2008-09-02.
Miriam Leiva, Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- 1 de septiembre de 2008. La Habana –
www.PayoLibre.com – La Isla de la Juventud, la parte oriental de la
provincia de Pinar del Río y la occidental de la provincia de La Habana,
por donde el ciclón Gustav pasó con fuerza 4 el 30 de agosto se
encuentran devastadas y su población carece de los más elementales
medios de subsistencia, como alimentos, agua potable, electricidad.
Extraordinariamente crítica es la situación de la Isla de la Juventud,
donde el ciclón arrasó con techos, puertas y ventanas hasta de las casas
y edificios más sólidos, y destruyó una enorme cantidad de ellos tanto
por los fuertes vientos como por la caída de árboles y otros objetos
pesados. Miles de personas han quedado sin colchones, sábanas, toallas,
ropa y calzado, combustible y alimentos para cocinar, y techo para
guarecerse de la lluvia.
Los habitantes se ayudan con los escasos alimentos que pudieron
preservar, en un país donde están racionados o deben adquirirse en las
tiendas de venta en divisas del gobierno, con muy altos precios que gran
parte de la población no puede pagar. Ni siquiera con dinero es posible
comprar porque hasta esas tiendas están semidestruidas o fueron saqueadas.
Clara Lourdes Prieto, hermana del prisionero de conciencia del Grupo de
los 75 Fabio Prieto Llorente, con aplomo narró las horas de terror en su
apartamento del tercer piso de un edificio, que parecía bastante sólido,
porque el ciclón arrancó puertas y ventanas y las ráfagas podían
llevarse a todos, incluida su anciana y enferma madre.
Luego, no es posible seguirle el tratamiento médico por la cantidad de
lesionados que acuden al maltrecho hospital. Está lloviendo y las
personas no tienen con que guarecerse. En la ciudad hay que caminar
sobre los escombros, árboles, postes de electricidad y teléfonos,
barcos, autos y ómnibus destruidos. Manifestó que todos los ciudadanos
requieren recibir ayuda con la mayor urgencia.
También en Artemisa por donde atravesó el huracán entre Pinar del Río y
La Habana, Loyda Valdés, esposa del prisionero de conciencia del Grupo
de los 75 Alfredo Felipe Fuente, se refirió a la fortaleza de los
embates durante su paso y el deterioro de la ciudad carente de todos los
servicios básicos y edificios destruidos, así como la imperiosa
necesidad de ayudar al pueblo. Todas las personas con quienes se ha
podido hablar exponen la crudeza de la situación.
Ante la magnitud de la devastación se requiere la ayuda humanitaria
urgente de gobiernos, organizaciones internacionales, organizaciones no
gubernamentales, personas y todos los cubanos residentes en el exterior.
El Gobierno de Cuba siempre ha rechazado la asistencia privada o pública
externa pero no puede atender las necesidades del pueblo que ha perdido
todos sus recursos y propiedades, luego de grandes carencias por los
muchísimos años de crisis económica. Ante la actual catástrofe de tan
amplia extensión, las autoridades no deberían seguir politizando el
sufrimiento de los cubanos, sino demostrar su buena voluntad para
mitigarlo con humildad mediante la aceptación de ayuda internacional y
agradecimiento.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=16878
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