José Antonio Fornaris
Managua, La Habana, 24 de agosto de 2011, (PD) El pasado jueves 11, el
diario oficial Granma dedicó parte de su primera página a informar de
una presunta develación de una "operación de propaganda financiada por
Washington" contra los "Cinco Héroes" (espías presos en Estados Unidos).
El periódico aseguró que por "documentos obtenidos a través de una
petición de la Ley de Libertad de Información" (¡qué formidable, hay una
ley de Libertad de Información!)", quedó demostrado que "durante el
juicio, el gobierno estadounidense, a través de su agencia de propaganda
oficial, el Buró de Gobernadores de Transmisiones, les estaba pagando en
secreto a prominentes periodistas de Miami, que saturaban los medios con
reportes altamente provocativos y perjudiciales para los Cinco".
De esos "prominentes periodistas" –calificativo en extremo interesante
porque se trata de periodistas miamenses- solo menciona uno: Enrique
Encinosa.
Para los cubanos que pueden interesarse en el tema, la explicación es
muy confusa porque ¿qué tiene de raro que un gobierno le pague un grupo
de periodistas, si en Cuba, no sólo los periodistas sino todos los miles
de empleados de los medios de comunicación masiva, están en la nómina
del Estado y se les utiliza a tiempo completo para hacer propaganda
favorable al régimen?
¿O es qué acaso reconocen que en Estados Unidos la prensa es libre y el
gobierno tiene prohibido manipularla?
Por otra parte, el asunto de los Cinco hace rato que tiene mal olor.
Cuando oficiales de una agencia de inteligencia de un país están
sembrados en otra nación con leyendas falsas para enviar información a
su base, por muchos saltos que se den sobre la suiza, eso es espionaje.
Si a eso se agrega que por el accionar, directo o indirecto, de esa red
hay cuatro personas asesinadas, entonces el asunto es muy complicado,
sobre todo desde el punto de vista humano. Y donde están unidas
cuestiones legales y sentimentales, las presiones no sirven de nada o de
casi nada.
Pero además, no existe ninguna razón para que el gobierno de Estados
Unidos, estén en el poder los demócratas o los republicanos, se sienta
moralmente hostigado por un gobierno antidemocrático como el que hace
más de medio siglo existe en Cuba.
Si realmente La Habana quiere que los Cinco regresen antes de cumplir
sus condenas, -aunque lo cierto que por esa vía, el jefe de la red,
Gerardo Hernández, no regresará nunca- lo primero que debe hacer es
reconocer que eran espías, y luego promover algún tipo de conversación
donde se solicite clemencia para esos presos.
De lo contrario, el "volverán" continuará dilatándose indefinidamente. Y
más ahora, después del chasco de 2010, cuando Fidel Castro le prometió
públicamente a los familiares de los espías que estarían en Cuba antes
de que terminará diciembre de ese año.
Claro, de la misma manera que el pequeño grupo en el poder nunca ha
tenido interlocutores cubanos, tampoco nunca aceptará sugerencias que
dañen su orgullo oportunista. Entonces, queda descartada la posibilidad
de que pongan fin a la extracción de millones de pesos de la escuálida
economía de la isla para sustentar la propaganda a favor de sus cincos
espías presos en Estados Unidos.
http://www.primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/2051-confusa-explicacion
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