Pequeños negocios mejoran el turismo
El dueño de un paladar espera poder crear la primera cadena privada de 
restaurantes de Cuba
Agencias, Cienfuegos | 26/01/2011
La expansión del sector privado en Cuba está mejorando los servicios 
turísticos en ciudades del interior de la Isla de gobierno comunista, 
donde están abriendo cientos de restaurantes y hostales.
Pequeños negocios familiares están surgiendo en ciudades y pueblos de 
Cuba tras las reformas impulsadas por el presidente Raúl Castro, que ha 
dado más espacio a la empresa privada como parte de sus esfuerzos por 
elevar la eficiencia de una de las últimas economías estilo soviético 
del planeta.
En Cienfuegos surgieron además más de un centenar de casas que alquilan 
cuartos a turistas, según empresarios locales.
Las transformaciones son buenas noticias para los visitantes de esta 
ciudad a 256 kilómetros al sudeste de La Habana, enclavada entre las 
montañas del Escambray y una bahía salpicada de palmeras.
Los 400.000 residentes de Cienfuegos y sus turistas, que hasta el año 
pasado sufrían para encontrar un refrigerio en la ciudad de temperaturas 
a menudo sofocantes, pueden ahora elegir entre decenas de cafeterías 
montadas en portales de casas, que venden pizza, dulces, café y gaseosas.
"La competencia es buena, significa que tienes que mejorar tu servicio. 
Todo el mundo va a ganar: nosotros, las turistas y el país", dijo 
Orestes Toledo, propietario del Hostal Perla, una pensión de dos 
habitaciones.
"Hasta el Estado ahora tiene que competir", añadió, sorbiendo café negro 
en su terraza con una vista de la bahía y las montañas.
Fidel Castro nacionalizó los pequeños negocios de Cuba en 1968 y solo 
tras el colapso de la Unión Soviética, su benefactor, permitió el 
surgimiento de nuevas empresas familiares bajo estrictas regulaciones.
El experimento de mediados de la década de 1990 fue congelado a medida 
que la economía se recuperó y muchos negocios fracasaron por exceso de 
regulaciones.
Raúl Castro, que reemplazó en el 2008 a su hermano Fidel, decidió 
expandir los pequeños negocios privados para absorber a parte de los 
500.000 empleados públicos cuyos puestos de trabajo serán eliminados. 
Sus planes incluyen transferir buena parte del sector minorista a 
cooperativas y pequeños empresarios.
Cienfuegos, en la costa sur de Cuba, está cerca de otras atracciones 
turísticas como la ciudad colonial de Trinidad y el popular balneario de 
Varadero.
Según cifras oficiales unos 2,5 millones de turistas visitaron Cuba en 2010.
Grandes expectativas
Los empresarios de Cienfuegos creen que los negocios van a mejorar de 
forma sostenida y parecen no temerle al desafío de un aumento de la 
competencia.
"Pienso que ahora van a abrir muchas personas. Yo calculo que podrás 
llegar a ver 40, 50 paladares y muchas cafeterías", dijo Tony Azorlín, 
un ex guardabosques.
Azorlín y su esposa atendía la semana pasada clientes en Aché, un 
paladar o pequeño restaurante privado.
"Si el turismo se mantiene estable o aumenta un poquito hay mercado para 
todos", dijo, añadiendo que el mejor escenario sería que Estados Unidos 
autorizara los viajes de sus ciudadanos a la Isla.
Aché era uno de los 18 paladares que abrieron en Cienfuegos en la década 
de 1990 cuando fueron autorizados por primera vez los pequeños negocios 
privados. Y fue uno de los dos que no cerraron asfixiados por una 
excesiva regulación de un Estado que rechaza la competencia.
Azorlín dijo que las regulaciones aprobadas en los últimos meses 
redujeron sus impuestos. Además pudo aumentar la capacidad de su 
restaurante, contratar más empleados y servir lo que le dé la gana, 
puesto que la carne vacuna, los camarones, la langosta y las patatas ya 
no están prohibidas en los menús de los restaurantes privados.
En una oficina del Gobierno que emite los permisos para los negocios 
privados, Arlina Rodríguez, dijo que fueron entregadas más de 200 
licencias desde que Castro levantó las restricciones en octubre pasado, 
proclamando que los pequeños negocios eran vitales para el futuro del país.
"La gente sigue viniendo. Esto no parece que vaya a detenerse", dijo 
Rodríguez mientras atendía a ocho personas que pedían licencias en una 
oficina mal iluminada en el centro de Cienfuegos.
El Gobierno ha reportado que 75.000 licencias para ejercer el trabajo 
por cuenta propia —a menudo un eufemismo para aludir al sector privado— 
fueron entregadas en todo el país.
Aché es un restaurante pintoresco y para un público con poder 
adquisitivo, pero unos metros más allá Carlos Alberto montó un negocio 
más popular y ruidoso, quizás una señal de los tiempos.
Su recién inaugurado restaurante y bar Casa de Changó ofrece un menú más 
simple y económico y no da abasto.
Carlos Alberto dijo que quería sacar partido de las nuevas regulaciones 
que le permiten contratar empleados y alquilar un local.
"He decidido a expandir el negocio y abrir otro restaurante más. Puedo 
tener tres, cuatro o cinco", dijo, insistiendo en que tanto las 
autoridades como Changó, la más poderosa de las deidades de la religión 
afro cubana, apoyaban su sueño de crear la primera cadena privada de 
restaurantes de Cuba.
http://www.cubaencuentro.com/cuba/noticias/pequenos-negocios-mejoran-el-turismo-254513
 
 
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