2008-09-18.
Elías Amor, Economista, ULC
(www.miscelaneasdecuba.net).- Los últimos acontecimientos que están
produciéndose en la Isla están provocando cierta sorpresa entre los
observadores y analistas que se empeñan en obtener alguna idea de en qué
medida Cuba está cambiando hacia la democracia, y si estos cambios son
reales o no.
Por el contrario, el nuevo escenario que se abre para la dirigencia
comunista tras el paso de los tres ciclones, está permitiendo visualizar
una nueva estrategia de Raúl Castro, cuyos rasgos son los siguientes:
1.- Presentar cuantiosos daños derivados de los ciclones. Hasta en
Granma Internacional se ha hecho una contabilidad desmesurada de la
destrucción. Nunca antes habíamos visto algo así. En épocas de Fidel
Castro, los daños se escondían o se disimulaban. Ahora es diferente. En
presencia de medios internacionales y teléfonos móviles que hacen y
envían fotografías en tiempo real, la destrucción física provocada por
los ciclones tiene que servir para justificar los pésimos resultados que
se estaban produciendo en la economía a resultas de las reformas
emprendidas por Raúl Castro.
Una mala campaña turística que ahora se verá afectada por el temor de
los viajeros. Ineficiencias productivas en la agricultura y la minería.
Descenso brusco de la construcción de viviendas. Descontrol del gasto
corriente como consecuencia de la entrada de petrodólares. Este era el
escenario de la economía cubana en los meses anteriores a la llegada de
los ciclones. Nada positivo en términos de crecimiento. De ese modo,
ahora se aceleran las entregas de tierras para trasladar al mundo
voluntad de cambios, a pesar de que no sea el mejor momento para hacerlo
con las secuelas de los ciclones.
2.- Presionar a EEUU a eliminar el "embargo" a cambio de aceptar la
generosa ayuda para la reconstrucción nacional. El ataque de los
ciclones ha dado, una vez más, la oportunidad al sector más duro del
régimen para culpar a EEUU de todos los males de la economía cubana,
vinculados al "embargo". Las ayudas que las entidades cubanas no
lucrativas del exilio pretenden enviar a la población cubana
directamente, sin la interferencia del régimen, se rechazan e incluso se
inventan historias truculentas como la que insiste en que la cooperación
al desarrollo de EEUU sirve para encarcelar a los espías terroristas.
A pesar del buen número de granjeros de EEUU que se preparan para vender
carne de ave y cereales a Cuba, cobrando al contado (EEUU es ya el
quinto proveedor de bienes de consumo para la economía cubana) el sector
duro del régimen sigue hablando del embargo. Ahora con las imágenes de
destrucción provocadas por los ciclones, cobra más fuerza aún el argumento.
3.- Solicitar préstamos internacionales. Aviso a navegantes. Préstamos
de dudosa devolución, en un momento en que escasea la financiación en
los mercados globales, y que Cuba se ha encargado de corregir de sus
estadísticas de deuda externa. Se aprovecha la imagen de devastación
para reclamar apoyo financiero subvencionado que, en condiciones
normales, no se podría obtener. Sería cuestión de revisar con detalle
qué entidades aportan recursos a la Isla, de qué países, en qué
condiciones, plazos y tipos de interés, para evaluar qué pretende hacer
el régimen con ese dinero fresco.
4.- Apostar por las relaciones con la Unión Europea. La que viene
mostrando ser más pacífica y menos beligerante con las violaciones de la
democracia que se cometen en Cuba. De pronto, como si algo hubiera
cambiado de sopetón, se ha recuperado el clima de diálogo, con una
visita inminente del comisario Louis Michel a La Habana anunciada para
el mes de octubre. Los presos políticos siguen en las cárceles, los
grupos de opositores continúan bajo asedio, hostigamiento y control, y
la defensa de los derechos humanos pasa a un segundo plano en el orden
de prioridades. Algunos grupos opositores se han mostrado favorables al
diálogo si contribuye realmente a mejorar las condiciones de libertad en
la Isla.
5.- Contrarrestar el clima social de desasosiego y desconcierto.
Malestar en la sociedad cubana. Mucha gente lleva viviendo varios días
en la intemperie, hay destrucción de viviendas y de edificios, faltan
bienes y escasean alimentos. Perspectivas muy sombrías para las que no
valen ni las arengas ni el discurso oficial. La ayuda internacional no
es suficiente. La economía entra en una grave crisis, y se produce más
malestar conforme los precios de los productos se disparen, una vez se
superen los actuales niveles de desabastecimiento. No hay capacidad de
maniobra y puede producirse en cualquier momento un estallido social que
ni la violencia de la represión del régimen podría contener. Ya se ha
producido algún llamado de dirigentes militares históricos al ejército y
al Minint para que asuman el papel histórico que les corresponde en
estos momentos.
6.- Lanzar balones fuera y ganar tiempo. En medio de una situación de
crisis económica y social sin precedentes, de una notable incertidumbre
sobre el futuro a corto plazo de todos los cubanos, Raúl Castro se
dedica a dar su apoyo "internacionalista" a Evo Morales, cuando lo que
debería hacer es atender primero y ante todo, a las necesidades del
pueblo cubano. Distraer a la opinión pública, trasladar el efecto lejos
es una estrategia de reducido alcance que, en momentos como los
actuales, no da beneficio alguno.
¿Alguien puede dar más? Raúl Castro debe tener grandes preocupaciones, y
sus posibles vías de salida del actual escenario están limitadas. Ni
siquiera Fidel Castro, son su retórica, puede hacer mucho en estas
condiciones. ¿Qué va a pasar? Difícil es anticipar cualquier
acontecimiento. Desde luego, nada bueno para los cubanos, cuyo régimen
empieza a mostrar todas sus debilidades.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=17190
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