciudadanos, y 914 de ellos (92%), coinciden en que "el Instituto
Nacional de la Vivienda es un organismo corrupto, y sus directivos
carecen de fuerza moral para hacer cumplir las leyes".
Otros exámenes estiman que la corrupción en Cuba se ha generalizado,
como resultado de las prohibiciones existentes. Algunos argumentan que
por falta de libertad de expresión y derecho a huelgas, los
trabajadores, en vez de protestar y luchar para obtener mejoras
salariales, recurren al robo para paliar el déficit monetario que
padecen, acto que los degrada moralmente. "Imagínate, tengo que robar
porque mi mujer me vuelve loco cuando no hay comida, o mi hijo tiene los
zapatos rotos" –dijo a ese reportero Miguel Menéndez, panadero.
Raúl Castro, en su último discurso ante la Asamblea Nacional, aseguró:
"Todos somos iguales ante las leyes". Pero nuestros "parlamentarios
callejeros" se preguntan: ¿Qué pasó con el General Rogelio Acevedo?
http://www.cubanet.org/articulos/la-corrupcion-general-de-cinco-estrellas/
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