Mauricio Llaver Editorial Writer
12:04 p.m. EST, February 4, 2011
Salvo para algunos fanáticos enceguecidos por la ideología, la economía
de Cuba es claramente un fracaso histórico. Y si hacía falta algo para
corroborarlo, allí están las reformas económicas de Raúl Castro, un
"ajuste" clásico y necesario para un sistema que no funciona.
Poner en marcha las reformas significará dejar sin empleo estatal a
cientos de miles de personas. Pero el tema no acaba allí. Porque también
les privará de la posibilidad de robarle al Estado, en un sistema donde
esa práctica es casi la única manera de sobrevivir.
Y como el Estado controla todo, es al único al que se le puede robar.
Por si alguna duda quedaba de la escala de la corrupción en Cuba,
Wikileaks acaba de revelar unos cuantos detalles al respecto, al
publicar documentos secretos de la Sección de Intereses de Estados
Unidos en La Habana.
La conclusión básica es que, según El País de Madrid (uno de los cinco
diarios mundiales con acceso a los documentos), "la corrupción en Cuba
ha avanzado hasta tal punto que se ha convertido en un fenómeno
generalizado que alcanza a altos funcionarios, miembros del Partido
Comunista Cubano y profesionales sin adscripción política".
Por supuesto que los documentos reflejan la visión estadounidense, cuya
enemistad con el régimen es notoria y manifiesta.
Wikileaks publica que un empresario suizo, con toda naturalidad, comentó
que "como en cualquier lugar en el mundo, un contrato de $1 millón
supone (para el comisionista cubano) $100,000 en el banco".
También es contundente que un exembajador español, Carlos Alonso, haya
señalado que "la corrupción es necesaria para sobrevivir.
El problema es que en una sociedad de tan bajo nivel de ingresos,
combinada con la omnipresencia del Estado, cualquier instancia de poder
político es una invitación a la corrupción.
Hay ejemplos patéticos entre la maraña de cables codificados de la
diplomacia estadounidense.
Uno cuenta que el acceso a trabajar en una gasolinera puede costar miles
de dólares. ¿La razón? Se puede traficar combustible.
Otro habla del turismo, donde conseguir un empleo en cualquier lugar de
la cadena implica la bendición de acceder a propinas en moneda extranjera.
Los ejemplos son múltiples, y la Sección de Intereses los resume en un
párrafo impresionante: "El robo y la corrupción de supervivencia son
generalizados en los sectores del turismo, el transporte, la
construcción y la distribución de alimentos, que funcionan en paralelo a
un mercado negro del cemento, la pintura y la madera".
Si algo ha demostrado la "economía de comando", nacida del socialismo
del siglo XX, es que es notoriamente ineficiente e proclive a la corrupción.
Porque lo que es de todos no es de nadie. Y en una sociedad incapaz de
crear riqueza, el "sálvese quien pueda" se transforma en un imperativo
de supervivencia.
Cierto: el régimen y sus beneficiarios podrán echar la culpa de sus
males "al imperialismo". Pero nada disimula su incapacidad para mejorar
la vida de sus habitantes ni la corrupción a la que tienta a sus
funcionarios.
Mauricio Llaver es director de la revista Punto a Punto en Mendoza,
Argentina.
http://www.sun-sentinel.com/elsentinel/fl-es-opi-llavercoles-0205-20110204,0,554099.column
No comments:
Post a Comment