Jorge Abasolo Aravena
Fecha de Publicación: 2010-11-12
Las distintas fases por las que ha pasado la economía cubana se pueden
resumir en un letrero que hay en el Parque Zoológico de La Habana:
Antes de 1960: "Por favor, se ruega no dar de comer a los animales".
Entre 1960 y 1989: "Por favor, se ruega no quitarle la comida a los
animales".
Después de 1990: "Por favor, se ruega no comerse los animales".
Cuando los hermanos Castro se percataron que continuar aplicando el
comunismo en la isla de Cuba era como tratar de curar el cáncer con
compresas, optaron por liberar la economía. Y así como en Cuba la
iniciativa privada estuvo privada de iniciativa durante muchos años,
esta vez los hermanos resolvieron darle la bienvenida. Más vale tarde
que nunca reza el refrán. Cuba cuenta con un estado elefantiásico,
mastodóntico y más ineficiente que parrilla de cohete. Controla el 80
por ciento del empleo y con todo eso, ahora en la Habana se ha anunciado
que en un plazo de tres años el Estado revolucionario deberá despedir a
un millón de trabajadores (el 25% de los empleados estatales)
¿De qué sirvió entonces tanta persecución, tanta concentración de poder
y tanto embate hacia la libertad?
Los hermanos Castro han dicho que en Cuba no hay democracia a secas. Lo
que existe es democracia popular (¿¿ ¿?)
Es posible, pero que quede claro: entre la democracia a secas y la
democracia popular existe la misma diferencia que entre la camisa y la
camisa de fuerza.
La Cuba de hoy cuenta con una población de 11 millones de habitantes. De
ellos, sólo 140.000 ejercían el autoempleo. No había más, pues el Estado
restringió durante muchos años la entrega de licencias por considerar la
iniciativa privada un "mal necesario". Paradojalmente, ese mal necesario
es el que ahora permitirá a Cuba salir del estado calamitoso en que se
encuentra.
Eso sí, los cubanos siguen siendo un pueblo alegre. No pierden el
sentido del humor y según me cuenta Oswaldo Payá, cada semana circula un
nuevo chiste que actúa como bálsamo para un pueblo oprimido. Este es el
último:
En un bar de La Habana un tipo lee tranquilamente el diario y de pronto
exclama: "País de mierda!". Diligentemente se le acercan dos agentes de
la temible G-2 (policía política cubana) que lo toman del brazo y le dicen:
-Quedas detenido chico. Por ofensas a la Patria.
El tipo -entre sorprendido y asustado- les dice:
-Oye chico, hay un error. Yo estaba leyendo las páginas internacionales
del diario y me refería a otro país...
Uno de los agentes responde:
-Estás mintiendo chico, porque el único país de mierda es éste..."
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