16-11-2010.
Héctor Julio Cedeño Negrín
Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- Los personeros de la tiranía castrista,
anuncian su demorado sexto congreso, que debió realizarse desde el año
2002 según sus quebrantados estatutos. Durante aquellos años necesitaban
un mandato expedito y para nada les hacía falta el envanecido Partido
Comunista. Ni siquiera creían preciso convocar un foro de discusiones y
debates donde pudieran surgir cuestionamientos a la política arbitraria
y caprichosa del dictador y de su cercana cohorte
En las circunstancias actuales comienzan a pagar por sus caprichosas
arbitrariedades, el pueblo cubano cansado, hastiado y aborrecido de sus
nefastos gobernantes, se ha divorciado completamente del proyecto
castrista, donde no ve futuro, salida probable y mucho menos posible.
Pero los arcaicos dictadores le quitaron hasta la esperanza de una
renovación generacional, se niegan a morir de una buena vez y a entregar
el poder al que continúan aferrados con uñas y dientes.
Los militantes comunistas cada vez se convierten en una casta
corrompida, separada de la población trabajadora y sacrificada. Reciben
muchas prebendas y en buena parte pertenecen a los estamentos militares,
otros muchos son dirigentes y garantes de la represión. Seguramente
entre los miles de desempleados no estarán y si alguno se encuentra
entre ellos, será reacomodado por su lealtad a la dictadura. La
idoneidad para ocupar un puesto seguramente pasará por la
incondicionalidad a la que pertenecen los asociados comunistas.
Supuestamente el proyecto de Fidel Castro en los primeros años de la
revolución era aplicar los preceptos marxistas-leninistas, que
concibiera y consiguiera, utópicamente, el bienestar para toda la
sociedad, erradicara la pobreza, la desigualdad, el hambre, la
insalubridad y eliminara las clases sociales, sobre todo, la odiada
oligarquía que vivía de esquilmar a la nación en fastuosas residencias
mientras el pueblo mayoritariamente se pudría en tugurios y en barrios
insalubres.
En la actualidad Fidel Castro, sus hermanos, sus familiares y sus
acólitos, viven en las mismas fastuosas residencias que les robaron a
los otrora oligarcas y millonarios cubanos, allá en los barrios de
Siboney, Atabey, La Coronela, etc, etc y todos aquellos de los que se
apropiaron por la fuerza de las armas y desalojaron a sus antiguos
moradores, como piratas que toman y saquean una ciudad. Allí levantaron
altas cercas de más de cinco metros de altura, para que nadie vea como
viven los nuevos oligarcas del castrismo. A eso le llaman "Punto Cero",
lugar del que no ha oído hablar, ni un cinco por ciento de los
militantes del Partido Comunista, que debería llamarse en realidad,
Partido Castrista de Cuba, PCC.
El pueblo continúa viviendo en los mismos barrios insalubres de siempre,
sólo que ahora se han vuelto insalubres hasta las mismas ciudades, donde
los derrumbes y el hacinamiento son cotidianos y las redes del
alcantarillado no funcionan ni de modo regular, las redes pluviales
están tupidas por la tierra y los desechos y las aguas de la lluvia
corren calle abajo. El acueducto está formado por una extensa red de
salideros que despilfarra la mitad del agua suministrada a las redes.
La educación, buque insignia de la propaganda revolucionaria y
comunista, se encuentra en completa bancarrota y el empleo futuro para
los estudiantes debe encontrarse en red de cuentapropistas, porque el
estado no puede garantizar la ocupación, después de hacer polvo toda la
estructura industria de la nación y todas las demás fuentes de empleo.
La salud pública se encuentra alquilada a bajo precio en el extranjero y
los hospitales en pésimo estado. La agricultura toda sembrada de marabú
y malas hiervas y los campesinos son una raza en extinción. Los nuevos
agricultores deberán ser llevados a los campos de labranza, a punta de
pistola y látigo como en los tiempos de la esclavitud.
Las tesis del congreso son las mismas mentiras de siempre, en las que
nadie cree desde hace mucho tiempo. La economía endeudada hasta los
clavos, ya no hay forma posible de que a Cuba le presten un peso y la
vaca venezolana de Hugo Chávez se le está secando la leche. Si Cuba
arruinó a los rusos, pobre de Venezuela. Por su parte Chávez, en su afán
de imitar a su padrastro Fidel, está llevando su país directamente hacia
el desastre, ya ni las empresas navieras multinacionales quieren tocar
puertos venezolanos, porque no hay dólares con que pagarles y para nada
sirven los bolívares chavistas. Nadie les quiere vender porque se
contagiaron con Cuba, que no paga o quiere hacerlo con su desacreditada
moneda, que no quieren ni los propios venezolanos.
Para más desgracia de la dictadura castrista, ganaron los republicanosen
las elecciones de los Estados Unidos y la posibilidad de levantar las
restricciones a los viajes de los norteamericanos, que difícilmente
pasaría, de hecho no pasará. En cuanto a Europa, no les quedará otro
remedio que mantener la presión sobre una tiranía arrogante y
desvencijada, enquistada en la intransigencia y con la esperanza puesta
en las manos del demonio, que siempre los ha favorecido, pero que sepa
yo, el demonio no hace milagros.
Ahora centran la atención en conseguir entretener a la gente con esto de
las licencias por cuenta propia y la esperanza de que el congreso
castrista haga cambios beneficiosos para la población, es toda una
ofensiva mediática para convencer a los cubanos.
Afortunadamente para el pueblo de Cuba, al castrismo le queda poco,
menos que lo que puede durar un merengue en la puerta de una escuela.
¡Abajo la dictadura, caray!
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=30569
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